El próximo lunes me toca hacer la reseña de esta novela, de la que ya habréis ido leyendo opiniones a lo largo de esta semana (yo apenas las he querido ojear), ya que forma parte de la lectura conjunta que organizó Carmen en su blog Carmen y amig@s y yo todavía no la he terminado y es que ha llegado a mis manos un pelín "justa" de tiempo, pero bueno, menos mal que no es muy largo y la verdad es que está escrita con tanto gusto que es un placer leerla. Me falta algo menos de la mitad, pero espero cumplir con la lectura y con la reseña ¡claro! Lo podréis comprobar el lunes.
Se trata de EL SABOR DE LAS PEPITAS DE MANZANA de Katharina Hagena y así comienza...
"Tía Anna murió con dieciséis años de una neumonía que no fue posible curar porque la enfermedad le había roto el corazón y aún no se había descubierto la penicilina. Su muerte ocurrió un día de julio al anochecer y un instante después, cuando Bertha –la hermana menor de Anna– se precipitó llorando al jardín, se dio cuenta de que con el último estertor de Anna todas las grosellas rojas se habían vuelto blancas. Era un jardín grande. Los numerosos y antiguos groselleros se arqueaban por el peso de las bayas que debían haberse recogido hacía mucho tiempo, pero en las que, tan pronto como Anna cayó enferma, nadie había vuelto a pensar. Mi abuela me lo contaba con frecuencia, ya que había sido ella quien había descubierto las grosellas enlutadas.."