Bárcena Mayor Queremos dedicar nuestra primera parada en el año 2012 a un lugar que es un caprichito para los sentidos. Hoy, la escapada va a hacer hincapié en un paisaje estupendo con deleite gastronómico incluído.Para comenzar arrancamos motores y tomamos camino hacia el norte, concretamente hacia la zona de Los Tojos-Bárcena Mayor, en el interior de Cantabria.Bárcena Mayor es un pueblo típicamente montañés que conserva de manera impecable una uniformidad arquitectónica y que, debido al enclave en el que se sitúa, dentro del Parque Natural Saja Besaya, se convierte en un destino muy atractivo para los amantes del turismo rural.
Con la explosión de este tipo de turismo en los últimos años, y el objetivo de sobrevivir al éxodo rural, ha surgido la sobreexplotación de algunos lugares para hacerlos atractivos al visitante, lo que a veces les ha hecho perder parte de su personalidad. Con respecto a esta localidad, y en este sentido, diferentes opiniones se encuentran.
Personalmente nos parece un lugar que merece una visita y creemos que ha sabido combinar bien sus recursos para mantenerse con el paso del tiempo dentro de un equilibrio razonable. Existen, además, otras localidades vecinas de las que os hablaremos, como Carmona, mucho más desconocidas pero también muy bellas.
Dicen que, probablemente, Bárcena Mayor sea el pueblo más antiguo de Cantabria. El acceso mismo te introduce ya en un concierto de tonalidades verdes, con muchísimos matices, una sinfonía de color pide a gritos bajar la ventanilla del coche para llenarse los pulmones de oxígeno.El municipio empedrado, es totalmente peatonal, obliga a la llegada a dejar el coche en el aparcamiento habilitado en el exterior. En su interior, se salpican unas cuantas casas de piedra y madera, homogéneas, que mantienen el sabor tradicional, además de la pequeña iglesia que reposa en el centro de la localidad, los lavaderos y unos cuantos locales de restauración, asi como pequeño comercio con productos típicos de la zona.
Las flores decoran alguno de sus balcones, el río Argoza cruza la localidad, salvado por el puende de piedra. Los Lavaderos te trasladan a otra época. Todo esto hace que parezca aún más un lugar de cuento. A pesar de visitar el lugar en plena temporada alta, se respiraba calma y tranquilidad. No puedo dejar de imaginar como puede ser un paseo por sus callejuelas en el mes de invierno, por algún motivo el aroma a leña viene a mi mente…
En definitiva, el paseo por la villa nos parece una opción recomendable, que debería ser coronada con una buena comida típica de la zona. Y para eso, en Los Tojos no debéis dejar de pasar por el Mesón La Bolera, que premiará vuestra visita con una excelente relación calidad-precio y un cocido montañés de impresión. Servido en cazuela, con el sabor intenso de Cantabria concentrado en cada cucharada. Además de otros platos de cocina tradicional y, por supuesto, de sus excelentes postres caseros. Recomendable reservar si se va en temporada alta.
El pasado año, nuestra visita fue en pleno mes de agosto, escapando de casi los 40 grados madrileños nos refugiamos allí, en Cantabria, degustando ese cocido montañés en un entorno que rondaba los 16 grados centígrados y paseando por las calles de Bárcena Mayor, dejándonos conquistar por ese encanto peculiar del sabor de lo tradicional en un lugar para nosotros muy especial. Lo decía el eslogan publicitario, Cantabria infinita.... Nosotros solo podemos añadir; ¡Y tanto!...¿Tienes planes hoy?