Battle Royale

Publicado el 08 febrero 2017 por Plausible @plausibleblog
En la República del Gran Oriente Asiático está prohibido el rock, esa música decadente. Los jóvenes crecen en un estado totalitario y controlador que promueve la competitividad. Como medida de control de rebeliones, la administración pone en marcha el Programa: cada año, 50 clases de distintos institutos son elegidas para luchar a muerte en la BATTLE ROYALE.
Los alumnos elegidos son aislados en una isla. Las normas del juego son estrictas: no pueden escapar, no pueden contactar con el exterior, y solo puede quedar uno.
Todo está permitido para sobrevivir.
Empieza el juego.
Empieza BATTLE ROYALE.
Reseña dedicada a todos los que me advirtieron de esta monstruosidad y a todos los que querían leer esta reseña cuando expresé por Twitter lo mucho que odié el libro.
Okay, listen. Yo sé que a muchos de mis amigos bloggers/booktubers/bookstagrammers y a la gente en general le gusta mucho Battle Royale, y está bien, no los juzgo (...un poquito nomás). Además es un libro de culto, así que supongo que también mucha gente le dará más puntuación de lo que merece por lo que significa para la literatura en general (como hice con La Campana de Cristal, que en vez de un 1 le metí un 3 explicando por qué, y todos contentos).
Pero esta vez soy totalmente honesta. Es más, tenía 2/5 en Goodreads por, justamente, lo que significa para la literatura (y más que nada por haber "inspirado" -más plagiado que otra cosa, pero ponele- Los Juegos del Hambre de Suzanne "no tenía idea de Battle Royale" Collins y por lo que este libro significa para la literatura juvenil), y lo cambié después de armar esta reseña. Sorry guys.
"Cosas que me parecieron ridículas de Battle Royale", un rant de +18 mil caracteres y 8 puntos clave (más conclusiones finales) de por qué odié este libro, by Flor Méndez.
La construcción del mundo
SORRY GUYS, pero me pareció flojísima. Sí, bueno, yo también puedo decir que el país en el que están mis personajes es fascista, que mientras mantenga contenta a la plebe está todo bien, que cosas como el rock están prohibidas... ¿y? ¿YYYY? 
El libro empieza con los 42 chicos ¿protagonistas? yendo a un viaje escolar, en donde obviamente los interceptan para llevárselos a la isla donde la Battle Royale (?) va a tener lugar. Pero antes tenemos un capítulo 0 en el que hay una charla "en un mundo distinto" (¿Estados Unidos?) sobre lo que es Battle Royale durante un ¿juego? de MMA femenino, en el que leemos sólo la voz del que está respondiendo y hablando de a qué mujeres del MMA enviaría. Después tenemos un prólogo que no va a tener sentido alguno hasta que, literal, terminemos el libro. Y recién ahí empieza la historia... con un capítulo del organizador de todo, el "tutor", hablando por teléfono de apuestas sobre quién va a ganar el Battle Royale con su jefe. Ajá. Iluminador, imprescindible.
Osea... sigo sin tener construcción del mundo. ¿Cómo y cuándo se prohibió el rock? ¿Por qué algunos que no son necesariamente de la elite pueden hacer viajes al exterior y otros no? ¿Por qué se hace esta fucking Battle Royale (sin que me tires el cuentito de porque así la gente piensa que...)?
No. Hay. Construcción. En serio. Vamos a poner un ejemplo actual: Corea del Norte. País dictatorial, que podría definirse como fascista, tiene campos de trabajo (semi concentración). Tiene francotiradores en toda la frontera y sólo pueden escapar hacia China algunos afortunados que 1) tienen la suerte de vivir cerca del lugar por el que cruzan al otro país, por el que pasa un río y por el que escapan y 2) tienen plata para pagarles a los guardias de turno que se hacen los giles por media hora hasta que desaparecen. Y eso si tienen suerte de que no les peguen un tiro o los reporten del lado de China, porque no les caen muy bien los norcoreanos desertores. Tiene intranet, no internet, y los medios están controlados por el Estado para pintarles una realidad que no es. Algunas zonas tienen luz o agua corriente durante una hora al día. Los grupos de música son estatales, y cantan sobre ir al colegio y cosas por el estilo.
