Como conté en la publicación anterior las condiciones de luz eran pobres, estaba muy nublado y a punto de llover, las fotos salieron algo borrosas en gran parte por el movimiento frenético de las aves. Era impresionante ver como uno de los macá le intentaba hundir la cabeza bajo el agua a su contrincante, cosa que pudo hacer por varios segundos; también intentaban meter su pico dentro de la boca del otro; el vencedor de la contienda pudo clavar su pico hasta la garganta y tenerlo sumergido a su rival. Luego de unos aletazos y picotazos más el perdedor se fue nadando seguido a corta distancia por el vencedor durante unos pocos metros. Entre la primera y la última foto hay poco más de 2 minutos de diferencia.
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