MI VIDA Y MI HISTORIA
Manantial de agua de Santa Rita, calle Carolinas 24.
Sta. Rita. -Gracia-Barcolona.
Bicarbonatada mixta, fría.
Afecciones del hígado, cistitis, litiasis.
En 1899 la viuda de Manuel Vicens, Dolors Giralt, vendió la casa a Antoni Jover i Puig; actualmente es propiedad de Fabiola Jover de Herrero. En 1925 se realizó una reforma de la casa, a cargo de Joan Baptista Serra Martínez, que construyó también un templete en el jardín, con una fuente llamada de Santa Rita, en la esquina con la Avenida Príncipe de Asturias; derribado en 1962, en la actualidad los antiguos jardines están ocupados por edificios de viviendas. Varias secciones de la reja de palmito se encuentran en la puerta de acceso al Parque Güell, así como en la Casa-Museo Gaudí.
http://mtvo-lasmentiras.blogspot.com.es/2012/12/barcelona-gaudi-casa-vicenshace-129.html
24 Calle Carolinas, Barcelona Casa construida en Barcelona entre 1883 y 1888 para el corredor de bolsa Manuel Vicens i Montaner. Obra de juventud de Gaudí, el edificio se inspira en el arte oriental, arraigado en la arquitectura árabe, relevante por los mosaicos de fragmentos de cerámica multicolor. Es de notar la magnífica verja de hojas de palmito de hierro forjado. Esta construcción ya revela la explosión de imaginación y las brillantes ideas que Gaudí no dejó de cultivar luego.http://www.gaudidesigner.com/es/casa-vicens.html
En 1925, Antoni Jover Puig, que había comprado la finca, quiso efectuar algunas reformas sustanciales y se puso en contacto con Gaudí para que las proyectara él mismo. Éste, a quien cabía en buena lógica suponerlo inmerso en el universo creativo de la Sagrada Familia y orillaba cualquier distracción, sobre todo si era prosaica, no aceptó el encargo; con todo se avino, según cuenta Juan Bassegoda, a supervisar el trabajo que ejecutó su colega Joan B. Serra de Martínez.
Una de las obras que hacen referencia a esta foto consitió en derribar el muro que delimitaba la propiedad, para así alinearlo con la nueva anchura que ya había sido aplicada a la calle de las Carolines.
Esta calle se llamaba antiguamente de Sant Gervasi, en razón de que conducía al entonces municipio independiente de Sant Gervasi de Cassoles. A partir del 17 de marzo de 1908 fue rebautizada con el nombre de Carolines, que nada tiene que ver con las Hijas de San Vicente de Paúl, sino con aquellos islotes micronésicos, a la sazón recién perdidos. Y de ahí que se pusiera en boga la siguiente cuarteta irónica:
Ens van prendre les Carolines, ens van prendre Gibraltar,encara ens fotaran el carrilet de Sarrià.
El arquitecto Serra de Martínez también proyectó en la esquina de la calle Carolines, esquina Princep d'Asturies, un edificio para la capilla y el histórico manantial , sitos en donde, en tiempos, hubo un convento de Agustinos.
El edificio era, de hecho, una cúpula casi a ras de tierra, austeramente ornamentada con una alineación de azulejos amarillos. El cierre de la finca consistía en un muro bajo y una preciosa verja, como la que había diseñado Gaudí para la Casa Vicens: repetición del módulo de una hoja de palmito, que había modelado en fango su colaborador, el escultor Llorens Matamala, y que realizó en hierro colado el forjador Juan Oñós.
Se llamaba Manantial de agua de Santa Rita. Procedía de Collserola y manaba desde una profundidad de unos veinte metros, lo que según, los subyugados bebedores adictos, impedía maliciar la menor contaminación. El precio de la degustación de un vasito era de veinticinco céntimos. La propaganda razonaba en estos términos los eventuales efectos curativos: "Aguas medicinales sin rival para el estómago, hígado, afecciones líticas y catarrales, vías urinarias y catarro de los niños".
En la capillita se veneraba la imagen de Santa Rita, patrona del ya citado convento de Agustinos. El nuevo propietario permitió que se mantuviera la costumbre popular de rendir visita a la imagen, cada 22 de mayo, con motivo de su festividad.
La venta del terreno, registrada en 1962, propició el derribo del edificio, que tuvo efecto en abril de 1963. La reja se conserva en el Park Güell.
Sospecho que la desaparición del manantial de Santa Rita supuso la liquidación de la última fuente urbana barcelonesa a la que eran atribuidas bondades curativas. Concluía así toda una época y toda una mentalidad que incluso creía a pies juntillas en el poder milagrero de ciertas fontanas.
Autor: LLuís Permanyer (Artículo de La Vanguardia - Edición, 24 enero 1993)
Texto de el estupendo blog: http://barcelonaimatgesambhistoria.blogspot.com.es/2013/04/cumplir-el-rito-en-santa-rita.html