El párrafo anterior tiene seis oraciones después de que dije el país del que hablaba. Y se los definí. Pero Takami (suponiendo que sea el apellido, porque no sé si para occidentalizarlo lo dieron vuelta; si me entero de que no es así, vuelvo y lo corrijo) gastó usó 683 hojas para no decir nada más de este Japón-Imperio Asiático-algo (¿¿sólo es Japón?? ¿¿Incluye a China?? ¿¿Otros países??) que "el internet es intranet, el rock está prohibido, el rock está prohibido, no se pueden conseguir fácilmente CDs o libros o cigarrillos importados, el rock está prohibido" y alguna cosilla más que se me escape. Pero el rock está prohibido, que no se les olvide.
La figura del rock
Y ya que les quedó claro que el rock está prohibido (porque lo entendieron, ¿no? Capaz necesitan que lo repita una vez más), vamos a hablar de esto.
El rock como gran figura prohibida aparece como el primer factor en la sinopsis: "En la República del Gran Oriente Asiático está prohibido el rock, esa música decadente". Ajá. Genial. Perfecto. Lástima que aparezca como mucho tres o cuatro veces a lo largo de toda la historia.
¿Qué me importa que todos recuerden cómo Shuya (ahhh... ese es otro temita delicado que tocaremos más adelante, mis queridos) tocaba acordes de rock antes de la clase de música? ¿Qué me importa alguna anécdota de Shuya comprando CDs de rock (que, por si no les quedó claro antes, son muy difíciles de conseguir)? Qué. Me. Importa.
Me importan los personajes pensando en cómo el rock libera, sea porque se identifican por las letras, porque viene del "país de la libertad" o porque es una forma de rebelarse contra el Gobierno fascista-dictatorial-sin-con-un-líder-pero-no-lo-sé-porque-lo-mencionan-una-vez-y-nunca-más. Shuya es el único que piensa en el rock (a Shogo le gusta pero obvio que no piensa en el rock porque es coherente y ¡¡¡se están matando entre todos!!!), y lo hace, no sé, dos o tres veces a lo largo de toda la novela. Es más, en una piensa en una canción de Bob Marley, que ni siquiera es rock.
Entonces, muchachos: si aún no lo leyeron y están entusiasmados con la figura de este gran género que rompió estructuras en su momento y aún hoy sigue vigente, sigan de largo. No gasten su tiempo. Vayan a leerse alguna biografía o un ensayo sobre el tema, o alguna otra cosa.
Personajes en general: 42 fantasmas
Dios, esto fue una de las cosas más difíciles de tragar. Porque, en serio... yo que pensaba que Collins me estaba haciendo la vida imposible con los 24 tributos cada año.
El libro trata sobre 42 estudiantes de los cuales tiene que quedar uno solo al final. Lo primero que pensaría si yo fuese la autora de esto es bueno, tengo que aprovechar esas 600 y pico de páginas para encontrar una forma de presentarles los personajes a los lectores.
BAZINGA.
¿Sabés cuándo te presenta a los personajes el autor? CUANDO ESTÁN A PUNTO DE MORIR, AIN'T THAT FUCKING GR8. De repente empieza un capítulo (ni hablemos de las elipsis, por Dios) con un personaje que no ves desde el capítulo 1 (estás en el 472, más o menos), que mientras camina/corre/está escondido/se está mirando al espejo y arreglándose el pelo (ya sé que soy una caca porque le meto sarcasmo a todo, pero esto pasa en serio) piensa en toda su vida y en sus compañeros y en cómo OMG I can't believe my class was chosen (por si no nos quedó claro las primeras cuarenta veces que los personajes lo dicen). Y después, dos o tres párrafos más adelante, se encuentra con otro personaje y lo terminan matando. El capítulo 70, para cualquiera que lo tenga a mano y quiera chusmearlo, es un perfecto ejemplo de eso.
Por lo tanto, sumado al punto de que no hay construcción de mundo, tampoco hay construcción de personajes. De upite conocemos un poco (y hasta ahí) de los tres más principales: Shuya, Shogo y Noriko. El resto son esterotipos súper vacíos que no aportan nada, o muy, muuuuuuy, muuuuuuuuy poquito a la historia: la inteligente, la puta, la líder, la fan del grupo pop masculino del momento, el raro, el estudioso, el mafioso, el deportista, el músico, etcétera, etcétera, etcétera. Vacío, vacío, vacío. Son básicamente cáscaras de personajes rellenos con corcho y papel maché que no pinchan ni cortan, ni tampoco aportan más que un par de asesinatos de sus compañeros.
