Bauer y el imperialismo

Por Josep Pradas

Otto Bauer (1882-1938)

Hacia 1907 desarrolla su crítica al imperialismo. Al contrario que Kautsky y Parvus, Bauer mantiene que el imperialismo, después de un período crítico para la paz, puede llegar a la autosuperación. Considera que los males del imperialismo son inferiores a sus bondades, que los pueblos sojuzgados por ellos se integran en la civilización moderna, preparándose así el camino para una economía mundial en la cual las tasas de beneficio habrán de igualarse, lo que posibilitará la superación de los nacionalismos.

Bauer estudia el aumento de las rivalidades globales: las grandes potencias tienden cada vez más a situar sus políticas exterior y militar en áreas poco desarrolladas del globo para asegurarse áreas de influencia económica, en las que apoyarse durante las depresiones cíclicas del capitalismo. Esto incluye análisis del proteccionismo industrial como factor acompañante del imperialismo, porque permite a los monopolios industriales abaratar anormalmente sus productos en el exterior.

Basándose en la teoría marxista del valor, deduce que el intercambio entre áreas industrializadas y áreas atrasadas produce un beneficio excedente que favorece a las áreas ricas, aunque sea en condiciones de librecambio (noción formulada por Kautsky en 1901).

En conjunto, la idea de Bauer es que la expansión capitalista conduce a la anexión imperialista, para asegurar al capital monopolizado mercados y áreas de inversión políticamente controladas y sin competidores extranjeros.

En cuanto a las implicaciones sociales del imperialismo, Bauer afirma que en principio es aceptado por la masa proletaria porque redunda en su beneficio, fruto de una ordenación mundial de la economía. Sólo cuando aparecen las consecuencias políticas del imperialismo (rearme, pérdida del control político, autoritarismo, militarismo, etc.) se transforma esa primera aceptación en hostilidad, en aquellos obreros que hayan desarrollado conciencia de clase. De ahí la incompatibilidad entre la socialdemocracia y el imperialismo. El problema político para la socialdemocracia es que no puede evitarse la estimación de los otros obreros hacia los beneficios del imperialismo. Aquí está la clave, aunque Bauer no pudiera saberlo en ese momento, del conflicto de la izquierda europea durante la I Guerra Mundial, el auge de los nacionalismos y los totalitarismos, y la gestación de la II Guerra Mundial.

FUENTES:

Lichtheim, George, El marxismo. Un estudio histórico y crítico. Barcelona, Anagrama, 1971.

Souyri, Pierre, El marxismo después de Marx. Barcelona, Península, 1975.