Bartleby, el escribiente. Herman Melville

Por Mientrasleo @MientrasleoS

     "Preferiría no hacerlo"
     
     Hay libros por los que pasan los años dejando algunas partes obsoletas. Otros, en cambio, parece que se conserven como una de esas señoras de las portadas de las revistas por las que no pasan los años a costa de anquilosar su aspecto; no hace falta que sean actuales, siguen siendo hermosos de leer. Y finalmente están aquellos que permanecen en el tiempo sin agotarse, sin desgastarse sin importar los años que haga desde que fueron escritos. A estos últimos pertenece el libro que hoy traigo a mi estantería virtual, escrito hace tiempo y aún vigente, incluso de moda con todo esto de la metaliteratura que va llegando y que muchos piensan que es un invento actual. Hoy traigo. Bartleby, el escribiente.
      Un abogado propietario de un bufete contrata a Bartlebly debido a la tremenda cantidad de trabajo que tiene. Bartleby, que comienza siendo un gran empleado, pronto comienza a responder a su jefe con la misma frase ente cada tarea que se le encomienda: "Preferiría no hacerlo". Aquí el abogado empieza a verse atrapado entre la actitud de su empleado copista y la curiosidad creciente ante esa actitud que, comprende, no es rebeldía.
      Siempre me había sonado la historia de Bartleby, hasta que llegué a Vila-Matas. Cuando leí Bartleby y compañía mi curiosidad por el origen de este personaje fue tal, que no pude evitar leerlo apenas había terminado este primero. dice Vila-Matas de su libro: "Contrariamente a lo que se cree, no hablo exactamente en este libro de escritores que dejaron de escribir sino de personas que viven y luego dejan de hacerlo. De fondo, eso sí, el gran enigma de la escritura que parece estar diciéndonos que en la literatura una voz dice que la vida no tiene sentido, pero su timbre profundo es el eco de ese sentido." Y de algún modo hace así además una de las mejores interpretaciones de lo que representa Bartleby.
      El libro es una suerte de mano a mano entre el abogado y su empleado. No un duelo, porque no hay enfrentamiento alguno sino más bien lo contrario. Bartleby que pierde todo interés y deja de mostrar cualquier tipo de interés hasta llevar esta actitud al extremo y su jefe, quien lejos de juzgarlo y echarlo a la calle cuando descubre que su empleado, por no moverse, ni se va de la oficina, intenta comprender su actitud.
      En apenas setenta páginas, descubrimos a uno de los personajes más fascinantes de la literatura. Una suerte de extranjero de Camus llevado a su máximo extremo que deja de formar parte de todo aquello que le rodea. De una forma que claramente recuerda a las protestas pasivas va aislándose de la sociedad que lo rodea a través de esas tres palabras: Preferiría no hacerlo.
      Tras hacer una lectura recreativa en la que nos vamos incluso angustiando al ver la evolución de la historia, nos descubrimos poniéndonos nerviosos ante su actitud e incluso ante la reacción del abogado. Nos encontramos pensando en las entrelíneas de esta historia que nos seguirá dando vueltas en la cabeza durante mucho tiempo, incluso nos exigirá pasados los meses una relectura, un reencuentro con este copista y con su no tan pequeño acto de rebeldía.
      Hoy os invito a conocer a Bartleby y a su jefe, el único tal vez que se quiso acercar a él, y a que disfrutéis de la historia de uno de los nombres más famosos de la literatura. Supongo que él mismo hubiera podido contar su historia, pero está claro que prefirió no hacerlo y dejar que fuera este abogado sin nombre quien nos la relatara.
      Y vosotros, ¿qué libro tenéis esta semana en las manos?
      Gracias