Esto hizo que no sintiera nada a lo largo de la novela. Creo que me dieron lástima dos (con suerte tres) muertes, la cual la primera pasó luego de unas terribles 452 páginas, y sólo me acuerdo el nombre de uno porque fue uno de mis personajes favoritos, y uno de los únicos del que más o menos pudimos conocer algo. El resto es humo, son fantasmas. Son monótonos y planos, y sólo aparecen para morir.
Personajes en particular: Shuya
Ay, qué bueno que hablemos de Shuya, así saco todo mi ODIO y DESPRECIO por los personajes fucking biased por el autor.
Shuya tendría que haber muerto al salir de la escuela, pero no lo hizo porque estuvo en el equipo de baseball y juega al basket, y es muy bueno. Shuya se tendría que haber muerto cuando se encontró a dos de sus compañeros dispuestos a matarlo a sangre fría, pero no lo hizo porque no sé si sabían que alguna vez estuvo en el equipo de baseball. Shuya tendría que haber muerto en el Faro, pero no lo hizo porque le gusta el rock y toca cosas lindas antes de que empiece la clase de música. Shuya tendría que haber muerto porque Kazuo is the fucking king y básicamente invencible, pero no lo hizo porque es bueno en basket. Shuya tendría que haber muerto siempre, siempre, siempre, pero es bueno en basket, y en baseball, y le gusta el rock, y el basket, y el baseball, y el basket, y el rock, y somehow sale airoso de todas las situaciones porque el 93% de las pibas de su grado está enamoradísimas de él, y el otro 7% cree que es lindo, o cool, o inteligente, o recuerdan que estuvo en la Liga de Baseball de no sé qué, o que le gusta el rock, el baseball y el basket.
SHUYA IS A FUCKING MALE MARY FUCKING SUE.
Shuya es un INÚTIL, que en lo único que piensa es en esas tres cosas que les comenté arriba una, y otra, y otra, y otra vez. Todos los personajes piensan en algún momento en Shuya (PORQUE SÍ), y en lo muy bueno que era en los deportes, o en la guitarra, o en cualquier cosa que justifique que sea un héroe cuando no lo es.
Shuya tendría que haber muerto en mil ocasiones, pero el autor decidió mantenerlo vivo porque, al parecer, tiene un character crush con este imbécil. No hay razón para que pueda llegar a ser el ganador, como sí la hay con Shogo, Kazuo y Shinji, pero aún así sigue salvándose de la Parca porque 1) juega al basket 2) jugó al baseball 3) toca la guitarra 4) de repente toda la población femenina de Asia está enamorada de él, o piensan que es cool, o que es bueno en deportes, o quMORITE SHUYA.
PD de Shuya: 1/3 de las conversaciones de este libro gravitan alrededor de la pregunta "¿te gusta alguien?" o la afirmación "a mí me gusta Shuya". Es un (bastante patético) intento de romance, que incluso suena forzado cuando Shuya comienza a fijarse en alguien (mientras ve pasar balas de acá para allá y los cadáveres descompuestos de sus compañeros, porque obvio el amor siempre es más fuerte y no puede esperar VEINTE PÁGINAS).
Personajes en particular: Kazuo, Shinji y Shogo
Ah... mis tres personajes favoritos, por tres distintas razones: Kazuo es un hijo de puta que mata a sangre fría, algo que los 42 estudiantes tendrían que haber hecho desde el principio; Shinji, a quien amé desde que aparecieron todos juntos en la clase, en frente del tutor; y Shogo, el único más o menos coherente.
Kazuo tiene un gran problema, y es la explicación de por qué no siente nada. No los voy a spoilear groso, pero no siente nada de verdad; no tiene empatía. Y el autor, para variar, da una excusa patética de por qué no para justificar todas sus acciones (de esto hablo más adelante porque o boi, lo odio).
