¿Nos hemos preguntado alguna vez de dónde vienen los bastones de Navidad? En el post de hoy hablaremos del origen de esta golosina de caramelo, también conocida como garrota o candy canes para los americanos.
Su forma de bastón o "J" y su color blanco y rojo nos ha acompañado siempre en Navidad, sin embargo sabemos muy poco de su origen. Existen varias hipótesis sobre la creación de los bastones de Navidad, y se calcula que están ligados a esta celebración desde el siglo XIX. En el siglo XX ya se había convertido en una de las golosinas más populares de esta época del año.
Muchas de las leyendas que intentan explicar el origen de los bastones de caramelo están ligadas al cristianismo. Una de estas hipótesis sustenta que a principios del siglo XX en Indiana, un fabricante de dulces inventó esta golosina en honor a Jesús. Lo hizo con caramelo duro representando a Jesús como la roca eterna, y le dio esa forma para que se pareciese a un cayado de pastor. El blanco simbolizaba su pureza, y añadió las rayas rojas para representar la sangre que Cristo derramó por los pecados del mundo.
Otra popular leyenda, sitúa su origen en la catedral alemana de Colonia en el siglo XVIII. Se cree que un maestro del coro encargó los caramelos para que los niños de la ciudad se portasen bien en las celebraciones de Navidad. Para darle un sentido y justificar el capricho, pidió que se hicieran en forma de bastón para que los niños tuvieran presente a Cristo en su papel de pastor.
Lo cierto es que hoy en día existen muchas versiones del típico bastón de caramelo. Los hay de distintos colores, sobretodo verdes, o incluso multicolores; y con sabores y aromas distintos al original. Aunque el más típico era de menta, actualmente son más populares los de fresa.
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Nos vemos en el próximo post, ¡hasta pronto!