Basile levanta la vista con Quintana detrás - ACB Photo.
Capital en la final de la pasada Liga ACB, Gianluca Basile (Ruvo di Puglia, Italia, 1975) encumbró a un Barça sublime e histórico que con su triunfo ante el Meridiano Alicante por 114-72 completó una primera vuelta de 18 equipos con tan sólo una derrota. Algo inédito en su historia. “Es el mejor equipo en el que he jugado nunca, pero queda mucho tiempo para ver qué pasa”, confesó, prudente como siempre, el propio Basso en declaraciones al Canal 33. Basile alcanzó los 26 puntos en un partido resuelto en el primer cuarto (29-9) y en el que los azulgrana obtuvieron la segunda mejor valoración desde que el torneo es ACB: 163 puntos. Una cifra fantástica apoyada en números muy poco comunes: 29 asistencias, sólo siete pérdidas, 16/30 en triples y Basile, que con sus ocho triples (8/11, 6/6 en el último cuarto) igualó la marca histórica del Barça -de Epi ante el Caja San Fernando en 1990- y el mejor registro del curso, que el italiano ya comparte con el anotador de moda de la Liga: Clay Tucker(DKV Joventut)
Óscar Quintana fue franco desde el principio: “Queremos competir el máximo tiempo posible”. Un discurso realista que el técnico visitante sólo pudo hace realidad en el segundo y tercer cuartos (23-22 y 27-25). En los dos restantes su Meridiano Alicante resultó un equipo de terciopelo ante el Barça. Y eso que el conjunto alicantino empezó muy bien, totalmente predispuesto a jugar a un ritmo alto marcado por el intercambio de canastas. Un anhelo que le salió bien al Meridiano Alicante, capaz de anotar sus primeras cuatro canastas (6-9 a los 2m 30s). Una ventaja bien trabajada desde la zona, especialmente por su hombre más alto (2’16 metros) y con el apellido más largo del equipo: Martynas Andriuskevicius. Una renta absolutamente puntual, pues los visitantes ya no volvieron a anotar en todo el primer cuarto y se descontrolaron a partir de las dos pérdidas consecutivas de su jugador franquicia, Mario Stojic. Dos caramelos que ni Pete Mickeal (18 puntos) ni Juan Carlos Navarro (15) rechazaron para iniciar y culminar un par de contraataques del parcial de 23-0 con el que concluyó el primer cuarto y, virtualmente, el partido.
Reacción visitante
Las defensas zonales y un ataque basado en la concreción arreglaron mínimamente al Meridiano Alicante, más competitivo -no era demasiado complicado- gracias al liderazgo de Vule Advalovic y los puntos de Kyle Hill y Katelynas (39-27, a los 17m 40s). Una situación que no incomodó en absoluto al Barça, que empezó a jugar más para sus pívots coincidiendo con la entrada de Jordi Trias. Cinco puntos consecutivos de Ricky Rubio, que acabó con 13 tantos y repartió siete asistencias, permitieron a los azulgrana llegar al descanso con un colchón más que suficiente (52-31) y 75 de valoración.
Hill se convirtió en el primer gran agitador de la segunda parte, aunque el susto real para la grada y para Xavi Pascual fue ver cómo Navarro se retorcía de dolor en el parqué y se cogía con las dos manos el tobillo derecho tras tropezar con la bolsa de un fotógrafo que pecó de novato al dejarla demasiado cerca de la pista. Afortunadamente, La Bomba no tardó en caminar por la banda, aunque, por precaución, ya no volviera a comparecer. Un alivio para el Palau, encantado de festejar cada una de las jugadas de su equipo y unánime para corear los triples de Basile, que ha pasado gran parte de la temporada lesionado y reaparició hace un mes con escasa repercusión. Así que su retorno oficioso coincidió con la visita del Meridiano Alicante, ante el que anotó ocho triples: el primero a los 26m 52s; el último, a 2m 20s del final. "Estoy contento, he trabajado mucho para llegar hasta aquí, pero lo importante es que el equipo está bien", dijo, discreto, Basile: "Hay días como éstos en los que tiras casi sin mirar y entra todo. Pasan cosas así sólo dos o tres veces en un año y es una sensación magnífica". Palabras de un líder silencioso.