Mientras participaba en varias obras shakesperianas organizadas por la compañía de Frank Benson, Rathbone se enamoró de una joven actriz llamada Marion Foreman. Ellos contraerían matrimonio en octubre de 1914, y en julio del año siguiente tendrían a su hijo John Rodion. A principios de 1916, Rathbone tuvo que dejar la actuación para participar en la Primera Guerra Mundial. El actor participó en el ejército de Gran Bretaña como oficial de inteligencia; era el capitán del segundo batallón Liverpool Scottish. Lamentablemente para él, su hermano John fallecería durante la guerra. En una entrevista concedida en 1957, Rathbone relató la historia de cómo tuvo que disfrazarse de árbol para acercarse al campo enemigo y así obtener información. “Fui donde mi comandante y le dije que pensaba que obtendríamos mucha más información del enemigo si no perdíamos tanto tiempo en la oscuridad…y le pregunte si podía ir a plena luz del día. Yo creo que pensó que estaba un poco loco. Le dije que iríamos camuflajeados, utilizando ramas en nuestros brazos y nuestras cabezas. Trajimos un montón de información, e incluso rescatamos a algunos prisioneros”. Basil Rathbone recibiría la Cruz Militar por su extraordinaria valentía durante la guerra. Su participación en el conflicto bélico y la muerte de su hermano, influirían algunos años después en la decisión del actor de mantener su nacionalidad británica pese a que vivió varios años en los Estados Unidos.
A su regreso de la Primera Guerra Mundial, Rathbone retomó su carrera teatral en Inglaterra. Sin embargo, su matrimonio se había quebrado. El actor jamás quiso revelar las razones del quiebre. Tras dejar a Marion, Rathbone compró una nueva casa a la cual no tardó en mudarse. Pese a que no estaba ganando demasiado dinero, el actor se sacrificaba para poder mantener dos hogares. Él no quería que su esposa y su hijo sufrieran dificultades económicas debido a su decisión de dejarlos. Durante este periodo, Rathbone tuvo que lidiar con un fuerte sentimiento de culpa, lo que no le impidió involucrarse en otras relaciones sentimentales. Henry Daniell, un actor que trabajaba con Basil en ese entonces, declararía en una ocasión que Rathbone se involucró con varias mujeres a su regreso de la guerra. La siguiente fase de la carrera del actor comenzaría en 1923, cuando viajó a Nueva York para participar en la obra “The Swan”. En noviembre de ese año, Rathbone conoció a una guionista llamada Ouida Bergere. Ellos rápidamente se enamoraron y comenzaron a planear su matrimonio. Sin embargo, el actor aún necesitaba divorciarse de Marion Foreman. De esta forma, Basil viajó a Inglaterra para conseguir el divorcio. También aprovecharía de ver a su padre por última vez ya que este fallecería el 13 de junio de 1924.
Basil y Ouida contraerían matrimonio el 18 de abril de 1926, en Nueva York. La pareja compartía un amor por la lectura y el boxeo. Pese a que el actor era un fanático del baseball y un golfista aficionado, nunca pudo lograr que su esposa se interesara en esos deportes. Durante la década del veinte, Rathbone trabajaría mayormente en el teatro. Muchos de los roles que interpretó en Broadway eran hombres sofisticados y seductores. Una de esas obras, “The Captive”, provocó que el actor fuese arrestado. Rathbone interpretaba a Jacques, un joven que está a punto de casarse. En la obra, Jacques descubre que su prometida está enamorada de una mujer. Debido a que la homosexualidad era un tema tabú en esa época, todo el elenco fue acusado de ofensas a la moral, y la obra fue cancelada. Aunque eventualmente los cargos serían retirados, Rathbone se mostró muy molesto con los organismos censores. Tanto él como otros de los integrantes del elenco sentían que “The Captive” era una gran obra, ya que trataba un tema el cual la sociedad debía conocer más a fondo. Basil filmaría ocho cintas durante los años veinte, siendo “The Last of Mrs. Cheyney” (1929) su película más exitosa. De hecho, gracias a este film Rathbone pudo continuar trabajando en el cine y el teatro a principios de los treinta.
