Las obras de remodelación de la plaza del Pedró, en el Raval barcelonés, han puesto al descubierto los restos óseos de tres esqueletos humanos colocados en posición decúbito supino (horizontal y boca arriba). Las primeras estimaciones apuntan a que serían tumbas funerarias de finales del periodo romano. Pese a que al conocerse el hallazgo los servicios arqueológicos no han querido dar datos más concretos, finalmente el consistorio barcelonés ha confirmado mediante un comunicado que se trataría de restos tardo antiguos (s.V-VII d.C) y que podrían formar parte de una necropolis mayor...
La noticia ha trascendido gracias al blog del historiador barcelonés Dani Cortijo. Recibió el aviso de un amigo periodista, Néstor Bogajo, que por casualidad este lunes por la tarde vio a los arqueólogos empezando a desempolvar los restos. Según Dani Cortijo, la hipótesis romana tendría fundamento por la ubicación del esqueleto: "Las actuales calles Sant Antoni Abad, Hospital, Boqueria y Call eran la vía principal de entrada a la Barcino romana y se sabe que los romanos enterraban a sus difuntos fuera del núcleo habitado, preferentemente en los accesos y en fila a lo largo del camino"."La necrópolis del Gótico también está en una antigua vía de acceso, aunque secundaria, por lo que sería razonable plantearse que los enterrados en la vía principal fueran personas más importantes de la ciudad romana", sospesa Cortijo. Las 70 tumbas de los siglos II y III d.C. de la plaza Vila de Madrid también fueron encontradas durante la realización de unas obras en los años 50, concretamente por la urbanización del antiguo convento de Santa Teresa de las Carmelitas, destruido por un incendio en 1936. Fomento de Ciutat Vella promueve las obras de la plaza del Pedró y entorno, que pretenden renovar la plaza con una zanja y dos búnkers destinados a la recogida neumática de residuos.
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