“Prohibición de actos y reuniones políticas, entrada en imprentas y medios de comunicación, secuestro de revistas y prohibición de campañas publicitarias”… Parece mayo de 2011, pero es Cataluña, en septiembre de 2017. El miércoles pasado se detuvieron altos cargos de la Generalitat yla Benemérita irrumpió en varias consellerías. Se realizaron más de 40 registros, se detuvo a 14 personas, altos cargos todos, y se requisó material –millones de papeletas– preparado para la celebración de la consulta. Entre los arrestados, un alto cargo de la Generalitat, el número dos de Junqueras. El Govern se declaró insurrecto a la ley española, y se proclamó obediente de la legalidad catalana. Unas leyes –la del Referéndum y la de Transitoriedad Jurídica– que fueron aprobadas en el Parlament hace unos días por la mayoría independentista, llevando al límite lo que marcaba el reglamento interno del Parlament. Cataluña estaba al borde del precipicio, con las cuentas de la Generalitat intervenidas por el Estado, la mayoría de los miembros de la Mesa del Parlament y numerosos cargos públicos con querellas, el Parlament cerrado a cal y canto, leyes y más leyes anuladas por el Tribunal Constitucional… “Un Parlament –escribe Sato Díaz en Cuartopoder– que sería el legislativo de una nueva República Catalana, pero cuyas sesiones han quedado suspendidas hasta después del 1-O por voluntad independentista. Choque de legalidades, y los tribunales ya han hecho apercibimientos a más de 700 alcaldes, a la Mesa del Parlament, al Govern… Unas mil personas en total. El Constitucional declara ilegal la Sindicatura Electoral encargada de velar por el buen desarrollo del referéndum. En cada acto, los independentistas se burlan de esto. Marta Madrenas, alcaldesa de Girona, en la Plaza de la Independencia de esta ciudad, empezaba el acto del PDeCat en el que participaba Carles Puigdemont, saludando a los asistentes: ‘Queridos ilegales’. Legalidad contra legitimidad. De eso presumen hoy también en Cataluña. Frente a la Constitución que se consagra en favor de la sagrada unidad de España, la legitimidad de un pueblo que quiere ejercer su derecho a la autodeterminación a través de las urnas. En torno a un 80% de los catalanes apuestan por esto. Cada vez más gente, según las encuestas, quiere votar el 1-O, quizás por la independencia, quizás por el ‘no’, quizás por defender el derecho a decidir, quizás, únicamente, para censurar al PP”… Tres de cada cuatro catalanes rechazan ‘la represión del Estado’. Y, al asumir Interior el control de los Mossos y la seguridad en Catalunya, el conseller, Joaquim Forn, aseguraba ayer que los Mossos d'Esquadra han expresado, a través del mayor Josep Lluis Trapero, “la voluntad del Cuerpo de no aceptar la coordinación del representante del Estado español” con el resto de fuerzas de seguridad en Cataluña, con vistas a impedir el 1-O.
El sábado, 16 de septiembre, miles de personas salieron a la calle de Bilbao para reclamar el derecho a la autodeterminación del pueblo catalán; el domingo, centenares coparon la calle Zurita de Madrid sin poder entrar en el acto que tuvo lugar en el Teatro del Barrio, organizado por ‘Madrileños por el derecho a decidir’. Joan Tardà dijo en la puerta del Teatro: “Me siento más madrileño que nunca”. Y apeló a la fraternidad republicana entre pueblos. El mismo sábado, en Sitges, la Policía Municipal identificó a los organizadores de un debate entre representantes de varios partidos de izquierdas soberanistas –no sólo independentistas– catalanes. El domingo hicieron lo propio en Sant Joan Despí, ambos municipios, en la provincia de Barcelona. En el acto celebrado en Blanes, Gerona, el exdiputado y miembro del Secretariado de la CUP, Quim Arrufat, se dejó influenciar por Lluis Llach y lanzó un mensaje a las izquierdas del Estado, agradeciendo previamente el apoyo recibido por Anticapitalistas y Podem Catalunya, entre otras organizaciones de izquierdas. E invitó a los movimientos sociales a “imprimir papeletas y carteles por todo el Estado y volver loca a la Guardia Civil”. Arrufat habló de romper el Régimen del 78, como en el 15-M. En un acto de ERC, en Castelldefels, el conseller de Salut de la Generalitat, Toni Comín, advirtió que el 1-O es también “un favor para la España abierta y progresista que necesita un proceso constituyente”. Y apeló a la casta: “¡Saca tus sucias manos, casta española, de mis instituciones!”