BARCINO COLONIA ROMANA, DE LUIS CONDE MORAGUES, CAPITULO Nº 11º, A LA BARCELONA D' ABANS, D' AVUI I DE SEMPRE...22-09-2015...!!!

Por Trini @mtvotrinidad


Figura II-2. El puerto de Barcelona a fines del siglo XV o principios del XVI; según el “Llibre d’armes d’Espanya i Catalunya” recopilado y pintado por Rafaela Puig al servicio de Conde de Guimerá.Extraído de la “História de Barcelona”. Sobrequés (dir). 1 1. Tomo I. p 33. Ayuntamiento de Barcelona y Enciclopedia Catalana.El Portal del Mar (círculo) localiza con exactitud a un muelle o escollera. Este puede estar sobre el núcleo del saliente arenoso que está también dibujado por van Wijngaerden, ya a finales del siglo XVI y en el mismo lugar con excelente precisión (figura II-4).Según se ve en las figuras siguientes, esta no es la escollera construida en el siglo XV y puesta a la luz por recientes excavaciones (Soberon, 2010) que estaba algo más al norte y que había sido cortada al llegar a la playa,Obsérvese la difusa presencia del bajío al final de la escollera. Esto puede representar simbólicamente les Tasques, con los restos de la isla de Mayans.

Figura II-3. Van Wyngaerden. Detalle de la una vista de Barcelona desde Montjüich. Es la más antigua vista conocida de Barcelona (1565). Copia del Instituto Cartográfico de Catalunya, ICC, del original del National Museum de Viena.- El círculo señala al Portal del Mar. Y delante del Portal del Mar a la derecha, en el óvalo, hay un saliente arenoso en la playa que concuerda con el espigón representado en la figura anterior (II-2). Ambos algo más abajo que Santa María del Mar. Este saliente arenoso debería tener como espinazo los restos de algún dique anterior al del siglo XVI. Pudiera ser la huella fósil de un supuesto espigón romano del siglo I d.C. que hubiese quedado enterrado en la arena. (Comparar con la figura II-5.)Algo más al noreste (arriba en la figura) se insinúa apenas un dique en la playa. Se ha marcado con un rectángulo. Es posiblemente el espigón construido los años 1477-1478 que se podrá ver mejor en la otra vista de este artista desde el mar (Fig. II-4), ambas procedentes de la Biblioteca Nacional de Viena. Es la escollera puesta a la luz por recientes excavaciones (Soberon, 2010). Según explica Bofarull, este espigón fue cortado al llegar a la playa para evitar que la arena se acumulase en exceso y cegase por completo a la zona portuaria más al norte, cerca del desaparecido monasterio de Santa Clara (Bofarull, 1855).
Figura II-4. Van Wyngaerden. Detalle de una vista de Barcelona desde el mar. De la misma fecha de la anterior (1565) – El círculo señala al portal del Mar.Debido a la perspectiva frontal, el saliente de la playa enfrente, es menos perceptible que en la Figura II-3, y llega casi a la altura de Santa María del Mar. Más a la izquierda de Santa María del Mar, el dique del siglo XV cortado en la playa es evidente (ver Soberón, 2010). Las aguas a la derecha (norte) del espigón aparecen turbias, lo que sugiere una acumulación arenosa. (Comparar con las figuras anteriores: II-2 y II-3.) (Instituto Cartográfico de Catalunya y National Museum de Viena).
Los siglos I a IV d.C.Progresivamente el extremo de las Ramblas pierde profundidad y la actividad se concentra justo debajo del Mons Taber. La cercanía a la puerta de la ciudad (en la calle Regomir) favorece la gestión de la carga y descarga.El cambio del centro de la actividad expone algo más a las embarcaciones al viento de levante, pero no al oleaje gracias a los bajíos arenosos que actuarían como rompientes. El posible descenso del nivel del mar elevaría relativamente los bajíos arenosos mejorando todavía la protección.Eventuales cambios en la costa del Barcelonés pudieran tener relación con el supuesto descenso del nivel marino que se produce en el siglo I d,C. (emergencia de la Florida) que durará hasta el siglo IX aproximadamente. Descenso que parece confirmarse recientemente (Soberón, 2010; 137):- Al emerger otras partes de los bajíos frente al Mons Taber. La isla de Mayans tomaría entonces mayores dimensiones.- El testimonio de Avieno es la única noticia sobre las Tasques (los antecedentes de la isla de Mayans medieval) durante el Imperio.Aparentemente la tendencia es que es que esta isla arenosa se haya ido reduciendo desde su punto más alto entre los siglos I y VIII d.C.. Los últimos datos sugieren que entonces, localmente al menos, el mar era algo menos profundo. La isla ya no emerge a fines del siglo XV, pero subsiste todavía el bajío.- Solo se produciría un discreto retroceso de la línea de la playa al pie del Mons Taber. Discreto porque el talud es en esta zona muy acusado.Al pie del Mons Taber, frente al mar abierto y sus barras arenosas, la profundidad fue suficiente durante la Edad Media (de Bofarull, 1855: 175).Hace relativamente pocos años, se encontraron las termas del puerto en Barcino, extra-muros de la salida de la calle de Regomir, junto a la playa, una peculiaridad de los puertos romanos (Miró, Puig, 2000; citados por Hernandez-Gasch, 2006). Es así aparente que el puerto era muy activo y que la zona más utilizada del puerto se había trasladado relativamente lejos de la embocadura de la Rambla. Quedando muy cercana a las huellas del saliente arenoso que analizamos en las figuras II-3, II-4 y II-5 frente al Portal del Mar, hoy desaparecido. Ello nos marca un nuevo centro de gravedad del puerto, que ya habíamos relacionado con la pérdida de profundidad y capacidad del final de la Rambla como puerto natural. Estos restos junto a los de la fábrica de garum y conservas de pescado debajo de la plaza del Rey y las diversas fábricas de ánforas a uno y otro lado de la actual Vía Layetana son exponentes de una sensible actividad del puerto de Barcino (Carreras i Guitart, coord., 2009).Los dibujos de van Wijngaarden del siglo XVI, cuando el mar ya habría recuperado el nivel del principio del siglo I d,C., (submergencias de Rottnest y medieval) nos pueden estar marcando muy claramente la posición de una vieja escollera enterrada (figuras II-3 y II-4) como una punta saliente arenosa en la playa frente al Mons Taber, (Riba, Colombo, 2009: fig. 48, - curvas de Pirazzoli y de Pluet -).

