Como vimos al final del último artículo, tras Batman RIP y mientras está investigando la influencia del demonio Barbatos en su pasado y trata de deshacer el daño causado a la reputación de los Wayne con las difamaciones vomitadas por el Doctor Hurt, acusando a Thomas y Martha Wayne de mil y una salvajadas, Batman es reclamado por Superman, su compañero de la Liga de la Justicia para investigar el asesinato de un dios. De un Nuevo Dios, en concreto. Alguien ha matado a Orión, y la Liga de la Justicia debe investigarlo. La muerte de un Nuevo Dios hace que los Guardianes decidan aislar la Tierra, y los propios Alpha Lanterns son enviados a dirigir la investigación. Batman determina que Orión ha sido asesinado de un disparo, y una prospección arqueológica en el lugar demuestra que una bala especial estuvo allí… cincuenta años atrás. Alguien disparó una bala hacia atrás en el tiempo, una bala que mató a Orión y luego se detuvo, cincuenta años en el pasado. Esencia de bala, el ideal de una bala materializado, por así decirlo, forjada en radión, un material “teotóxico”, capaz de matar a los dioses. La Alpha Lantern Kraken acusa del asesinato a Hal Jordan, pero Batman descubre que se trata de una farsa, y que la propia Alpha Lantern Kraken ha sido poseída por uno de los dioses de Apokolips, la Abuela Bondad. Sin embargo, no puede transmitir esta información a sus aliados, pues la Alpha Lantern Kraken le noquea.
Todo esto podemos verlo en la propia serie Crisis Final, pero lo que ocurre cuando Batman es capturado, ya se desarrolla en los números de la minisaga Extremaunción, dentro de la franquicia del propio Murciélago. Así, sabemos que, basándose en la mente de Bruce Wayne, y dado que es invulnerable a la Ecuación Antivida, dos de los sirvientes de Darkseid, el Doctor Simiesco y Mokkari, tratan de crear una nueva raza de “clones” de Batman para crear un ejército perfecto. Para ello, Simiesco y Mokkari conectan a Bruce a una criatura llamada Lump, que afecta y retuerce los pensamientos de Batman, intentando rendirle, lo que Morrison aprovecha para hacer un repaso muy interesante al pasado de
Superman, que llega en ese momento, en el momento de la desaparición de Batman, emerge con un cadáver, el cadáver de Bruce Wayne envuelto en el traje de Batman. Darkseid es derrotado por Superman y los Flashes, y la Tierra se salva… pero Batman, para todos, continúa muerto. ¿La verdad? Ha viajado hasta la prehistoria, donde se ha encontrado con el anciano Anthro, a quien ha mostrado la señal de la resistencia a la Antivida (una versión esquemática del propio emblema del murciélago).
Pero para todos, Batman ha muerto. Y hay un hueco que llenar.