. Por su parte, el coportavoz en el Congreso de ERC, Gabriel Rufián, se mostró duro con la izquierda española. “La fraternidad no es decirle a un pueblo que espere a que tú ganes, es dejarle ganar para que ganemos todos”, dijo, asegurando que el 1-O es “la única amenaza al régimen del 78” y “la única moción de censura victoriosa contra Rajoy”. “Franco no murió en noviembre de 1975 en la cama –prosiguió su discurso–, Franco murió el 1-O en una urna en Cataluña”… “Frente a eso –termina Sato Díaz–, los registros en imprentas, los apercibimientos a medios de comunicación, las incautaciones de carteles, fregonas y cubos… Las plazas, de Cataluña, a pesar de los policías municipales, celebran actos políticos. Los apoyos se expanden por el resto del Estado. Una propuesta, la de Unidos Podemos, deslegitima al muro del PP y C’s para el diálogo. Y el ‘nuevo’ PSOE que tiene que elegir, el ‘no es no’ a Rajoy era la consigna hace unos meses de Sánchez. De momento, se mantiene junto al PP y C’s, parece que ha elegido muro. En el 15-M también se coreaba: ‘PSOE, PP, la misma mierda es’. Un otoño primaveral, a pesar de la lluvia sobre el acto de ayer de Puigdemont, tiene lugar en las calles y plazas de Cataluña. Hay opciones de que se convierta en invierno”.
El martes, la alcaldesa de Madrid era invitada junto a su homóloga de Barcelona a 'El Intermedio', el espacio dirigido por El Gran Wyoming en La Sexta. La primera edil de la capital sorprendió por su claridad a la hora de cuestionar el referéndum catalán. Manuela Carmena opinó que “el 1 de octubre será una catástrofe porque es un cúmulo de equivocaciones” ya que el referéndum no era legal ni constitucional, al estar suspendido por el Tribunal Constitucional. Consideró que un gobierno que se enfrenta a esta situación con una estructura tan solo de represión “es un fracaso, es romper puentes y relaciones. Y será un partido que acabe 0-0 con mucho dolor para todos, cuando lo que hay que hacer es construir y no romper lazos”. Dijo que las distintas actuaciones de Gobierno central y catalán, eran de un comportamiento propio “de niños” y que el proceso era “un chiste”. “La democracia es escuchar, respetar al diferente, no encasillarse en simplemente lo que es eslogan”. En todo caso, Carmena recordó que “la Constitución era una norma que hemos establecido todos y que podemos cambiar”, pero respetando las normas del juego democrático. Defendió, además, que su postura era compatible al haber permitido un acto en Madrid a favor del derecho a decidir, que fue prohibido por un juez. La alcaldesa de la capital consideró que “fue una gran sorpresa” y que “esa decisión ha sido errónea. Ése es el mal camino, cuando vemos una persona que piensa diferente hay que escucharla porque estamos en una democracia”. Carmena compartió plató con la alcaldesa de Barcelona quien considera que el 1 de octubre “va a pasar algo. Entre el referéndum y la nada, seguro que va a haber una grandísima movilización”. Ambas dejaron claro que pueden entenderse, pese a algunas diferencias de criterio: “Me ha parecido que era muy bonito que las dos alcaldesas de las dos ciudades más importantes a nivel nacional, Madrid y Barcelona, viniéramos juntas a demostrar que, aunque en algunas cosas estemos de acuerdo y en otras no, podemos dialogar”, destacó Carmena. Por su parte, Colau continuó en su postura ambigua de permitir votar pero, al mismo tiempo, cuestionar la consulta: “Si se puede votar, creo que no va a salir un resultado que se pueda considerar vinculante” Además, recordó que ella era “crítica con el referéndum unilateral de Cataluña: La independencia te la tienen que reconocer. Si no, te la proclamas tú contigo mismo y luego, ¿qué pasa?”. Colau fue muy crítica con las actuaciones de la Guardia Civil y con la Fiscalía. Consideró que este nivel de “represión” por parte del Gobierno del PP incitaba a la movilización. Que este tipo de actuaciones son “malas para la democracia y para toda España”. Y, en su opinión “no va a producirse el referéndum que Cataluña necesita y, si se puede votar, creo que no va a salir un resultado que se pueda considerar vinculante”.
