No me pude resistir participar en la tercera lectura conjunta de Laky, soy una inconsciente lo sé, mi tiempo no me da para tanto, en un principio me dije si con la suerte que tienes seguro que no ganas un ejemplar y te caes de la lectura prueba mujer, que tienes que perder. Así que como la voz de mi conciencia me animaba me deje seducir y participé en el concurso. Y la suerte que me es aviesa en otras ocasiones está me fue muy muy propicia, y la verdad es que en el blog de Laky ya me ha sido en alguna que otra ocasión.
De esta manera me vi embarcada en una nueva lectura conjunta con muy poco tiempo y monton de libros de la biblioteca en casa, más una reserva que llamó a mi puerta en el momento menos oportuno y que he terminado a marchas forzadas y he devuelto in extremis con dos días de retraso que es lo que te dan de cortesía para no sancionarte.
Así que a pocos días de hacer la reseña, pero con un margen todavía generoso de tiempo me teneis empezando todavía el libro, cuando ya la gente ha vertido algunas opiniones y las expectativas se me estan quedando a ras de suelo.
Con ello en contra, aunque han empezado ya a reseñar el libro, os anuncio que no leeré vuestra opinión hasta que no haya terminado el libro, para que no huyan de mí las escasas ganas que me estais dejando... Y es que aunque la puntuación de Laky es bastante buena, he leido los comentarios que dejais, craso error por mi parte y ahí es donde la he acabado de pifiar... Ojo que despues de este despotrique, igual me gusta luego la novela y me tengo que comer con papas esta diatriba...
El libro que me ocupa desde ayer es:
Titulo: Colgado en tus manos.
Autor@: Claire Seeber.
Editorial: Martínez Roca.
Nº Páginas: 381.
"Era uno de esos días de verano tan calurosos que temías el tacto pringoso de los demás, una pegajosa tarde de agosto que me hacía desear una lluvia fresca, fresca y deslizante, y maldecía a Maxine en silencio mientras trataba de quitar toda la arena de la bolsa, los eternos granos que iban cayendo suavemente desde los pliegues de las gasas y baberos manchados para siempre. Se había traído a casa media playa de su viaje a la costa la semana anterior, y todo estaba manchado y caía sobre la comida amorosamente preparada de Louis, que él se negaba a comer. Estaba empezando a ponerme nerviosa mientras trataba de escapar del suave polvillo pálido, pero lo tenía ya en la boca y en los ojos; hice una mueca, escupí, y sientí cómo mi buen humor empezaba a desvanecerse."
Llevo muy poquito leído así que yo no puedo opinar todavía y voy a intentar deshacerme de todas las impresiones negativas que he leído para que no influyan ni en mi lectura y por supuesto en mi posterior reseña...
Buen Finde