BBF#86
La cola del cometa rasgaba el amanecer; era una brecha roja que sangraba sobre los riscos de Rocadragón como una herida en el cielo rosa y púrpura.Nuevos escenarios, nuevos personajes... El universo de Juego de tronos sigue creciendo (y yo necesitaré algo más que un mapa para no perderme en él). Nos seguimos leyendo.
El maestre estaba de pie en el balcón de sus aposentos, azotado por el viento. Allí era adonde llegaban los cuervos tras un largo vuelo. Sus excrementos salpicaban las gárgolas de cuatro metros que se alzaban a ambos lados del hombre, un sabueso infernal y un wyvern, dos de las miles que vigilaban desde los muros de la antigua fortaleza. Cuando llegó a Rocadragón, el ejército de seres de piedra lo ponía nervioso, pero con los años se había acostumbrado a ellos. En aquel momento los consideraba viejos amigos. Los tres juntos observaron el cielo como si fuera un mal presagio. (“Choque de reyes”, George R. R. Martin)