con la cura, una de sus canciones emblema y acompañado sólo del piano, a mi ya me tenía en su puño y fue imposible evitar unas lágrimas, aprovechó entonces para tocar más himnos como prospettiva nevski, nómadas o la canzone dell' amore perduto, resultando toda esa parte de enorme belleza y después sin darnos cuenta fue subiendo de revoluciones con la ayuda de una tablet con percusiones que le daban a todo mucha fuerza y energía terminado si no recuerdo mal con la estación de los amores, coreada por todo el público. se despidió hasta en dos ocasiones pero tras una gran ovación regresó diciendo, vamos a matar la noche y tocó voglio vederti danzare tranportándonos a una discoteca italiana del siglo XXI mientras él bailaba haciéndonos reir y para finalizar un instumental que bien podría haber sonado en el lev de gijón.
dos horas de pura magia con las que superamos las corrientes gravitacionales y consiguimos viajar por el tiempo y el espacio para curarnos. en una escala del 1/10 le doy un 14. Sublime, mítico, perfecto.