“Batman: Tierra Uno” es un cómic entretenido, interesante y que logra con bastante habilidad mostrarnos a un justiciero más humano (y realista) que nunca. O haría todo esto de haberse publicado hace años.
De un tiempo a esta parte todos estamos más que acostumbrados a que de de cuando en cuando, o muy a menudo su uno debe decir la verdad, las compañías de tebeos de superheroes saquen una nueva versión, intenten actualizar y sea la concepción definitiva del personaje.
Hay que citar, de forma directa (puro guiño al título) a “The Ultimates”, nueva visión del clásico grupo central de Marvel (“Los Vengadores”) en el que se acercan a una realidad mucho más plausible, a pesar del hecho de que en ella existan personas con poderes increíbles. Un acierto que tuvo su reflejo en crítica y público aunque luego perdiera el rumbo. No puede dejarse de lado a la saga cinematográfica de Christopher Nolan con, precisamente, Batman, en una línea que se ha venido a llamar hiperrealismo y que intenta lo que su propio nombre indica.
Estos son solo dos ejemplos, hay muchos más y bastante menos dignos algunos de ellos (toses y se escucha por ahí: Marvelution) de una tendencia que se ha puesto de moda en los últimos años. Quizá sea por el cansancio del público de las historias de siempre, que por otra parte a los que vamos sumando años son las que nos gustan. El problema no es que Superman pueda o no volar, o que Spider-Man se convierta en una araña gigante, la cuestión es que la lectura sea divertida y entretenida ya que de no ser así ¿para qué me lo compro?
Un claro síntoma de esto sería el llamado Nuevo Universo DC, del que me ahorro comentarios y sencillamente os digo que bajo vuestro propio riesgo (y el que avisa no es traidor). Este ha sido también un intento de modernización de personajes clásicos, en teoría para lograr nuevos lectores y aunque es cierto que los primeros números tienen un buen tanteo en las ventas, no así en continuidad y en crear un nuevo fandom (este es ciertamente el centro de todo, no hay realmente una renovación de aficionados como tal).
Pero también hay que citar algún caso de publicación dentro de la línea regular que logra con mucho éxito lo que, parece se pretende en estos ya mentados casos, me viene a la mente la más que recomendable “La última cacería de Kraven”. Un arco argumental, publicado posteriormente en tomo unitario, en el que el protagonista es el cazador que se ha enfrentado en muchas ocasiones a Spider-Man. El buen trabajo realizado logra convertir a un villano de circo y vodevil en una gran leyenda, además de hacer que el héroe tenga que morir y resucitar para ser él mismo (real y metafóricamente), además de pasar a la historia como una de las historias más profundas y de muchas lecturas que se han hecho en el género de los superhéroes, sin dejar de lado sus evidentes referencias literarias que empiezan de manera evidente con el gran William Blake.
Ahora podemos entrar de lleno en “Batman: Tierra Uno”. Esta historia intenta hacer todo lo que acabo de explicar, y es verdad que lo llega a hacerlo pero sin llegar realmente a interesar al lector ya que es algo que se ha visto muchas veces en el pasado, con más o menos éxito. Otro tanto está en la consideración de que Batman para ser Batman tiene que ser una historia imaginaria y una leyenda (dentro de la existencia de continuidad de su propia universo, entendiendo esto en la concepción que los demás tienen de él y sus habilidades), con lo que hacer que sea una persona normal llevada al límite no funciona, cierto es que es así en la línea regular pero siempre con ese punto de irrealidad y perfección que tan bien conocemos todos.
Influye notablemente también el acercamiento a fórmulas muy conocidas y en exceso usadas. No sorprende ya a nadie que Oswald Chesterfield Cobblepot, más conocido como ese elegante mafioso (o villano loco, depende del autor) llamado El Pingüino, sea el alcalde de Gotham. Esto se ha tratado en muchas ocasiones, incluyendo la batiserie de los sesenta o la de animación que encabezaba Bruce Timm. La influencia de las versiones cinematográficas, tanto la de Burton como la de Nolan, son directas y no se escapan a nadie, ¿pero son realmente necesarias? No, es la respuesta más directa y evidente ya que aportan realmente muy poco a la construcción de este Bruce Wayne camino de ser Batman, además que se notan metidas con calzador por un único sentido de venta y no tanto por ayudar a la narración.
“Batman: Tierra Uno” es una lectura entretenida y que puede sorprender a los lectores más jóvenes, o menos habituales, pero a los que somos consumidores desde hace años nos parecerá un producto que promete mucho y se queda muy por debajo de sus inquietudes.
Doc Pastor
Periodista/Fotógrafo. Cine, cómic y lo que toque. Fundador de Ruta 42 / La Encuadre. Coleo por más sitios. Mi perrito se llama Loki. Mis opiniones son mías. Valladolid - Madrid - Narnia ·
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