Barcelona

Por Mbbp
dic
9
2016 Escritor // Miguel Benavent de B. // Opinión

BARCELONA

Escrito por Miguel Benavent de B.   Sin comentarios Seguramente ya sabes que soy un incondicional fan de Barcelona, mi maravillosa ciudad! Admirada por algunos y menospreciada por otros, la ciudad de Barcelona tiene ya mucha historia tras sus calles. Me encanta pasear por esta ciudad milenaria y descubrir cada día nuevos rincones y espacios. Me gusta su dimensión “humana”, así como la estrechez de su barrio gótico o del Born, donde es un placer pasear sin prisa por callejones centenarios, donde el eco delata íntimas y cómplices conversaciones de amor. Me gusta la suave brisa marina que sube Rambla arriba hasta llegar a la Diagonal y que refresca las espléndidas terrazas, incluso en el caluroso mes de agosto. Me gusta esa infinidad de antiguas tiendas que esconden su historia en sus rótulos de madera, así como los nuevos y flamantes comercios de primeras marcas en el Paseo de Gracia, que abandonó hace unos pocos años su mala afición a los bancos y entidades financieras en una ciudad con delirios de mercado de capitales. Me gusta mirar hacia el cielo y ver los preciosos áticos, antaño deshabitados, y los balcones llenos de plantas y flores. Me gusta también mirar hacia abajo y descubrir mis propios pasos por algunos adoquines que aún quedan o por baldosas cuadradas o hexagonales, de diseño. Me gusta sentir como el aire mueve los escasos árboles, en esta ciudad de demasiado hormigón y cemento. Me gusta acercarme a su mar Mediterráneo y oler el salitre desde el puerto viejo, donde unas centenarias “golondrinas” navegan, mientras otras vuelan. Me gusta encaramarme también desde los pequeños montes de esta gran ciudad (el Carmel, Montjuic, Putxet) o a esa Sierra de Collserola que limita su crecimiento, pero desde la que se ve la metrópoli entera, como ya quisieran los de un Madrid plano y sin perspectiva. Pero sobre todo me gustan las gentes de esta gran Barcelona, como pasean por sus avenidas y ramblas, turistas incluidos. Me gusta la gente que mira los quioscos de flores, los puestos de “brocanters” o de pintores, callejeros. Me gusta el arte colorido, espontáneo e insolente de los grafiteros, en cualquier muro o mediana enladrillada antes desnuda. Me gustan los músicos y otros artistas callejeros, cuya música y arte rellena el aire de las callejuelas del barrio gótico, a pesar de que las autoridades prepotentes de esta gran ciudad intenten regular hasta lo imprevisto y espontáneo. Es verdad, me gusta Barcelona tal como es, con sus luces y sus sombras, paseándola y disfrutándola, pero solo contigo! Aquí tienes la apasionante -e interactiva- historia de la ciudad: http://cartahistorica.muhba.cat/index.html?lang=es#map=14/242335.67/5071076.8/-150//0/0/0/1