Condor se interrumpió.
-Bueno, todo lo que le contado hasta ahora lo sé de segunda mano. Pero esta última historia la sé por coca de él mismo. Me la contó la noche en que, después de la operación de su esposa, esperamos en una habitación del sanatorio desde las diez de la noche hasta el amanecer. A partir de aquí puedo responder de cada palabra, pues en tales momentos no se miente.