El título de este artículo corresponde a una expresión que le oí a un español hace unos cuantos meses atrás, al contestar a una pregunta que le hiciera un periodista sobre la corrupción en su país y de cómo combatirla. El ciudadano español fue entrevistado en el marco de un programa televisivo donde se analizaba el cáncer social de la corrupción en el ámbito internacional. Lo que quiso decir ese ciudadano, es que la corrupción debe comenzarse a combatir desde los más altos niveles del poder, ya que de lo contrario se correría el peligro de castigar sólo al “chino de RECADI”. Esto también tiene que ver con el ejemplo que tienen que dar a sus subalternos los superiores en jerarquía. En este sentido, siempre debemos comenzar pensando desde la familia, son los padres quienes deben enseñar a sus hijos con el ejemplo. Si pensamos en la educación formal desde el nivel inicial hasta el universitario, son las y los educadores quienes deben enseñar con el ejemplo. En la política, son los líderes y liderezas quienes deben dar el ejemplo para tener autoridad moral para liderar el combate contra la corrupción. Así sucesivamente en todos los ámbitos de la vida nacional.
Para reforzar el planteamiento anterior, nos permitimos recordar una expresión que conocimos en la década del 90 y cuya autoría ahora no podemos precisar, pero que sirve para la reflexión moralizante que hoy insistimos en abordar: “SI ROBAN LOS DE ARRIBA, ROBEMOS LOS DE ABAJO”. Todo esto con el propósito de aplicar esta expresión a los mecanismos de corrección que debemos usar en el combate de la corrupción, y en el caso particular que hoy nos ocupa, en el combate, desde su origen, de la especulación y la usura, que durante años ha cabalgado con impunidad sobre el lomo de la sociedad venezolana; con el agravante de que en esta oportunidad, sería usada por los mismos beneficiarios inescrupulosos que la provocaron, con la aviesa intención de matar cuatro pájaros con una sola pedrada: 1. Obtener ganancias groseras que comprobadamente en algunos casos superaban el 1000 (mil) %. 2. Achacarle al gobierno chavista liderado por Nicolás Maduro, los efectos devastadores de esta especulación y usura sobre el bolsillo del pueblo venezolano 3. A corto plazo capitalizar el descontento del pueblo, y así obtener una mayor votación en las elecciones municipales del 8 de diciembre y 4. A mediano y largo plazo, desquiciar la economía del país y causar un estallido social que diera al traste con la Revolución Bolivariana.
En la revisión de precios que se están haciendo, debe comenzarse siempre por los IMPORTADORES BENEFICIARIOS DE DÓLARES CADIVI o SICAD, porque son ellos quienes marcan la pauta de la especulación y de la usura. HE AQUÍ LA RAZÓN PARA COMENZAR A BARRER LA ESCALERA DESDE ARRIBA. Quien recibe dólares para importar, tiene que informar al Estado venezolano qué bien importará y de cuál país lo hará. Venezuela tiene consulados o embajadas en casi todos las naciones, y en casi todas ellas hay un AGREGADO COMERCIAL, cuyas funciones desconozco, pero el nombre del cargo sugiere que además de promover el intercambio comercial entre Venezuela y el país donde está destacado, podría informarle al Estado cuánto cuestan los productos de exportación en el lugar de origen. Si a eso le agregamos costo de transporte, costos de nacionalización de dichos productos en Venezuela, costos de distribución y cualquier otro costo comprobable en el cual pudiera incurrir el importador, se puede determinar con bastante precisión cuánto le cuesta a cada importador la mercancía que está trayendo al país con dólares preferenciales.
Como la Ley Habilitante debe fijar objetivamente el LÍMITE o el RANGO (mínimo y máximo) de GANANCIA de acuerdo a la naturaleza del bien importado o producido en el país, se podrá establecer de una forma bastante exacta, justa y hasta científica,
el PRECIO JUSTO al cual debe llegar cada bien al consumidor final. Si comenzamos a barrer la escalera de abajo hacia arriba, pudiéramos cometer injusticias penalizando a quien vende caro porque así le venden los distribuidores grandes, y a él o ella no le queda más remedio que agregarle lo que sería su ganancia. Estas indicaciones son válidas para bienes importados o producidos en el país, porque siempre habrá la posibilidad de determinar cuánto cuesta producirlos. En este sentido, todo el que produce debe familiarizarse de la forma más didáctica, más pedagógica con la estructura de costo del bien o servicio que produce o aspira producir para ver si el negocio es viable, porque nadie puede trabajar para perder. Sin embargo, es inaceptable que alguien pretenda obtener sus ganancias a costa de la ruina de los demás. En este contexto, no perder de vista la EFICIENCIA ni a LOS INTERMEDIARIOS. Ambos factores pueden tener responsabilidad en los precios finales.
Para ejemplificar quiénes en la cadena deberían obtener las ganancias máximas y mínimas al comercializar los bienes producidos, utilizaremos el caso de la producción de carne de bovino. Al ganadero dueño de la vaca que pare el becerro, QUE SIENDO CRIADO EFICIENTEMENTE alcanzaría el peso de matadero a los dos años, le pagan Bs. 25 por cada kilo de su toro pesado vivo (en pie). Lo anterior equivale a Bs. 50 por kilo en canal, considerando que cada kilo de animal en pie, rinde sólo 50 % de carne en canal. El otro 50 % es hueso, cuero, sangre, vísceras (corazón, hígado, pulmón (bofe), mondongo), cabeza, lengua, cacho, rabo…Todo esto que se conoce como traste, se queda en el matadero y lo venden muy bien! Entonces, tenemos que revisar ¿A qué precio llega el producto a las carnicerías? ¿Por qué el kilo de carne llega al consumidor entre Bs. 100 y 120? ¿Dónde y quién duplica el precio de un kilo de carne? Siempre creemos que es la carnicería, pero tengo la sospecha que “la candelita jumea” por otra parte. “EL CAMINO ES DURO, PERO ES EL CAMINO”. CHAVEZ VIVE!