Pero Kazuo, por más que me guste como personaje porque mata al que se le cruce y si es un cachorrito también, es un personaje que está inflado de relleno. Es el invencible, el que todo lo puede, el tipito ese de Terminator que va corriendo atrás del auto y que se regenera cuando le pegan un tiro. Es ese que sirve para ir bajando de a uno o de a muchos el número de estudiantes vivos, porque, como nadie quiere matar a nadie porque no podemos ser tan poco humanos y no puede ser que le haya tocado a mi clase y no creo que se estén matando entre ellos y no seguro que esos 72 tiros de ametralladora que acabo de escuchar es un yacaré haciendo caca, no hay otra forma de que se mueran todos hasta que quede uno.
Shinji, por otro lado, es el genio que idea un plan para mandar toda esa edición del Battle Royale al carajo. No les voy a decir si lo logra o no, pero además de Shogo es el único que es más o menos coherente y, ya que no quiere matar a sus compañeros, hace algo para solucionarlo sin quedarse parado como un idiota a esperar que le caiga una bala perdida.
Pero Shinji es un personaje que cambia completamente: en el principio del libro lo vemos piola, confiado, sabiéndosela todas, y después es un pibito más que sabe qué hacer pero a la vez no. Un cambio drástico (porque del capítulo 1 pasamos a verlo en el, no sé, 864) y bastante triste, porque también sirve de relleno.
Shogo es el único personaje que más o menos me pareció coherente, pero bastante fácil de ubicar (descubrí Su Gran Secreto poco después de empezar el libro, así que cuando lo reveló más adelante fue... meh). Sin embargo es el personaje que más disfruté y el que más me gustó leer, porque las escenas en las que estaba eran las más llevaderas. Incluso cuando sólo fumaba.
Shinji y Shogo son los únicos que tienen ideas anti-gobierno, que planean hacer algo. Shuya es un inútil que lee del teleprompter pero que si se corta la luz se queda sin speech. Muerte a Shuya.
Conejos que salen de la galera de El Mago Sin Dientes y otras ridiculeces
Pensemos en el siguiente escenario: personaje X que apareció unas dos veces como mucho a lo largo de la historia, que recibió X arma al comienzo del juego, saca de la nada, cien páginas antes de terminar el libro, un elemento X que es un "bonus especial" súper dañino y mortal que le dieron además de su arma común pero que jamás se mencionó hasta ese momento, que es cuando lo tiene que usar.
¿Sabés cómo llamo yo a eso? BULLSHIT. (Also cheating, pero quedaba mejor el efecto diciendo bullshit).
No sólo pasa en esa situación de arriba (la cual es real), sino con varias cosas. Y esto tiene mucho que ver con la narración (la cual no me gustó para nada): durante un enfrentamiento, una persona saca un arma determinada que no tenía antes, pero que el autor arregla con paréntesis (en todas las oportunidades) porque al parecer le dio fiaca ir para atrás y agregar una escena a la historia. Es algo así como "Pepito perdió su arma (info acá: nombre, marca, mm del arma), pero cuando Fulanito se distrajo por tal y tal cosa, sacó su daga de diamante híper especial de 32 centímetros (la cual le sacó a Menganito veinte capítulos antes cuando lo encontró muerto, pero yo no te lo mostré porque me dio paja), que lo hacía invencible y le daba poderes sexuales como a Homero Simpson".

Eso es hacer trampa. Eso es ser un mal autor. Eso es no tener un plan previo a la hora de narrar. Si querés sorprender a tus lectores dejá pistas, poné la escena mucho antes así no se acuerdan, o, no sé, algo. Pero no flashees magia y súper suspenso ridículo porque de repente alguien que no ves hace veinte capítulos tiene un arma que el lector no podía tener ni idea de que tenía. No hagas aparecer a personajes que no mencionaste ni una sola vez para hacer alguna estupidez y que se mueran enseguida, como para sacártelos de encima (I'm watching you, chapter 70).
633 páginas que podrían haber sido 300
Ni siquiera tengo que explicar este título. 
Esto se relaciona con todo lo anterior: son 42 estudiantes puestos ahí para alargar la historia. Nada más. Por eso al autor no le interesa desarrollar sus pasados, o sus presentes, o nada que no tenga que ver con molerse a palos o pegarse tiros entre ellos. 
