Desde hace varios años, poco a poco, La Habana se renueva para dar paso a una ciudad diversa, más bella y que se acerque a los intereses de sus ciudadanos. Por mucho tiempo la fecha tope para las obras de restauración estuvo en el 500 aniversario, pero los esfuerzos fueron más allá y ahora se trasladan hacia los barrios y comunidades más necesitadas.
Allí se ha llevado a cabo una transformación paulatina con el apoyo del gobierno provincial y las autoridades locales. Aunque siempre con la opinión de sus habitantes, pues es un proceso que se realiza para su bienestar.
Actualmente, más de 60 sitios de la capital viven acciones de restauración. Un total de 65 comunidades reciben el beneficio de ver escuelas, bodegas, policlínicos, parques y otros sitios públicos en mejores condiciones; sobre todo si se tiene en cuenta que muchas están envejecidas y sus obras estructurales necesitan ya de mantenimiento.
En la planificación de esas acciones ha tenido un papel significativo los órganos del Poder Popular y demás organizaciones de masas. Secretarios de losnúcleos de zona, los CDR, la FMC y trabajadores sociales han destacado por su trabajo, ya que junto los habitantes de los barrios han determinado los principales problemas, delimitado las prioridades y establecido estrategias para solucionarlas.
TRANSFORMACIÓN DE LOS BARRIOS
Para evaluar las comunidades que tenían mayores vulnerabilidades se hizo un estudio que parte de las características sociodemográficas de estas, su formación irregular y las limitantes geográficas de algunas de ellas al estar alejadas del centro de la ciudad. A este posteriormente se le incluyeron otras nuevas identificadas: el centro del municipio de Regla, el barrio Camilo Cienfuegos en Habana del Este y el casco histórico de Guanabacoa.
Pero, se determinó que, para mejorar realmente el nivel de vida de sus poblaciones, las transformaciones no solo debían ser solo en lo material, sino también en lo espiritual. El gobierno cubano promueve un mayor vínculo de los vecinos con las organizaciones de masas, que los jóvenes se incorporen al estudio o al trabajo, evitar los hechos delictivos y también la ayuda social para las personas con discapacidad, adultos mayores y madres solteras de bajos ingresos.
Con ese objetivo, mediante la labor de los trabajadores sociales se evaluaron como vulnerable a unos 29 000 núcleos en La Habana. Se crearon, además, Brigadas Juveniles de Trabajo Social para el apoyo de las comunidades.
Gracias a ello se concluyó que unos 10 mil núcleos que no tenían libreta de abastecimiento, se han legalizado 2930 viviendas, y se han entregado 3970 prestaciones económicas a familias vulnerables. Asimismo,a 353 madres con tres hijos o más se le ha otorgado el círculo infantil, mientras que a 114 se le han entregado recursos.
Por otra parte, se ha generado empleo entre los pobladores de esos barrios, unas 1652 personas obtuvieron un nuevo trabajo. Además, se han impartido cursos de capacitación.
Otras de las acciones han sido llevar el arte y la cultura hacia esas zonas, una iniciativa que contribuye a la mejora integral de la situación en los consejos populares vulnerables. Todo lo que beneficie al pueblo, contribuya a la tranquilidad ciudadana y al bienestar del pueblo, es bienvenido, que las soluciones de los problemas sean de los cubanos y para los cubanos.