Barrio y MIer, Anexo (y V)

Publicado el 02 noviembre 2015 por Monpalentina @FFroi
Anexo al ensayo 
"La Aventura política de Matias Barrio y Mier"
Froilán de Lózar
"
Antonio Balbuena nació el mismo año que Matías, el 29 de Octubre de 1844 (último de nueve hermanos) de una familia montañesa rural, en Pedrosa del Rey, entre Guardo y Riaño, “lugar donde nadie podía ser vecino sin ser noble” –como él mismo escribiría después.

Estudió latín en Riaño y en 1859 ingresa en el Seminario de León, donde obtiene un brillante expediente en los tres cursos de Filosofía y Teología.  Publica versos en el “Eco de León”, “El Esla” y “El anunciador”. En 1865 deja el seminario y llevado por su vocación periodística funda “El Fénix” y “Pero-Grullo”. En 1867 se traslada a Madrid para estudiar leyes en la Universidad Central. Valbuena se descubre en los periódicos como monáquico carlista, polemizando desde “La Libertad”, “El Imparcial”,  “Las Novedades” y “La Nueva Iberia”. En 1870 se traslada a Vitoria. En el verano de 1877, al regreso del segundo exilio, dirige en Bilbao “La Voz de Vizcaya”, que las autoridades acaban suprimiendo. A finales de 1878 comienza a colaborar en el periódico carlista “El siglo Futuro”, de Nocedal, y durante cinco años escribe la celebradísima sección "política menuda”. En 1883 hace el gran descubrimiento de los ripios. Y alcanza su mayor prestigio y popularidad al colaborar en los “Lunes del Imparcial”, periódico liberal, polemizando con M.Silvela. Les he trasladado a ustedes la historia de este leonés, por la gran cantidad de datos que le acercan al nuestro: Estudia Filosofía y Derecho. Pasa por las mismas universidades, entre ellas, la Universidad libre de Vitoria, la primera del País Vasco, levantada en el siglo XVI, donde sólo se enseñaba Derecho, Filosofía y Teología y de la que Matías fue Rector. Defiende desde la prensa las lecturas carlistas, las mismas que Barrio y Mier defenderá desde el escaño. Procede de una familia montañesa y cuando definitivamente se retira a Pedrosa, entrega sus obras a beneficio de su pueblo. "Don Antonio de Valbuena —escriben Juan Pedro Aparicio y José Mª.Merino en “Los Caminos del Esla”— es el hombre que todo lo tuvo, inteligencia y dones, y murió pobre como los santos”. En 1922, para ayudarle en su penuria, la Diputación le nombrará “Cronista Oficial de León”.[22] Y por citar alguno más, conscientes de que nos olvidamos de otros muchos, citaremos a Blasco Ibáñez, fundador del diario republicano “El Pueblo”, y autor entre otras obras de “La barraca” y “Cañas y barro”. El cuentista vasco Antonio de Trueba (1819–1889) rescatando en sus relatos el ambiente rural.  Luis Coloma (1851–1914) jesuíta y defensor de la Restauración Borbónica. El novelista Manuel Fernández y González (1821–1888), autor de “Los desheredados”. El anticlericalista Jacinto Octavio Picón (1852–1923) y José Ortega Munilla (1856–1922), cubano de nacimiento y periodista influyente de su tiempo, padre del filósofo José Ortega y Gasset. Nos alargaríamos demasiado de la función que en este momento pretendemos, si abordásemos todas y cada una de las personalidades que vivieron en su tiempo; que pensaron, escribieron y gobernaron en nuestro país, antes de que él ocupara las aulas o defendiera las ideas de su partido desde la oposición. Pero es obvio que, lo mismo que nosotros recibimos el pensamiento y nos sentimos influídos por los autores de nuestro tiempo, nuestro político y jurisconsulto, por su enorme capacidad de trabajo, conociera también y juzgara muchas de las obras de los autores que atrás he mencionado. Repasando sus discursos, uno advierte que, salvo en contadas ocasiones, Matías apenas interrumpe a los compañeros, sacrifica su vida en aras de la política carlista y defiende en su exposición las ideas que le marcan desde niño, además de sus padres, su tío materno, Celestino de Mier [23], dean de la catedral de Toledo, ciudad donde cursa el bachillerato. ________________

[22] Villanueva Lázaro, José María:  “La Cantabria Leonesa”, editorial Lancia, 1990


[23] Siendo muy niño sus padres lo llevaron a Toledo donde residía el hermano de su madre, Celestino de Mier, deán de la Catedral. Allí realizó los primeros cursos de primaria y el bachiller en Artes. Existe un Expediente de Limpieza de Sangre, el número 1053, sobre don Celestino. El él se encuentran partidas de bautismo y otros datos sobre la familia en 1800. Seguramente en las Actas Capitulares de estos años en los cuales fue dean y canónico se hallen más datos de su actividad en la Catedral de Toledo.


Cuaderno de @Froilán