El president de la Generalitat, Carles Puigdemont compareció el pasado miércoles ante los periodistas, después de una reunión extraordinaria del Govern, en la que respondió a la ofensiva contra el referéndum por la detención por parte de la Guardia Civil de 14 altos cargos de la Generalitat, tras irrumpir en diversas sedes gubernamentales. “El Govern –declaró– ha sido víctima de una agresión coordinada para evitar que el pueblo de Catalunya se pueda manifestar con libertad el 1 de octubre. En estas horas, el Estado español ha suspendido de facto el autogobierno de Catalunya y ha decretado un Estado de excepción”. En su comparecencia, el Govern se mostró firme en su voluntad de proteger el voto de los catalanes el día 1 de octubre. “Estamos convocados a defender la democracia”, asegura Puigdemont. “El día 1 de octubre saldremos de casa, llevaremos una papeleta y la usaremos. Esta acción debe responder democráticamente a los que sólo hablan con el lenguaje del autoritarismo”. Puigdemont enumeró las actuaciones políticas, judiciales y policiales que se han llevado en las últimas horas contra la Generalitat. Entre las destacadas: la imputación de alcaldes, las irrupciones policiales en sedes de la Generalitat, las detenciones de altos cargos, los registros “incluso en casas particulares”, la actuación de la Fiscalía, a la que describió como “al margen de la autoridad judicial”, el bloqueo de las cuentas o la violación del secreto. “Es impropio de una democracia –sentenció– y propio de un Gobierno que ha cruzado la línea roja que separa los Estados totalitarios”. Reafirmando la legitimidad, surgida de las urnas, añadió: “Esta acción está fuera de todo amparo legal, vulnerando los derechos constitucionales”. Aseguró que, ante esto, estudiarían “las respuestas conjuntas” convocando a los agentes económicos, sociales y cívicos del país. “Lo que está viviendo Catalunya no lo vive ningún estado de la UE”, aseguró Puigdemont. “Condenamos y rechazamos la actitud totalitaria del Estado español y de un Gobierno que ha mostrado su cara más intolerante”. Y aseguró que el Govern “ratifica el compromiso de que defenderá siempre los valores democráticos”.
El crucero Rhapsody y el Moby, en Barcelona. Ambos cambiaron los turistas por antidisturbios.
Por su parte, los estibadores del Puerto de Barcelona no abastecieron de servicios a ninguno de los cruceros en los que el Gobierno central decidió alojar los agentes antidisturbios de la Policía Nacional, enviados por el Ministerio del Interior a Cataluña. Las embarcaciones atracaron y los estibadores decidieron “no proveer de servicios al barco opresor del Estado”. El concejal del ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Coronas, respaldó la decisión de los estibadores. El Ministerio del Interior había fletado tres cruceros para alojar a los antidisturbios trasladados a Cataluña. Dos de las embarcaciones fondean en Barcelona y la tercera en Tarragona. Había en esos momentos unos 1.200 miembros de la Policía Nacional desplazados a los que se sumaban otros 1.000 agentes de la Guardia Civil. Según AUGC, 500 agentes habían llegado ya a la capital catalana. Y los primeros días tuvieron dificultades para alojarse. El resto de los efectivos se alojarían en esas embarcaciones. Se previó trasladar una cuarta embarcación a Palamós (Girona) en función de las necesidades de alojamiento. En total, eran más de 4.000 los agentes que llegarían a Cataluña. Debido a la dificultad de alojarlos a todos en un tiempo récord, dormirían en camarotes y utilizarían los comedores y las zonas comunes de estas tres embarcaciones como cualquier turista. El primero en atracar fue el crucero Rhapsody, de la naviera italiana GNV y con capacidad para 2.448 pasajeros. Llegó el miércoles al puerto de Barcelona. El segundo llegó a Tarragona a mediodía. Era el crucero Azzurra, de la misma naviera y capaz de albergar a 2.180 personas. El italiano Moby Dada, llevaba pintada en uno de sus lados una cara gigante de Piolin y el Pato Lucas. Los agentes pernoctarían y comerían en los tres buques pero los verdaderamente afortunados serían los del Moby. Según su web, el ferry contaba con un solarium, tele por satélite y un parque infantil con colchonetas hinchables y piscina de bolas. Todo un lujo para unos antidisturbios, cansados de recibir todo el día insultos y gritos de los catalanes, aunque dispuestos a dar caña a fondo, si fuera preciso.
