Bariloche: todo cambia

Por Elainn

Más allá del retraso de media hora del micro de Villa La Angostura a Bariloche, no hubo ningún otro problema. El micro iba llenísimo y se tardó mucho en subir los bolsos y mochilas porque tuvo que hacerlo el chofer. Fue una locura. El trayecto es corto así que a pesar del tránsito pronto estuve en la ciudad que más conozco de la Patagonia. Como no tenía ganas de esperar, me tomé un taxi de la terminal al departamento.

Igual que en mi último viaje en 2020 (sí, el año del comienzo de la pandemia), me alojé en un departamento en el centro. Ya no necesité hacer la reserva por Airbnb porque tenía los datos del lugar. Si les interesa, vayan a mi entrada de 2020 y busquen el enlace al Astoria Patagonia. También ahí pueden leer mi opinión, que brevemente se resume en que volvería una y otra vez. Para lo que a mí me interesa es perfecto.

Almorce la porción de tarta que había comprado en La Angostura más ensalada rusa del supermercado Todo.

Ese día descansé. Caminé por el centro, fui a la oficina de turismo… No sé. Volví a enamorarme de Bariloche.

Al otro día realicé mi primera excursión con Turisur. Aproveché que no sólo me salían más baratas por previaje sino que te daban un descuento por compra anticipada y 12 cuotas. Casi te salían regaladas. Además la agencia de Turisur está a metros del departamento donde me alojé.

Decidí ir a Puerto Blest, cascada de los Cántaros + Lago Frías. Yo había ido en ¿1999? y me había encantado. Wow, ¡tantos años!

Nos encontramos en la puerta de la agencia y subimos al colectivo hasta Puerto Pañuelo (yo compré la excursión con traslado, pero no es necesario hacerlo: pueden ir en auto o tomar un colectivo de línea). Allá había una cola larguísima. Impresionante. Se llenaron dos catamaranes para Puerto Blest y otro para isla Victoria y Bosque de Arrayanes. Cientos de personas. Llevó su tiempo hacer el trámite para abordar, pero finalmente partimos a navegar por el lago Nahuel Huapi.

El día estaba hermoso y daba placer estar en cubierta alimentando a las gaviotas que comen de la mano. Saludamos al islote Centinela donde está enterrado el Perito Moreno, gracias a quien tenemos el Parque Nacional Nahuel Huapi y nos adentramos en el brazo Blest y la selva valdiviana.

Descendimos y nos dieron tiempo libre para comer algo (yo me había llevado como vianda un sandwich de salame). Recorrí la península fascinada por el color turquesa de las aguas y me saqué varias fotos. No sé cómo explicarles lo bello que es ese lugar.

Luego pasé por el hotel y fui hacia la zona del Barranco de los Huillines ya que había contratado también la extensión a Lago Frías (es opcional y era la parte que no conocía del paseo). Cuando se hizo la hora recorrimos en combi 3km hasta Puerto Alegre y allí subimos a otra embarcación para navegar por el lago Frías hasta el puerto del mismo nombre. Desde el barco admiramos la imponente presencia del cerro Tronador nevado.

Nuestra estadía en Puerto Frías, en el límite con Chile, fue breve. Vimos una pequeña gruta y una reproducción de la moto del Che Guevara, quien usó el paso Pérez Rosales en su viaje por Latinoamérica.

Desde allí se puede realizar un trekking exigente por el Paso de los Raulíes (13km) recorriendo varias lagunas y un bosque de alerces milenarios. Este sendero termina en Puerto Blest. También desde allí está el Paso de las Nubes, una travesía de dos jornadas hasta Pampa Linda, en la base del cerro Tronador. En general se realiza desde Pampa Linda a Puerto Frías. El primer día se pernocta en el refugio Rocca (14km) y luego se continúa a Puerto Frías (12km). Requiere registro.

Volvimos a Puerto Blest y comenzamos el recorrido hacia las cascadas. Era posible ir en barco a Puerto Cántaros, pero preferí la caminata. Primero fuimos por la playa en el sendero de la Bahía (800m) hasta el comienzo del sendero Parques Nacionales (3km) que va en medio del bosque y cruza arroyos y ¡hasta hay un puente colgante!

