Así, siguiendo el estilo ensayístico-filosófico-sociológico de los primeros, este libro trata de analizar, desde un punto de vista que va muy en serio, la imagen, personalidad e influencia de uno de los superhéroes que, para mí, tiene mayor atractivo.
Porque Batman no tiene superpoderes, porque vive en esa complicada dualidad entre el justiciero y el empresario armamentístico, porque siempre ha rondado un debate sobre su sexualidad... Por eso y por más motivos, se merecía un libro como este.
En él hay espacio para el torturado murciélago y para la ristra de personajes que han pasado por sus páginas de colores, destacando el capítulo que reflexiona sobre nuestro gusto exagerado por el Joker, que a veces parece convencernos más que el hombre de negro.
Si os apetece un estudio formal sobre este gran icono cultural, aquí tenéis vuestro libro.