Barcos: el delantero que no estaba en los planes

Publicado el 29 agosto 2012 por Marianofusco

El Pirata prometió 27 goles para Palmeiras en 2012. Lleva 21.

La convocatoria de Hernán Barcos, delantero del Palmeiras brasileño, a la selección argentina generó reacciones encontradas entre los hinchas. En parte, es entendible. El futbolero promedio se quedó con la imagen del jugador que pasó sin suerte por Racing y Huracán y muy pocos lo hacen con el que fue figura en Paraguay, Ecuador y actualmente en Brasil.

La llegada de Barcos a Palmeiras en el verano pasado generó expectativas. Venía de ser goleador en el fútbol ecuatoriano, pero, como pasa ahora, casi nadie lo tenía en los planes. Descartada la llegada de Lucas Viatri, Luiz Felipe Scolari sugirió el nombre de otro delantero argentino para terminar con la sequía goleadora que el Verdão había atravesado en el Brasileirão 2011, donde había sido uno de los equipo con menos tantos a favor. Apenas 43 en 38 fechas.

Barcos llegó en silencio y con todas las miradas puestas en él. El último antecedente de un delantero argentino en el conjunto verde había sido el de Sergio Gioino, mucho más reconocido en Chile que en nuestro país, que pasó con más pena que gloria en 2006. Así, la presión era doble.

Uno de los mejores goles de Barcos en Palmeiras.

Y el Pirata no se asustó. De entrada, y conciente de que su equipo tendría por delante el Paulistão, la Copa do Brasil, el Brasileirão y la Sudamericana, prometió 27 goles en el año. Y empezó a cumplir de entrada. Se le abrió el arco, fundamental para un delantero, y también se vio otra faceta casi desconocida, la de asistidor y la de un tipo que no solo está para definir, también hace jugar a sus compañeros. Hizo goles de todo tipo: lindos, feos, de cabeza, de jugada, empujándola sobre la línea, esquivando rivales desde la mitad de la cancha. Así, fue uno de los puntos altos del equipo en el campeonato paulista, se destacó en la Copa do Brasil -donde el Verdão se coronó campeón sin mayores sobresaltos-, fue fundamental en la ida ante Botafogo por la Sudamericana y es el goleador del equipo en el campeonato local, donde por estos días Palmeiras naufraga en la parte baja de la tabla. Nada que reprocharle a Barcos, que ya lleva 21 tantos y todavía queda la mitad del Brasileirão y la Sudamericana.

Hace algunos meses, cuando un ataque de apendicitis lo marginó de la final de la Copa do Brasil, le trajeron a Obina, otro delantero de peso, de buen paso por Palmeiras en 2009. Cuando parecía que Scolari estaría obligado a elegir entre los dos, se la jugó y mandó a ambos a la cancha. Y los dos respondieron bien, con una leve ventaja para el argentino.

La convocatoria a la selección argentina fue una sorpresa para todos. Porque hasta hace pocos meses Barcos tenía la intención de nacionalizarse ecuatoriano en pos de un llamado a la selección de ese país, donde brilló con los colores del Olmedo y la Liga Deportiva Universitaria de Quito.

El llamado de Alejandro Sabella llega en el mejor momento de su carrera. Sabe que la chances de vestir la camiseta albiceleste ante Perú y Paraguay son escasas, que sus competidores inmediatos son de nivel europeo, pero Barcos se ganó su lugar con goles y esfuerzo en las últimas temporadas. No es cosa de un solo campeonato. Disfrute, Pirata, lo tiene merecido.