Finalmente comenzó el sendero Los Cántaros con sus extenuantes 700 escalones. Ahí vi el cambio más abrupto con mi viaje anterior porque yo no recordaba ningún escalón o pasarela. Todo eso se construyó después. Recuerdo que no fue un camino fácil hasta el el Lago Cántaros y, si bien ahora, tiene toda esta construcción, sigue siendo agotadora. Hay cuatro miradores a la cascada y finalmente uno arriba al alerce milenario (ahora protegido para que la gente no lo toque) y al lago. En ese momento me di cuenta de que realmente habían pasado muchos años.

Para el regreso, subimos a los barcos en Puerto Cántaros.

Ya de vuelta de la excursión, compré dos empanadas en Las 10 empanadas: una de trucha y otra de hongos. Para mí tenían demasiado queso así que no me convencieron. No soy muy quesera.

Al día siguiente aproveché para levantarme tarde. ¡Qué lujo! Sin excursiones, podía moverme a mi antojo y sin apuro. El clima no estaba tan bien como la víspera, pero era perfecto para caminar y hacer un recorrido que había descubierto en mi último viaje en 2020.

Tomé el colectivo 20 a Puerto Pañuelo (sí, como les comenté se puede ir en transporte público aunque el viaje dura alrededor de una hora. El día anterior había preferido ir con el bus de la empresa para no preocuparme por llegar a tiempo). Desde ahí tomé el camino del Circuito Chico hasta el comienzo del primer sendero dentro del Parque Municipal Llao Llao. A 1km y del lado izquierdo, inicia el Sendero Arrayanes. En el viaje anterior había ido hasta el bosquecito de arrayanes, nada más. Ahora continué hasta el final del camino y es precioso. Escoltada por altos árboles, llegué al mirador del Lago Moreno donde me senté a admirar el paisaje y comer unos snacks. Desde ese punto el sendero sigue hasta reencontrarse con la ruta. Si quieren, uno puede bajar a la playa del lago. Yo no lo hice porque hacía frío. En total son unos 3 km.

Seguí un poco más por la ruta hasta el comienzo de los próximos senderos. Empecé por el camino a Lago Escondido (800m). Hay un pequeño mirador al Lago y la verdad es un poco decepcionante si lo comparamos con otros. Igual es un sitio que genera mucha paz. Continué entonces hasta la Bahía de los Troncos (a 500m del anterior) y me senté un rato frente a la bahía bajo la protección de unos árboles porque el viento era helado. La bahía da al Lago Nahuel Huapi y más allá está Bahía López. Terminé de comer mis snacks y emprendí el regreso…. aunque no del todo. Volví sobre mis pasos y llegué al Puente Romano (700m desde la bifurcación de senderos). Muy raro ese puente de piedra en medio del bosque, pero también muy mágico.

Hay un sendero desde ahí al Mirador Tacul (1,6km) que me hubiera gustado hacer, pero ya comenzaba a cansarme y significaba desviarme del camino de regreso. Tengan en cuenta que tenía que volver por la ruta varios kilómetros hasta Puerto Pañuelo. No pasa ningún colectivo por el Circuito Chico. Igual espero conocer Villa Tacul en algún momento (se puede ir también desde el sendero al cerro Llao Llao).

Comencé a caminar por la ruta esquivando a los autos que van a demasiada velocidad a pesar de saber que hay gente caminando por la banquina ya que no hay nada definido para los peatones. ¿Por qué conducen tan rápido si están paseando? Es un circuito turístico para disfrutar, no matarse en un accidente. Comí algunas moras en el camino y finalmente subí al hotel Llao Llao porque el colectivo parte de ahí vacío.

De vuelta en el centro, fui a comer a La Alpina sorrentinos de ciervo. Bien, pero nada de otro mundo.

Al otro día fue mi segunda excursión de Turisur. Fue un día largo. El tour fue al Cerro Tronador y el camino te agota porque hay mucho ripio. Yo había ido en 2011, pero muy a las apuradas y quería volver. Además este paseo incluía la cascada de los Alerces, cosa que no había conocido la vez anterior.

