Parece que nos ha dado el punto de Finos y Manzanillas, y no es otra la razón, sino que estuvimos en casa comiendo con unos amigos y el lío era hacer una armonía de vinos de este estilo con diferentes platos. Si nos seguís algo por las redes sociales, ya visteis lo difícil que nos fue encontrar productos de la calidad de los que os traíamos, tanto fue el lío que los geniales de la Bodega Delgado Zuleta, nos han mandado unas muestras, así que en breve tendremos que volver a quedar para pispiarnoslas con los amigos en cuestión.
100% palomino fino criado bajo velo flor durante unos 5-6 años mediante el sistema de soleras y criaderas en barricas de roble americano. Amarillo ligeramente dorado, limpio, brillante. La nariz muy atrayente, envolvente, que te engancha, te hace soñar y pensar en una tarde soleada, sentarte en una terracita de San Lúcar y beberte la botella acompañada de un montón de gambas y jamón del rico. Salinidad, frutos secos, algo cítrica, seca, sabrosa, lo que se espera de una buena manzanilla pasada, tal cual, fácil de beber y para disfrutar y en botella magnum, ya era hora, aunque al final también nos supo a poco. No sé vamos a tener que llevar el nivel al botellas de formato más grande, aunque me da que si está bueno el problema reside en nosotros porque no sabemos parar.
Como apunte deciros que este magnum fue elaborado especialmente para la taberna El Guerrita, ya nos gustaría a nosotros hablar con Delgado Zuleta y nos embotella unas en Jeroboan para pasar la mañana más alegre.
Manzanill Barbiana, sabe a manzanilla, huele a mar, recuerdos de San Lúcar, pero ¡Qué buena que está!.