Poco se ha de decir del que fuera presidente del Comité Olímpico Internacional durante décadas, una persona que ejerció de español, de catalán y, por supuesto, de barcelonés. Una persona que llevó el nombre de su ciudad, Barcelona, por todos los continentes. Algo que jamás podrán hacer los actuales rectores de la Ciudad Condal. Y es que el primer teniente de alcalde de Barcelona, un tal Gerardo Pisarello (un barcelonés de toda la vida) considera conveniente retirar del consistorio una estatua en recuerdo de Samaranch, por su pasado “controvertido” y también se pretende eliminar su nombre del Museo Olímpico y del Deporte de Barcelona.
Poco se ha de decir del que fuera presidente del Comité Olímpico Internacional durante décadas, una persona que ejerció de español, de catalán y, por supuesto, de barcelonés. Una persona que llevó el nombre de su ciudad, Barcelona, por todos los continentes. Algo que jamás podrán hacer los actuales rectores de la Ciudad Condal. Y es que el primer teniente de alcalde de Barcelona, un tal Gerardo Pisarello (un barcelonés de toda la vida) considera conveniente retirar del consistorio una estatua en recuerdo de Samaranch, por su pasado “controvertido” y también se pretende eliminar su nombre del Museo Olímpico y del Deporte de Barcelona.