El día comenzó nublado y lluvioso, pero fue mejorando con el paso de las horas.

Entramos al Parque Nacional y fuimos primero a las cascadas. Bueno, primero paramos en el baño. El camino va bordeando el río Manso que nace de los glaciares del cerro y desemboca en el Pacífico. Al final se llega a la Cascada que es hermosa. El color del agua es espectacular. Me hubiera quedado horas, pero teníamos que volver. Antes de subir a la combi, compré una porción de strüdel de manzana de Elena. Una delicia. [Junto a la entrada del sendero hay una casa de té donde se puede comer algo rico, ahí también están los baños. La guía me recomendó el strüdel y tenía mucha razón].

Nuestra siguiente parada fue en el mirador de la isla Piuqué Huapi para sacar fotos. Volvimos al ripio hasta llegar al Ventisquero Negro, uno de los glaciares del Tronador. Lo vi bastante cambiado respecto a la vez anterior: mucho menos hielo y ningún témpano en la laguna. Después niegan el cambio climático. El glaciar está cubierto de sedimentos, por eso su color es tan diferente al Perito Moreno.

Tras un buen rato en el ventisquero, bajamos a la base del cerro para tiempo libre. Yo había llevado mi vianda de medialunas de jamón y queso así que las comí rápido (y evité el restaurant) y fui a realizar el sendero a la Garganta del Diablo (la otra vez no había podido por el poco tiempo que tenía). Es un sendero de 800m hasta unas cascadas.

Luego fue el retorno. Llegué muerta al departamento. Me preparé una sopa rápida, me duché y me acosté.

Me desperté temprano y tomé a eso de las 8 el colectivo 20 al km 13 (calle río Correntoso y playa del lago). Allí bajé para encontrarme con el capitán del velero Fantasma II. Yo había contratado el paseo por agencia, pero pueden hacerlo directamente. Hay otros horarios. ¿A quién no le gusta navegar en velero? Sólo éramos una familia y yo. Originalmente quería ir a la isla Huemul, pero ahora está prohibido el desembarco. Navegamos por el Nahuel Huapi e hizo bastante frío cuando nos alejamos del resguardo de la bahía. Nos detuvimos un buen rato en Bahía La Escuelita a disfrutar del sol. Paisajes de ensueño y me sentí como una diosa.

Volvimos y quise almorzar en el restaurant Bahía Serena, pero estaba antojada con trucha y no tenían trucha. El lugar me gustó, aunque estaba casi todo ocupado. Tomé el colectivo de vuelta y terminé comiendo un choripán en La Marmite. Es un plato que también se me antojaba y que estaba a buen precio, cosa extraña porque La Marmite es un sitio bastante costoso.

Me recosté un rato a la siesta y después salí a caminar por el centro. Comí helado de tiramisú y frambuesa en Mamuschka.

¿Ese fue mi último día en Bariloche? No realmente.

PENDIENTES (¿Por qué siempre me quedan pendientes? Me dan ganas de volver):

  • Caminata nocturna por el bosque con cena en refugio de montaña. Se realiza en el Refugio Neumeyer en primavera – verano. Se hace dos días por semana y esta vez no pude coincidir. La próxima me fijaré primero en esto para organizar mi visita a Bariloche. También realizan una Caminata a Laguna Verde. No me entusiasma igual que la anterior, pero no voy a parar hasta conocer todo lo que Bariloche tiene que ofrecer. Otra opción es subir a la cumbre del Challhua-Co. En invierno tienen una excursión a una laguna congelada. Pero no me gusta el frío.
  • Hay tres opciones de rafting: flotada en el río Limay (grado1/2), rafting río Manso Inferior desde Lago Steffen (grado2/3) y rafting río Manso a la Frontera con desembarco en frontera con Chile (grado 3/4, el más complicado). Hay varias agencias y no sé cuál es mejor: Punto Límite, Extremo Sur, Aguas Blancas. Pueden comparar precios y prestaciones. Me recomendaron mucho el de Río Manso a la Frontera, pero es caro y yo ya había hecho rafting en el Chimehuin. No repito actividades en el mismo viaje… salvo que sean navegaciones.
  • Travesía en 4×4 al Cerro López. Tiene una salida a las 10 y otra a las 14. No incluye traslado. No sé cuál es el operador de este paseo. Pueden preguntar en la oficina de turismo o en alguna agencia.
  • Cerro La Buitrera. Es un trekking que se puede hacer sin guía. Se empieza en la estancia de la Familia Crespo. Acá les dejo toda la info de cómo ir por cuenta propia: Patagonia trekking. Si no se animan, pregunten en Caminatas La Lucha.
  • Caminata por isla Victoria. Me interesa ir a la isla Victoria, pero no al Bosque de Arrayanes y todos venden la excursión conjunta (Cau Cau).
  • Salón de té Bellevue (fui en 1993 en mi viaje de egresados y no volví nunca más).

