BBF#41 con Màxim Huerta

Publicado el 30 marzo 2012 por Carmina
Vuelvo a la carga con este autor, me gustó mucho El susurro de la caracola, y tuve la oportunidad de conseguir gracias a la editorial su primera novela Que sea la última vez. Lo que más me atrajo de ella fue que pusiera en evidencia las bambalinas del mundo de la televisión, lo que ocurre entre los profesionales detrás de las camaras y es que es un verdadera selva que pocos imaginan.
La recibí al poco de terminar El susurro de la caracola y decidí dejar un tiempo entre medias para desentoxicarme un poco del estilo del autor, y para no comparar, porque las comparaciones son odiosas y aunque se produciran con aquella un poco más difuminada no la tendré tan presente.
La he empezado hace muy poco así que poco puedo deciros de ella, salvo que parece que el sentido del humor ayuda a desdramatizar a la protagonista... Su principio es un tanto extraño, puesto que comienza con una lista de la compra que nos puede dar una idea de cual es el caracter de nuestra protagonista, pero me voy a saltar ese principio y me situaré directamente en el capítulo primero.
Titulo: Que sea la última vez...
Autor: Màxim Huerta
Editorial: Martínez Roca
Nº de Páginas: 316
Viernes, 8 de octubre
Llevo dos lexatines, una tila y una hora y 50 minutos pegada al teléfono. No me lo puedo creer. Me he quedado pegada a la pared desde que he abierto el sobre, emocionada, y me he puesto a leer la carta del TP. Premio a toda una Vida, Dios santo. ¡Dios santo! Tengo sesenta y un años, todo el mundo me echa cincuenta, o menos, y me quieren "honrar" con un premio que debería tener mi madre o la abuela de Leticia Ortiz. Pero que se habrán creído, ¿que pienso retirarme? Aggg. Esto debe ser una maniobra del jefe de la cadena para poner a la insoportable y jovencísima Luchi Lobo en mi horario. Si no es así no lo entiendo. Se supone que me debería sentir orgullosa, feliz, alegre, emocionada, buscando vestido para la gala, pensando en la dedicatoria del premio, llorando de satisfacción, contándoselo a mis amigas... ¡Mucho más!, que debería estar dando saltos por el salón como una perra en celo chorreando babas y, sin embargo, me va a estallar la cabeza.

Por otro lado sigo con Ellas también viven, me quedan dos o tres relatos, me estoy tomando mi tiempo para disfrutarlos y paladearlos y doy fe que lo estoy haciendo. Me esta sorprendiendo su autora, con los giros finales que me deja con la boca abierta y con ganas de seguir leyendo. Me he reído, me he indignado, emocionado... un poco de todo, pero lo dejo para la reseña.