Sólo en 1930, Rathbone filmó siete películas, en su mayoría comedias románticas, como por ejemplo “The Flirting Widow” y “Sin Takes a Holiday”. En 1933 viajaría a Inglaterra para filmar otras tres cintas. Finalmente en 1935, los Rathbones y sus siete perros se mudarían a Hollywood. Basil y su esposa pronto obtendrían cierta reputación debido a sus fastuosas fiestas a las cuales asistían las más grandes estrellas del Hollywood de la época. En una de esas fiestas, un borracho Errol Flynn seguiría a una joven a su casa para luego perder el conocimiento en su sofá. Más tarde esa noche, el padre de la muchacha llevó a un inconsciente Flynn a las casa de los Rathbones donde procedería a dejarlo tirado en el jardín. Según la biografía de Rathbone: “A la mañana siguiente, mientras Basil y Ouida tomaban el desayuno en el patio, el jardinero activó los regadores. Acto seguido, del pasto saltaría un desorientado Errol Flynn. Los Rathbones miraron boquiabiertos como Errol les decía alegremente ´Buenos días´ y luego se iba para su casa”. Durante la década del treinta, Rathbone trabajaría en una serie de films exitosos, generalmente encarnando a villanos.
Las películas de capa y espada como por ejemplo “The Adventures of Robin Hood” (1938), “Captain Blood” (1935), y “The Mark of Zorro” (1940), fueron las que más disfrutó filmando el actor. Para cada una de estas cintas, Rathbone entrenaba bastante al punto que se convirtió en un hábil espadachín. Con respecto a esto Basil declararía: “Disfrutaba mucho el esgrima debido a que era hermoso. Pensaba que era un excelente ejercicio, un gran deporte. Pero prefiero no colocarlo en la categoría de deporte; yo pienso que debiese ser considerado un arte. Con el único actor con el que en verdad luché en escena fue con Flynn, y fue la única vez que estuve realmente aterrado. No tenía miedo debido a que él fuese descuidado, sino porque no sabía cómo protegerse”. Durante su carrera cinematográfica, Rathbone fue nominado en dos ocasiones al Oscar al mejor actor de reparto. La primera sería por su rol en la cinta “Romeo and Juliet” (1936), y la segunda por su papel en “If I Were King” (1938). En ambas ocasiones perdería la estatuilla a manos de Walter Brennan. A fines de los treinta, el hijo de Rathbone, Rodion, se fue a vivir con su padre a Hollywood. Ouida se había hecho amiga de la primera esposa del actor, y deseaba reunir al hijo con su padre. Durante los dos años que Rodion vivió con ellos, él y su padre se volvieron muy unidos. De hecho Rodion participaría en dos films junto a Basil: “The Dawn Patrol” (1938) y “The Tower of London” (1939). Cuando Gran Bretaña se involucró en la Segunda Guerra Mundial, Rodion regresó a Inglaterra para servir en el ejército.
En 1939, los Rathbones adoptaron a una pequeña niña llamada Cynthia. Según relatan los conocidos del actor, este era un muy buen padre y pasaba bastante tiempo junto a su hija. Cuando estalló la Segunda Guerra, Rathbone quiso servir a su país, pero debido a su edad (47 años) los oficiales ingleses rechazaron la oferta. Debido a esto, a Basil no le quedó más remedio que oficiar como presidente de un par de organizaciones británicas que buscaban solidarizar con los involucrados en la guerra, las cuales se encontraban en los Estados Unidos. Él además fundó el Fondo Benevolente de la RAF y ayudó en algunas de las actividades organizadas por las Naciones Unidas. Sería común ver a Rathbone visitando hospitales militares y ofreciendo su ayuda a la Hollywood Canteen (club que buscaba entretener a los soldados durante la guerra). 1939 también sería el año donde Basil Rathbone interpretaría por primera vez a Sherlock Holmes en el film, “The Hound of the Baskervilles”. Luego de filmar la segunda cinta del detective británico titulada, “The Adventures of Sherlock Holmes” (1939), el actor junto a Nigel Bruce (quien interpretaba a Watson) comenzaron a relatar las historias del famoso detective en la radio. Ambos actores continuarían interpretando a Holmes y Watson en la radio y en el cine hasta 1946. (en total filmarían 14 películas de Sherlock Holmes).