Figura II-5. Puntas arenosas actuales provocadas por diques o escolleras artificiales en la costa actual del Barcelonés. (Riba, Colombo, 2009)
Tales puntas arenosas en la costa del Barcelonés y el Maresme, hoy todavía, necesitarían de un cierto esqueleto firme para retener los arrastres de arena (fig. II-5). Por tanto se pudiera aventurar que o son puntas con un origen rocoso o de origen antrópico. En este último caso ocultando un embarcadero o dique artificial semi-sumergido (Galera, Roca, Tarragó, 1982).Un embarcadero (quizás de madera) hasta el borde del talud de la playa, hasta la línea en que la profundidad aumentaba bruscamente, sería de esperar. En muy recientes intervenciones arqueológicas del Servei d’Arqueologia de Barcelona, dirigidas por el Sr. Jordi Petit (codi 04 -13) bajo la casa nº 9 del Paseo de Colón se han localizado estructuras de piedra identificadas como un dique o muelle del puerto romano paralelo a la línea del mar.El saliente de la playa, al sur y muy cerca del Portal del Mar medieval y de Santa María del Mar (claramente dibujado en las figuras II-2, II-3 y II-4), parece ser el único indicio de una posible escollera de origen pre-medieval. Que en los siglos XV y XVI estaría sumergida en la arena y en el agua.No es probable que esta posible estructura fosilizada, bajo el saliente arenoso en la playa, se construyera en los tiempos muy difíciles de los siglos V al XI, dominados por la decadencia del Imperio Occidental, el reino Visigodo, la invasión musulmana y el difícil arranque de la Reconquista. Lo que nos lleva a considerar un posible origen romano imperial, en el apogeo de una Barcino rica y muy activa como exportadora. Esta muy antigua estructura, bajo el saliente arenoso dibujado por van Wijngaarden, estaría en el lugar justo para dejar fuera del puerto a los sedimentos procedentes de la desembocadura del Merdançar (la riera que hasta el siglo XI descendía por la posición actual de la Vía Layetana). Y evitando así la entrada de arenas en el puerto romano. Sin que por ello los barcos de menor calado dejasen de utilizar el resto de las playas entorno a Barcino.La construcción del castellum, en la fachada mar de la muralla de Barcino, durante su refuerzo y reforma a fines del siglo III, o en el siglo IV, confirma que entonces la defensa del puerto era considerada importante.Hay indicios de que a partir del siglo II d.C. parece reducirse el tráfico de ánforas de vino en la Tarraconense. Es también cierto que los indicios históricos apuntan a un descenso del comercio en el Occidente del Imperio en el siglo IV y siguientes, hasta una recuperación en el siglo XI.
La calle Argenteria http://mtvo-bcn.blogspot.com.es/2015/01/el-born-en-la-barcelona-d-abans-d-avui.html