OTROS SENDEROS CORTOS:

  • Los Rápidos (Lago Mascardi) a Lago Los Moscos (2km): Cerca del Camping Los Rápidos y del río Manso. Ir en el colectivo camino a Pampa Linda.
  • Los Césares a cascada Los Césares (2km): Desde el Hotel Tronador, camino a Pampa Linda. Hay varias caminatas por la zona del hotel.
  • PAMPA LINDA =
    • Pampa Linda a Saltillo Las Nalcas: 5km ida y vuelta desde Pampa Linda.
    • Mirador Glaciar Castaño Overa: 9km hasta el glaciar de más de 600m de alto.
    • Mirador Glaciar Alerce: 9km hasta el glaciar. Hay excursiones de tres días para cruzar caminando el glaciar.
    • Mirador del Valle: 3km en subida. Dificultad media.
    • Hay senderos más complejos.
  • Seccional Lago Gutiérrez a Cascada de los Duendes (600m): a 3km de Villa Los Coihues. Ir en el colectivo 50 hasta Villa Los Coihues.
  • Seccional Lago Gutiérrez al mirador del lago (1,5km): a 3km de Villa Los Coihues. Ir en el colectivo 50 hasta Villa Los Coihues. Hay un cruce que separa este sendero del anterior.
  • Seccional Maitenes a Playa Leones: 4 km desde el Camping Relmu Lafquen. En el colectivo a El Bolsón, bajar en la Seccional de Guardaparques de Los Maitenes y caminar 2km hasta el comienzo del sendero.
  • Piedra de Habsburgo – Cerro Otto.
  • Cerro Campanario.
  • Refugio Neumeyer a Mirador Laguna Verde: no hay transporte público. 5km en total.
  • Mirador Brazo Tristeza desde Bahía López (2km): se va en el colectivo 10 a Bahía López (pasa por Colonia Suiza).

DATOS:

  • Agencia de turismo Escenario Sur. Es mejor comprar la excursión directamente al operador (más económico), pero por comodidad pueden consultar en esta agencia. Es buena y responsable. +5492944341451 Tienen promociones pagando al contado.
  • Para los fans de la cerveza existe un recorrido por cervecerías artesanales donde puede verse el proceso de elaboración, hacer degustación y probar unas empanadas: Beer Experience. Cervecerías Wesley, Gilbert y Patagonia.
  • Hay cabalgatas en el Km15 cerca del Cerro Campanario (Tom Wesley 0294 460-0738) y en la Estepa (Cerro Los Leones: Lo del Paisa ). Yo hice esta última en mi otro viaje.
  • El sendero Lago Ortiz Basualdo es un recorrido de 18km (ida y vuelta) que une Puerto Blest con el Lago Ortiz Basualdo. Se trata de un camino en medio de la selva valdiviana que pasa por La Heladera y la cascada de los Cántaros.
  • Los colectivos se pagan con la tarjeta SUBE.
  • Transportes a Pampa Linda: Travel Light Turismo, Transitando lo natural (+5492944608581), Refugio Otto Meiling. Salen a las 8:30 y regresan a las 17. Requiere reserva. Este transporte sólo funciona en verano y tarda dos horas en llegar.
  • Colectivos en Bariloche: Mi BUS.
  • Hay un paseo en barco hasta la isla Victoria sin descenso en Navegantes. 2h de navegación.
  • Entrada al Parque Nacional Nahuel Huapi: $260 para argentinos.