Enriq Sopena escribe en ElPlural.com el artículo “Concurso de torpes, con el Barça actuando de muleta independentista”, en el que dice: “Asistimos a una lamentable situación en Cataluña, donde se han mezclado varios ingredientes nefastos: la sordera del Gobierno de Mariano Rajoy Brey; la terca ceguera de los independentistas y el silencio interesado del PDeCAT (antigua Convergència, siempre de la mano de Jordi Pujol y sus principales investigados por asuntos de dinero y corrupción). A estos ingredientes añadimos la puesta en escena de un Fiscal General del Estado (reprobado en el Congreso) que, en el ardor de su gestión, se extralimita, ordenando la citación de más de 700 alcaldes, con un gesto que supone poner el carro delante de los bueyes cuando no había delito. Lo señalaba Baltasar Garzón en la Cadena Ser. Así, estamos ante una tormenta perfecta. Porque en vez de buscar sin descanso algún acuerdo, los de Rajoy Brey se parapetaron tras los jueces a modo de solución de todos los males. No valoraron que, una vez iniciada, la vía judicial no se detiene. Y ésta no es buena consejera en asuntos de la política, que exige diálogo y mucha cintura, sin excluir posturas firmes. A partir de ahí, una catástrofe detrás de otra: el equipo económico del Govern en el calabozo; la Guardia Civil registrando dependencias oficiales y viéndose recluida por manifestantes o rescatada por unos apáticos Mossos, situados entre la espada y la pared; los de la CUP, ocupando las calles; Carles Puigdemont, sacando pecho de hojalata; Rajoy Brey, clamando en el desierto; Pablo Iglesias, encantado de hablar de presos políticos; el Congreso, disminuido. El Barça, que nos avergüenza a muchos barcelonistas porque desde hace mucho se convirtió en muleta del independentismo. En el puerto de Barcelona, tres hermosos barcos anclados para alojar a las fuerzas de seguridad. Y los ciudadanos, estupefactos. No es de extrañar que algunos vuelvan los ojos hacia Pedro Sánchez para ver si el socialismo es capaz de terciar en tan peliaguda situación, pendiente todavía de empeorar. Ningún show televisivo podrá igualar nunca un concurso de torpes de tal calibre”.
Las detenciones efectuadas en Cataluña por la Guardia Civil en el curso de una operación judicial contra el referéndum del 1-O han provocado reacciones a lo largo y ancho de toda la opinión pública catalana. Ha habido un comunicado del Barça en contra del operativo y un comunicado del Primavera Sound, colocándose del lado de “todas las instituciones, entidades y personas que durante estas últimas horas están sufriendo esta agresión a sus derechos civiles más fundamentales”. Y, aunque lo cierto es que los grupos catalanes son, en general, bastante cautos a la hora de hablar de independencia, referéndum y similares conceptos, The New Raemon, dio su apoyo a las CUP hace unas cuantas elecciones. Pero, en general, poco se sabe de lo que piensan acerca del conflicto Sidonie, Dorian y demás indies de Barcelona e inmediaciones.
Y más de una docena de famosos nacidos o que viven en Catalunya ya han mostrado en Zeleb.es (6 de septiembre) su apoyo o rechazo por el supuesto referéndum. Por ejemplo, Jorge Javier Vázquez, hijo de un murciano y de una manchega, es uno de los rostros populares que no ha tenido miedo a decir que se siente español, si bien también ha reconocido estar a favor de que se organice una consulta. Como ha dicho en más de una entrevista, el presentador de Sálvame no tendría miedo a una posible independencia de Cataluña si eso mejorara la calidad de vida de la gente, aunque aspira a que todo ese proceso se realice “sin engaños”. La mediática colaboradora de programas del corazón, Karmele Marchante, también está a favor de la independencia. Y defiende su postura de forma militante, participando en las campañas de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), donde explica en un vídeo: “Somos la comunidad que más dinero ingresa pero que menos dinero revierte, ni para educación, ni para sanidad ni para las pensiones ni para nada”. Isabel Coixet, directora de cine, es partidaria de un estado federal: “Queremos una España federal en el marco de una Europa federal y socialmente justa”, ha afirmado. De hecho, en un artículo publicado en el diario El País, la realizadora escribía: “Somos catalanes a los que la independencia y todo lo que supone nos da una pereza inmensa”. En ese mismo artículo, hay una frase reveladora: “La idea de España no nos fascina, pero no nos repugna”. En 2013, el cantante Dyango declaró públicamente que era independentista y a ello le dio un toque biológico, genético: “Lo llevo en la sangre, no se puede evitar”. Y fue uno de los artistas que participaron en el Concert per la Llibertat, presencia sobre la que matizó que si iba era porque tenía el sueño de que un día Cataluña fuera un país independiente. “Sería una nación maravillosa, pequeña, con esfuerzo e ilusión”, comentó en un programa de televisión.
