Es probable que sea la única vez que un relato tan corto tenga entrada en mi blog, pero es igualmente poco probable que encuentre un relato aislado tan condenadamente bueno. Barleby el escribiente, que acabo de leer en una muy modesta edición de libros de ultrabolsillo, aúna los modos de la época con algunos detalles sorprendentes en los que muchos ven al precursor de la literatura del absurdo y que otros autores vinculan directamente con Kafka. Ya se sabe, hay gente para todo.
Quienes hayan leído Moby Dick, que no se asusten por el autor. Somos muchos los que hemos quedado sepultados bajo la ballena y los enjundiosos conocimientos de marinería de Melville. Escritor sin duda extraordinario, aquí ha decidido que es posible hacer un relato de gran profundidad psicológica sin darnos la vara describiendo minuciosamente los diversos tipos de cabos, arpones y velas. Máxima lección de economía de palabras, no en vano se publicó en un periódico local y dividido en dos partes (por cierto-curiosidad- si quieren ver copia facsimil del Bartleby the Scrivener que se publicó en el Putnam's Magazine pulsen aquí).
Podría decir muchas cosas más para que lean, si no lo han hecho, este maravilloso relato: que es una obra maestra de la literatura universal, que está construído de manera prodigiosa a pesar de su brevedad, que se lee en veinte o treinta minutos, que si lo empiezan no podrán dejarlo, o que tras haberlo leído adquirirán un latiguillo que difícilmente olvidarán .Podría informarles incluso que Nórdica Libros tiene una preciosa edición ilustrada.
Podría hasta contarles el argumento.
Pero, la verdad, preferiría no hacerlo.