Se que tenía que haber hecho esta reseña hace mucho tiempo, pero me ha sido imposible hasta ahora. En parte en culpa mía, porque leía la novela en los descansos en el trabajo entre turno y turno. Pero llego un momento en que nos quedamos apenas sin personal, y todo era prisas, por lo que en los descansos, mas menguados que de costumbre, comía y bebía algo y vuelta a trabajar, por lo que el libro se quedo semanas en el fondo de la mochila. Cuando las cosas se han normalizado, he tenido que volver a leerlo para sumergirme en la historia y poder hacer la reseña en condiciones y eso ha hecho que tardase un poco mas todavía.
Mea culpa.
La novela corta que os quiero reseñar es Barro, de la escritora nacida en Valladolid Alicia Pérez Gil. Forma parte de una trilogía, propia llamada Post Scriptorum. Esta obra la puso en venta la Editorial Cerbero en mayo 2017, siendo el primer titulo de su colección Argos (Dedicada a literatura fantástica), una de las tres que tiene la editorial. Como todos lo de la Editorial Cerbero, tiene tapas blandas a color (La ilustración de portada es de Juan Alberto Hernández) y es de reducido tamaño (30 mm x 10.5 cm x 14.8 cm) en su edición física (Tiene física y digital), con 151 paginas y un peso de mas o menos 100 gr.
Se puede adquirir aquí.
La historia, esta situado en un tiempo indeterminado aunque indudablemente contemporáneo y en una localización indefinida pero que tiene visos de estar inspirada en la villa de Bilbao (No es su única obra que tiene localizaciones tomadas de Bizkaia. En Deabru por ejemplo sale una zona que es como La Galea, en Getxo), nos habla de una chica llamada Alicia (No es único rasgo que comparte con la autora, viendo fotos y comparando con lo descrito en el libro. No creo que la historia tenga en de todas formas tintes auto-biográficos), una brillante estudiante de filología de 21 años y de familia bien que se esta mudando de casa con sus padres, y al hacer la mudanza ha de escoger que cosas quiere llevarse con ella y que no. Y algo que quiere llevarse es a su hermana gemela, Lucía, que esta en un sanatorio psiquiátrico (Que recuerda a una versión idealizada del de Bermeo, creo) por problemas de conducta y agresividad. Alicia adora a Lucía, pero sus padres le tienen prohibido incluso hablar de ella. En su afán de recuperarla como sea, emprenderá un viaje fantástico, terrible e inesperado a otra realidad.
La autora. No hace mucho fue entrevistada en RNE, por cierto
Si bien es cierto que la historia de esta novela corta esta clasificada como "Fantástica", me cuesta un poco ponerle la etiqueta (Roja, por supuesto ^_^) de "Fantasía", igual porque estoy acostumbrado a otro tipo de fantasía. Algunos lo han definido como un libro de "fantasía onírica" y no me parece una mala definición pero creo que le encajaría mas algo como "fantasía de trayecto circular" o así. Lo digo porque la estructura y el recorrido de la obra es algo como realidad -viaje a una "dimensión paralela"- vuelta a la realidad.Como formando un circuito.
Por un lado tenemos la vida cotidiana y "real" de Alicia, con sus padres, su internada hermana y sus amigos (Un grupito de estudiantes universitarios como ella que quieren cambiar el con literatura y palabras, teniendo una mentalidad en plan post-hippie. Según cual cojas, unos son insoportables, otros irritantes y otros sencillamente insipidos), realidad que desaparece en el momento en que la vida de Alicia sufre un golpe terrible y del que los demás no parecen darse cuenta o directamente como sus padres quieren tapar a toda costa.
Eso le lleva a un viaje a otra dimensión o realidad, como la de la Alicia de Lewis Carroll pero sin conejos ni gatos ni Jabberwocky, donde su propio ser espiritual es deconstruido implacablemente y por completo hasta el nivel mas básico posible y que tendrá que ser vuelto a ensamblar sin ayuda de nadie y con una nueva forma que le permita afrontar su próxima etapa vital y de esa forma volver a la realidad y empezar una nueva existencia diferente a la que llevaba hasta entonces.
Pese a ser una novela corta, esta cargada hasta los topes de simbolismos y alegorías. Por eso es una obra que hay que leer despacio y de continuo porque cada detalle cuenta. No se puede dejar a medias para otro lado porque si no no ves como encaja todo. Son como teselas de un mosaico, que cogidas por separado o en grupos aislados puede que no te digan nada pero puestas y visionadas en su conjunto dan pie a una verdadera obra de arte.
El viaje de Alicia podría interpretarse como una alegoría del proceso de la creación artística con todos sus estadios y seres que lo pueblan, pero eso es una interpretación personal mía. Una interpretación tentadora, pero tampoco quiero irme por los cerros de Úbeda con una de mis idas de olla.
El lenguaje con el que esta escrito la obra, por otro lado, es fácil de comprender y el ritmo de la narración es cómodo, unido a unas muy buenas descripciones y algunas frases y párrafos que para mi gusto son memorables, como este:
"Pero no hicimos nada de eso. En su lugar bebimos como adultos, hicimos chistes absurdos, como adultos; pagamos una pensión barata y nos acostamos unos con otros, como hacen los adultos. Cometimos errores nuevos para enmascarar errores antiguos.Todo muy adulto"
Eso me parece que sirve de un contrapunto inteligente a la gran carga e importancia que tienen los símbolos y las alegorías en esta obra.
En mi opinión y para finalizar,me parece que Barro es una obra fantástica diferente, con elementos realmente sobresalientes y una mezcla de conceptos que no se suele ver muy a menudo en obras de este genero en lengua española. Aunque no lo parezca la obra esta hilada de una forma tan bien medida, que encajan todos sus elementos formando un todo homogéneo, compacto y a la vez fluido, y sobre todo armonioso. Sumemos a eso algunas lineas realmente inspiradoras y un ritmo de narración "al dente" en el sentido que ni es muy rápido ni es muy denso. Es una novela corta que se puede leer como si fuera una obra mas larga en cuanto a numero de paginas, debido a la cantidad de matices que tiene.
Es mas que recomendable , sin duda alguna.
Próxima reseña, Domori de Sofía Rhei.