La violencia es la temática principal de este libro, lo cual está buenísimo y no me molesta... pero no se justifica. No me sirve el gore y las muertes si no tengo un objetivo al que ir. Al final del libro (y ni siquiera es spoiler, porque como no hay secuelas lo deben dar por sentado) no hay ningún cambio con el gobierno, con la sociedad, con Battle Royale; son 600+ páginas de violencia injustificada, porque al final el libro es violencia por violencia en sí.
Un libro de 633 páginas necesita de un desarrollo para justificar esa extensión (y también los de 150, pero ustedes entienden a lo que voy). No me alcanza con que haya acción porque sí. Me aburre. Me molesta. Saca mi cerebro del modo avión y empiezo a pensar en qué me hace falta comprar, o qué voy a cenar esa noche, o en todos los números que conforman el número Pi. Lo cual nos lleva al último punto:
Por qué Suzanne Collins es medio chorra pero merece el perdón de Dios
My unpopular opinion: The Hunger Games >>>>>>>>> Battle Royale. Ya está, lo dije.
En Llamas, el segundo libro de la trilogía, está basado en Battle Royale de principio a fin. Acá no tienen "un reloj" pero tienen zonas prohibidas después de cierta hora. Hay situaciones o acciones muy, muy parecidas. Y básicamente toda la idea de los 75° Juegos del Hambre están basados en Shogo.
Pero se lo tenemos que perdonar a Collins, chicos. Es un deber con el que tenemos que cumplir como seres de raciocinio y con pulgares.
Suzanne Collins le metió vida a Battle Royale. Nos guste más o menos la saga, armó un mundo, construyó una sociedad que justifica la existencia de Los Juegos del Hambre; creó personajes con pasados y presentes, con los que el lector se relaciona y puede identificarse, con un propósito fijo. No sólo tiene acción y muertes (aka todo lo que compone a Battle Royale), sino muchos otros factores que hacen un todo. Explica. Narra. Nos muestra qué es Panem, cómo se maneja Panem y nos deja meternos dentro de los diferentes distritos y el Capitolio. Nos explica por qué cada tributo puede hacer lo que hace y por qué no lo que no puede hacer, por qué van a luchar y por qué son los primeros o últimos en morir. Acá nadie sabe nada pero de repente todos están disparando ametralladoras, usando cuchillos cual Rambo o manejando granadas y detonadores.
Más allá de que hablé de la construcción del mundo mucho antes, voy a traer a colación algo que mencioné por arriba: el Programa (aka Battle Royale). La única explicación que da este autor súper vago es "el Programa es de investigación de Defensa, y así la gente se mantiene aterrorizada y el gobierno en paz".
¿¿¿Pero sabés qué??? Se pasa toda la novela diciendo que 1) nadie sabe del Programa (no sólo de la ubicación o de qué escuelas se eligen para participar año a año, sino tampoco del programa en sí) a excepción de algunos pocos y 2) sólo pasan al ganador por televisión (no las muertes, no el resto de los estudiantes).
So you know fucking what? Se te cae todo el discurso :) el autor me hizo leer 633 páginas de un mundo que está increíblemente mal pensado y construido, vago y sin detalles más que cómo chicos de 15 años se matan entre ellos. Nadie sabe del programa, pero les avisan a los padres de los chicos que son elegidos que ya están en camino a matarse con sus compañeros, además de que lo pasan en la televisión cuando termina para aterrorizar a la gente. SON AFIRMACIONES LITERALMENTE CONTRADICTORIAS. No tiene el más absoluto sentido.
Conclusiones finales (cual tesina)
Battle Royale es un libro con personajes totalmente vacíos y con un plot que se cae a pedazos desde el principio. Páginas y páginas y páginas de muertes de personajes con el que el lector no llega a conectar, de una narración mala y un male Mary Sue con toques de ¿¿¿amor??? para hacer a los personajes más "humanos" (porque es todo lo que Takami puede soportar; un recuerdo de un PERRO nunca, ¿no?). No lo recomendaría ni a mi peor enemigo, salvo que lo quiera leer para comentarlo.
Y este ejemplar se salvo de ir para el asado porque es de Mati. Gracias por prestármelo, perdón por hacer bolsa una de tus historias favoritas (?)