Con el tiempo creemos que hemos crecido… pero la edad adulta no es más que un freno, un obstáculo para el espíritu libre del niño.
Barrio Lejano es el manga escrito por Jiro Taniguchi en el que cuenta la historia de un viaje en el tiempo más espiritual y mágico que fantástico.
El protagonista es un hombre de 48 años casado y con dos hijas que un día en el que vuelve del trabajo se equivoca y coge un tren que va hacia su pueblo natal, donde vivió durante su infancia. Al llegar allí después de tantos años decide dar un paseo por la zona de su antigua casa y descubre que todo está muy cambiado, lo único que le queda es hacer una visita al cementerio, pero al llegar allí algo extraño ocurre y se queda dormido, al despertar se nota mucho más ligero y lo ve todo ligeramente cambiado. Pronto descubre que vuelve a ser otra vez un chaval de 14 años y que ha vuelto a un punto clave en su vida: unos meses antes de que su padre desapareciera sin dejar rastro.
No he podido evitar acordarme de esa frase que muchas veces dicen algunas personas mayores: “Si yo volviera a ser joven, sabiendo lo que sé ahora…”. Pues bien, lo que ocurre en esta historia es eso: el protagonista vuelve a ser joven pero conservando su mente de 48 años. Esta situación le hará comportarse de manera diferente a cómo lo hizo cuando vivió por primera vez esa vida y eso provoca ligeros cambios en su entorno, que le dan la esperanza de poder evitar que su padre se vaya de casa. Pero también tiene miedo de perder la vida que conoce y sobre todo a su mujer y a sus hijas a las que tanto quiere…
Como todos los cómics y mangas se lee rápido y se disfruta muchísimo, es una historia sencilla pero llena de sentimientos. Y también es una reflexión sobre el paso del tiempo, el destino y la vida vista a través de los ojos del niño que todos llevamos dentro. El protagonista había olvidado a ese niño y al volver a vivir como él aprende a apreciar lo que tiene y vive una experiencia única e inolvidable.