El PSOE se queda sin apoyos al intentar aprobar esta legislación por la puerta de atrás. Toda la oposición, incluyendo a los nacionalistas catalanes, vascos y canarios, han votado en contra, motivo por el cual la disposición se ha desgajado del proyecto.
El Senado recibirá el texto de la Ley de Economía Sostenible el próximo 18 de enero para su debate y de nuevo su promotor buscará aliados para incluir la creación de una comisión de propiedad intelectual que se encargue de solicitar el cierre de páginas web.
Algunas fuerzas políticas, como el PNV, manifestaron su interés porque los contenidos relativos a propiedad intelectual se aborden en una nueva ley específica que tenga en cuenta cuestiones como las conexiones, el precio del ADSL o la creación de nuevos modelos de negocio. Otros como el PP abogaban por una mayor intervención de la justicia en los posibles casos de vulneración de derechos. Algunas de las críticas le han llegado a esta Ley por tratar de incluirla de forma desordenada en otro texto o porque puede atentar contra los derechos del usuario.
Las reacciones de algunos artistas no se han hecho esperar. El cantante Alejandro Sanz ha manifestado vía Twitter que los políticos españoles son unos "cobardes e hipócritas" por no atreverse a aprobar la Ley Sinde. Me gustaría decirle al cantante que los políticos son los mismos a los que él aplaudía hace bien poquito, pero vemos que el artista es demócrata sólo cuando el viento le sopla a favor.
Por su parte, el presidente de la Academia de Cine, Álex de la Iglesia, ha hablado sobre la Ley impulsada por su predecesora en la Institución, Ángeles González Sinde. Tampoco tiene pelos en la lengua. "Si se follan una película en Internet durante la primera semana" de su estreno esa cinta "ya no levanta cabeza". Quizá el académico debería echar un vistazo a algunas grandes compañías que distribuyen en DVD las películas en español fuera de España incluso antes de que se difundan en cines en nuestro país; o a los precios de las ediciones, antes de llamar cintófílicos a los mismos usuarios que pagan la producción de sus películas (quieran o no) a través del Ministerio y del ICAA.
A los impulsores de la Ley les doy la razón en dos cosas: Hay que perseguir a aquellos que venden las películas con derechos de autor sin ser ellos los propietarias (con el acento en vender, enriquecerse); hay que golpear a los intereses ilegítimos y retirar de las páginas web aquellos archivos que perjudiquen la imagen de una película por difundirla en menor calidad que el DVD, o aquellas películas que se hayan conseguido de forma ilegal.
Fuente: RtvcylMuchas más noticias en No es cine todo lo que reluce.