Tras estar siete años interpretando el mismo papel, Rathbone estaba aburrido de Sherlock Holmes. De hecho el actor en su autobiografía declararía que prefería personificar nuevos personajes en vez de interpretar hasta el cansancio un personaje que él ya había desarrollado. Lo que más le molestaba al actor era la personalidad de Holmes; “El hecho que asumiera que era infalible; su interminable éxito. No puede fallar por lo menos una vez para probar que es un humano como el resto de nosotros”. En 1946, expiró el contrato de Rathbone con la radio y con los estudios Universal. Pese a que había participado en una serie de exitosos films, Basil regresó a su verdadero amor: el teatro. Debido a esto, el actor se rehusó a renovar sus contratos, y regresó a Nueva York junto a su esposa. En un principio, a Rathbone le resultó difícil conseguir papeles debido a que había quedado encasillado como Sherlock Holmes. En 1947, Rathbone conseguiría el rol del Dr. Sloper en la obra “The Heiress”. La obra gozaría de gran éxito en Broadway y Basil recibiría un premio Tony por su actuación. En 1949, “The Heiress” sería adaptada al cine y contaría con la participación de Montgomery Clift y Olivia de Havilland. Rathbone tenía la esperanza de repetir su rol en la cinta, por lo que se mostró bastante afectado cuando el papel le fue cedido a Ralph Richardson.
En 1951, Rathbone se sentía preparado para interpretar nuevamente a Sherlock Holmes, por lo que le pidió a Ouida que escribiera una obra. Dicha obra, la cual estaría basada en varios elementos de las historia de Sir Arthur Conan Doyle, y recibiría la aprobación del hijo del escritor, Adrian, en principio contaría con la participación de Nigel Bruce. Sin embargo, en ese entonces Bruce se encontraba sumamente enfermo por lo que tuvo que ser reemplazado por Jack Raine. La ausencia de Bruce afectó bastante a Rathbone, quien se vio sumido en una fuerte depresión luego de la muerte de su colega el 8 de octubre de 1953, justo cuando Basil se encontraba ensayando la obra. Lamentablemente, la obra recibiría críticas mediocres por lo que sería cancelada luego de sólo tres presentaciones. “The Heiress” fue la última obra exitosa en la que participó Rathbone. Él continuó apareciendo en una serie de obras teatrales durante los cincuenta, las cuales no tuvieron mayor repercusión. También trabajaría en un buen número de series de televisión y grabaría algunos discos que incluían lecturas de historias de Edgar Allan Poe o Charles Dickens. Durante este periodo, trabajaría en cinco películas entre las que se encuentran “Casanova´s Big Night” (1954), “We´re No Angels” (1955), “The Court Jester” (1956), “The Black Sleep” (1956), y “The Last Hurrah” (1958).
Basil Rathbone filmaría diez cintas durante los sesenta, algunas de las cuales no lo hicieron sentir muy orgulloso, pero necesitaba el dinero. Basil amaba mucho a su esposa, pero ella gastaba mucho dinero por lo que nunca pudo parar de trabajar. Las dos mejores películas que filmó durante este periodo serían: “Tales of Terror” (1962) y “The Comedy of Terrors” (1963), donde en ambas tendría la oportunidad de trabajar junto a Vincent Price (con quien trabajaría en tres ocasiones). Rathbone siguió viviendo en Nueva York, pero viajaba constantemente a varias ciudades de los Estados Unidos para dar lecturas y realizar algunos shows en solitario. En 1962 el actor escribe su autobiografía, “In and Out of Character”. Cuando los films de Sherlock Holmes que protagonizó junto a Nigel Bruce comenzaron a ser exhibidos en la televisión durante los sesenta, Rathbone se dio a conocer a las nuevas generaciones que mostraron un marcado interés en su trabajo. Lamentablemente, la última película del actor sería una producción mexicana de bajísimo presupuesto titulada, “Autopsia de un Fantasma” (1968), la cual pasaría al total olvido por su mediocridad. Basil Rathbone fallecería el 21 de julio de 1967, a los 75 años de edad, debido a un infarto. Recordado por sus colegas como un hombre amable que amaba a su familia, a los animales y al teatro, este gran actor pese a representar diversos papeles durante su carrera, siempre será recordado por el público como la cara visible de Sherlock Holmes en la pantalla grande.