Otros “catalanes” que, igualmente, se pronunciaron a favor o en contra: el laureado jugador de baloncesto Pau Gasol ya ha explicado que él se siente español y catalán, con el matiz de que “no lo uno delante de lo otro”. Así, sin haber explicado si votaría a favor o en contra de la independencia de Cataluña, no ha ocultado que, bajo su punto de vista, los catalanes tienen derecho a votar su futuro; opinión que también comparte su hermano Marc y que ambos defendieron en una comida en la Cámara de Comercio de Barcelona. El actor Juanjo Puigcorbé cree firmemente que la solución a los problemas de Cataluña pasa por la independencia. Así lo explicó en una extensa entrevista a la revista Jot Down. Residente en Madrid durante muchos años, acudió como número dos en la lista de ERC a la alcaldía de Barcelona y no ha dudado en comentar que tendrá problemas para reincorporarse a su trabajo como intérprete por su estrecha vinculación política con el independentismo. La presentadora Mercedes Milá es de las que no dudan ni en esta cuestión. Preguntada en el programa “Hable con ellas”, explicó que ella diría “no” a la independencia de Cataluña. El tenor José Carreras considera que si bien antes la separación de España se veía “como una utopía”, ahora el ser una nación independiente está “bastante cerca”. El exfutbolista y actual entrenador del Manchester City, Pep Guardiola, hace tiempo que no oculta sus tendencias independentistas. De hecho se puso ante las cámaras para decir que Cataluña no era España. Y llegó a entrevistarse con Artur Mas, cerrando la lista unitaria de este con ERC y arengando a las masas frecuentemente, pidiendo la “libertad” de Cataluña. Javier Sardá, quien fuera presentador de Crónicas Marcianas, sin ser radical en su postura afín a la unión más que a la secesión, sí se ha mostrado partidario del NO a la independencia y, sobre todo, contrario al procés del modo en que lo ha planteado el Govern. No es un talibán españolista pero estaría más cercano a los postulados federalistas del PSC. Albert Boadella, dramaturgo catalán, es uno de los grandes bastiones del antiindependentismo catalanista. Y, si bien de joven estuvo cerca de posiciones de izquierda antifranquista catalana, siempre ha peleado contra “el poder”, ya sea de extrema derecha, izquierda o independentista. En los últimos años, se ha caracterizado es por su lucha contra la deriva independentista, por lo que se ha puesto del lado de Ciudadanos y de su defensa de la unidad de España.
Entre las fotomontajes de esta semana, “El partido fundado por franquistas que hicieron una guerra por la paz está deteniendo políticos por la democracia”.
Otras: Se filtra el plan del Gobierno de cara al l-0.
Llegan los refuerzos.
El descacharrante ‘casting’ para la película del proceso soberanista.
Todos ellos se enfrentan al imperio de la ley. Capitaneados por Mel Gibson como Mariano Rajoy y Kathy Bates como Soraya Saéz de Santamaría.
También está Jason Statham como Raül Romeva. Se encargará de las escenas de acción.
He echado cuentas y, si Cataluña se independiza, le corresponde la custodia de dos miembros de la Familia Real” (Tremendig Topic.)
El humor de esta semana: Peridis, Forges, El Roto, Miki y Duarte, J. R. Mora, Manel F. Pat, Sciammarella, Harca, Alipori, Faro, La boca del Logo…
Pep Roig, desde Mallorca: La fuerza de la política o la política de la fuerza, Dos capítulos, A la rutina, Atado y bien atado, Resurrección en gris, urnas de destruccióm masiva.…
Los vídeos de esta semana. LATE MOTIV - Monólogo de Andreu Buenafuente. "Esto no tiene ninguna gracia" | #LateMotiv273