Por primera vez, una estrategia de un gobierno provida, obligado por leyes federales a convivir con el aborto, parece dar resultado. El Tribunal Supremo tiene sobre la mesa un recurso contra la ley de Texas, en uno de los casos más importantes del nuevo curso judicial. Será un triunfo legal histórico sobre el aborto, si recibe el respaldo del más alto tribunal.
La iniciativa encierra una enseñanza para otros países con gobiernos descentralizados. También en España, si hay voluntad política, las Comunidades Autónomas pueden proteger mejor la vida humana y la salud de la mujer, poniéndoselo difícil al negocio del aborto.