Hemos visto a numerosos matrimonios besarse a lo largo de la historia de Doctor Who, de hecho Rory y Amy eran bastante dados al besuqueo, como River con Eleven, incluso Eleven le plantó uno en todos los morros a Rory, pero parece ser que el matrimonio formado por la alienígena y la joven victoriana no pudo disfrutar de su momento.
Y es que encima no estamos ni hablando de un beso en condiciones. Madame Vastra y Jenny son ya personajes habituales en las últimas temporadas de Doctor Who y, aunque al principio sólo se daban pistas de su relación, finalmente se confirmó que eran matrimonio, pero su primer y único beso en pantalla fue en realidad un boca a boca porque Jenny se estaba quedando sin aire y Madame Vastra (por eso de ser una especie de lagarto) compartió su exceso de oxigeno con ella, y ya está. Es verdad que el beso/boca a boca se grabó en un primer plano y de manera, digamos romántica, pero ni con esas. El beso tuvo que quedarse fuera.
El código para cadenas de television que como la BBC operan con una licencia suscrita a través de la MDA establece que sólo aquellos programas dirigidos a un público mayor de 18 años pueden mostrar contenido relacionado a parejas del mismo sexo. Las reglas de hecho dicen que, en programas categorizados como "M18" (lo que obviamente Doctor Who no es), "se permite el contenido o tema homosexual como subtrama siempre que sea de manera discreta y no gratuita" y "la muestra ocasional de suave actividad sexual (como besar o abrzar) entre personas del mismo sexo se permitirá si está justificada por el contexto y no es gratuita". Así que Doctor Who, siendo en esencia una serie infantil, tuvo que eliminar el beso si quería pasar el baremo.
La BBC ya emitió un comunicado al respecto haciendo referencia a los motivos por los que debía cortar el beso, pero creo que es justamente en series dedicadas a los más jóvenes donde hay que introducirles de forma normal todos los aspectos sociales. Y este beso, siendo un boca a boca más que un beso, seguro que a ningún niño le habría llamado la atención, por muy contexto romántico que pudiera tener de fondo.
Lo que creo que da más miedo no es que una institución televisiva tenga unas regulaciones en un determinado país que deban cumplirse, si no que el Ofcom, que regula las emisiones de la BBC (algo así como su Defensor del Espectador) recibió seis quejas sobre el beso. Que vale, que son sólo 6 y el Ofcom no consideró necesario investigar el tema. Pero eso nos indica que a día de hoy, en la sociedad británica, hubo gente que se sintió incómoda o molesta por un beso entre dos mujeres casadas.