Corazón y razón de ser de la Batalla, las carrozas, aunque conservando su concepto original, han experimentado una evidente evolución desde los comienzos de la fiesta: estilística, volumétrica, técnica, material… Los simples objetos decorados sobre pequeñas plataformas móviles arrastradas por animales de las primeras ediciones dieron paso, en los años anteriores a la Guerra Civil, a composiciones alegóricas de mayor volumen, complejidad y ornamentación floral.Tras la contienda, y en el opresivo ambiente moral y cultural de posguerra, la Batalla perdió parte de su carácter festivo, laico y carnavalesco, compensado por un mayor esfuerzo artístico a la hora de diseñar, confeccionar y rematar las carrozas. El incremento en el tamaño y la complejidad de las creaciones redundará en un descenso en el número de alegorías presentes en el desfile (de las cuarenta o más que participaban en el período de entreguerras, se pasa, a partir de los años 1950, a unas quince carrozas como media), ganando éstas en grandeza y majestuosidad.Evolución que se verá potenciada por el progreso experimentado en herramientas y materiales constructivos. La introducción, en los años 70, del corcho sintético en sustitución de madera y escayola, posibilitará la confección de figuras mucho más grandes y complejas, constituyendo auténticas esculturas cubiertas de flores.Como culminación de ese proceso evolutivo, las décadas finales del siglo XX fueron testigo de las más grandiosas, innovadoras y a la vez delicadas creaciones de la Batalla, derivando en duras pugnas por el podio, difícil y polémicamente resueltas por los jurados.Los comienzos del presente siglo, en los que a la actividad de los carrocistas veteranos ha venido a sumarse savia nueva, constituyen una fase de transición en la que se están planteando los caminos por los que habrá de transitar una fiesta siempre en evolución pero siempre fiel a sí misma.Según el actual reglamento las medidas de las carrozas deben ser las siguientes: entre 6 y 8,50 metros de largo, entre 3,50 y 5 metros de ancho y entre 5 y 7 metros de largo.
Factor fundamental y elemento distintivo de la Batalla, las flores deben cubrir la mayor parte de la superficie de las carrozas, siendo la técnica de "clavado" y la armonía en la disposición de los colores elementos importantes en la valoración final de las alegorías. Originalmente usadas margaritas y crisantemos, se utilizan en la actualidad dalias, claveles y clavelones chinos, a los que recientemente se ha añadido la margarita teñida.La ardua preparación de las flores comienza en los meses de noviembre y diciembre, cuando se extraen los bulbos de la dalia y se clasifican. Después, en marzo y abril, se preparan los ramilleros del clavelón para transplantarlos en junio, mientras que en mayo se plantan los bulbos de las dalias. A continuación, y a lo largo de todo el verano, se efectúan el “sayo” y el “resayo” de las flores y su constante regado, hasta su recolección en la semana de celebración de la Batalla.En primer lugar se recoge la hoja del magnolio (antiguamente se utilizaba la de la hiedra), unos días antes de la fiesta; a continuación la flor del Clavel (el miércoles), finalizando con la dalia (la víspera).Una vez recogidas y clasificadas por colores, y a lo largo de toda la noche del jueves, docenas de personas se encargan, en cada carroza, de fijarlas a las figuras. Originalmente pegadas con pez, ahora se sujetan con clavos y palillos de madera. Los pétalos, reservados para elementos delicados (rostros, por ejemplo), se pegan con una cola expresamente fabricada a base de harina y agua (la técnica se denomina “empetalar”).
- Ocupando con justicia el primer puesto se halla José Antonio “Toñi” Quintana, el carrocista más laureado de la Batalla en toda su historia. 18 son las victorias conseguidas por él a lo largo de una extensa y prolífica carrera (iniciada a finales de los años 50 de la mano de su padre), tanto en solitario como en colaboración con su hermano Manuel, con su rival y amigo Ángel Sainz o, actualmente, con el grupo Transportes Maritina de los hermanos Cagigas.