Barbecho

Por Ipiera68 @Iciar_Piera

"La naturaleza no se apresura. Sin embargo todo se cumple" Lao Tzu

Barbecho, llevo varios días con esta palabreja en mi cabeza dando vueltas. No es una palabra que uno utiliza frecuentemente así que me intriga el porqué de su presencia en mi mente. Ya estoy acostumbrada a esas palabras, sensaciones o ideas que sobrevuelan mi cabeza enredándose en mi pelo y susurrando en mis oídos. Suelo prestarles atención ya que intuyo que vienen de un lugar en calma por eso su sentir es como un susurro, suave, pero persistente.
¿Qué queréis decirme con barbecho? pregunto. Me pregunto y abandono la necesidad de respuesta. No la busco, simplemente descanso en la interrogación. 
Y presto atención...
"Hay momentos de siembra y momentos de barbecho. Ambos son necesarios, ninguno es más valioso que otro. Ambos cumplen su función que aunque diferente en la forma, es la misma en esencia. Los momentos barbecho son momentos para ir hacia adentro, fluir con la vida sin planes, confiar en la sabiduría de tu naturaleza interna y arrancar esa maleza que te impide simplemente ser. Su belleza es diferente de la que vemos en los campos cultivados, en los que se acaba de sembrar o en los que están próximos a la recolección. Y para poder percibir esa belleza tendrás que utilizar una mirada diferente ya que tus ojos te mostrarán un terreno yermo, seco y agrietado. Son momentos para trabajar esa mirada interior, dejar atrás lo aprendido y aprender de nuevo sobre otras bases y con un maestro diferente. Son momentos en los que se pondrá a prueba tu paciencia ya que los ritmos no los marcarás tú, la tierra necesita su tiempo para regenerarse, recuperar su humedad y nutrientes."

Nuestros sueños necesitan de un terreno fértil para prosperar. En un mundo donde se valora tanto la acción, el hacer, el barbecho pone el contrapunto necesario para alcanzar el equilibrio. Me recuerda la "acción sin acción" o "acción sin esfuerzo" del Tao. Una imagen apropiada es el agua que parece no esforzarse en su acción natural. No está necesariamente quieta, ni tampoco pasiva, pero fluye naturalmente alrededor de los obstáculos y siempre llega a donde está yendo.
Dadas las prisas con las que nos hemos habituado a vivir, esta técnica está desapareciendo como muchas otras sustituidas por la producción constante que no sólo agota la tierra sino que genera productos sin sabor. Lo mismo ocurre en nuestra vida, hay momentos siembra y momentos barbecho y ambos son igualmente necesarios. Si renunciamos a alguno de ellos nuestra vida estará carente de sabor, color y aroma. Será como esos tomates que nos comemos durante todo el año, con una apariencia que llama la atención, perfecta, pero que en el fondo no saben a nada.
***Según la definición del diccionario se denomina "barbecho"  la tierra que no se siembra durante uno o varios ciclos vegetativos con el propósito de recuperar y almacenar materia orgánica y humedad. Durante el tiempo que permanece sin cultivar es sometida a una serie de labores con objeto de mejorar su predisposición al cultivo como arrancar viejas hierbas.