De la puerta este de la ciudad, donde ahora está la plaza del Ángel, salía una vía en dirección noreste que conectaba con la vía Augusta en dirección a la Gallia y Roma. Salía además otra vía en dirección sudeste, con un recorrido muy similar a la actual calle Argentería. Esta vía se ha datado en el siglo I d.C. Soberón (2010) describe e interpreta los resultados de las intervenciones arqueológicas en el Pla del Palau. Se evidencia una laguna abierta al mar y los restos de ánforas desgastadas por el oleaje en una playa sumergida. Es entonces segura la existencia de otra zona de embarque en las cercanías de la Estación de Francia, comunicada con la ciudad por esta vía que seguía aproximadamente la calle Argentería actual. La playa no solo sería utilizada como embarcadero, quizás también como lugar de arribada de los pescadores. Incluso podía ser un lugar adecuado para el baño en el mar como cita Plinio y otros autores en relación con los ejercicios deportivos. Por otro lado, el lugar, arenoso y pantanoso, podía ser entonces escasamente cultivable, pero sería muy atractivo para la caza y la pesca. Un espacio que es descrito, - mil años después -, como areneo delicis maris, de occiduo in prefatum Stagnum qui discurrit in ipsa mare (Abadal, 1926-1952, Vol., II: 323). Se llegaba hasta cerca de la orilla del mar, donde no se han hallado restos de ninguna construcción. También la vía pudiera dar acceso a una palestra, - un terreno para ejercicios deportivos o militares -. sobre una larga lengua de arena de un par de metros de altura a lo largo del mar Juliá. Riera 2014). Ya más tarde, tras los duros episodios de fines del siglo III, el espacio parece degradarse y durante siglos será usado como una humilde necrópolis. Otro posible indicio Debajo de la base de la torre de la muralla tardo-antigua de Barcelona nº 33 se encuentra un muñón de opus caementitium. (En la plaza dels Traginers, al final de la calle Subteniente Navarro.) No parece contener material arquitectónico recuperado, lo que sugiere una gran antigüedad. Por lo que se puede apreciar, estratigráficamente parece ser anterior a la muralla tardo-antigua. No se le ha encontrado una interpretación arqueológica en la bibliografía. Por su posición, aspecto y relación con la muralla y las torres muy próximas, parece un resto muy antiguo que los arqueólogos de hace unas décadas han cuidado en conservar, pero que no ha encontrado su interpretación. Es posible que se tratase de una muralla de protección para el puerto, para evitar la entrada en el área de embarque de sedimentos y restos de la riera contigua (el Merdançar) que hasta el siglo XI bajaba por la vía Layetana.


Es necesario tener presente que los arrastres de sedimentos por las rieras y los ríos siempre habían sido el problema principal en muchos puertos del área mediterránea. Después del siglo XI, tras desviarse el Merdançar y sus aportes sedimentarios hacia el norte, no sería por tanto útil, sería más bien un estorbo. Posiblemente, dado su nivel sensiblemente más alto que el del mar, no es una escollera. Pero sería un muro alineado con ella. Está a unos metros sobre el nivel del mar actual, por lo que no es fácil que corresponda a un embarcadero o escollera pese a estar alineado con el saliente arenoso de la figura 4 a nivel del mar. Saliente que hemos observado pudiera marcar una antigua estructura portuaria fosilizada. Puede observarse que las corrientes dominantes llevan a los arrastres de sedimentos paralelos a la costa a acumularse preferentemente en el lado noreste de las escolleras en la costa de Barcelona. Y las mejores áreas portuarias se situaban entonces en el costado suroeste de las escolleras. Aquel saliente arenoso está al suroeste, a poca distancia, del dique construido en el siglo XV tras el desvío del Merdançar (figura II-4). Figura II-6 Un muro de Opus Caementitium al pie de la Torre 33 de la Muralla del Siglo IV de Barcino. Plaza dels Traginers, detrás de Correos. Su prolongación coincide con el saliente arenoso de las figuras II-4 y II-5, que hemos observado que pudiera ocultar una posible escollera romana (Fotografía del autor).

Figura II-7 Construcción de un dique romano (de la Peña, 2002).http://www.todostuslibros.com/libros/barcino_978-84-943862-1-3



©Luis Conde Moragues. Todos los derechos reservados.Barcelona, B-6416-09; B-3449-14Depósito legal: B 11865-2015ISBN: 978-84-943862-1-3
Permiso del autor, palabras textuales:Luis Conde Moragues.Yo no tengo un interés económico sobre mis trabajos arqueológicos e históricos . Solo busco que mis hipótesis sobre nuestra ciudad lleven a acciones de las instituciones responsables. Adoro a esta ciudad. Puedes copiar y dar difusión a mis teorías. Más aún si puedes darles más audiencia.El problema es que si bien yo he recibido mucho soporte, y creo que la evidencia es muy fuerte, esta es poco tangible.Pero la silueta de la elipse esta allá desde hace 1700 años. Y probablemente estará muchos años más pidiendo una explicación.
Lo mejor es que las ideas (que critico) que se publican sobre la Barcelona romana no son creíbles ni se pueden soportar científicamente. Pero Barcino es un gran negocio para muchos profesionales.  Para estos, tu amigo es en realidad un estorbo, o peor aún un aficionado.