¡Buenas a todos!
Después de una semana que se me ha hecho eterna por fin es viernes de nuevo, coincidiendo con San Valentín. No sé si vosotros soléis celebrarlo, aunque sea una mera excusa para salir a cenar fuera, porque creo que aunque sea un día absolutamente comercial al menos nos saca de la monotonía y deja salir el lado más cursi.
Para variar, este fin de semana tengo muchas cosas que hacer, pero aun así voy a intentar sacar tiempo para salir y leer. Y para llevar la contraria no entro en este día con una novela romántica, sino con una de fantasía épica que llevaba mucho tiempo esperando en el lector, El lamento de Aasm: El triangulo de Gnurk I.
Lo digo tan alegremente aun cuando estoy escribiendo el jueves al mediodía y llevo algo menos de la mitad de la novela. Así que es posible que a última hora de hoy tenga que cambiar esta entrada radicalmente y hablaros de otra nueva lectura. O que solo me queden unas pocas páginas y vaya a empezar otro…
Como siempre, os dejo las primeras líneas:
La oscuridad de la noche se vio quebrantada por un rayo que separo el negro cielo en dos. Bajo su lacónico fulgor, las salientes rocas del acantilado dibujaros fantasmagóricas figuras a los pies de la torre oeste de la fortaleza. Los matojos que de ella nacían asimilaron la forma de unas garras que trataban de trepar a lo alto del abismo
La verdad es que no nos indica mucho este primer pasaje, aunque sí que se puede ver una de las características de esta novela: la descripción. Tengo que reconoce que al principio se me estaba haciendo pesado, pero creo que ya he llegado a un punto en el que me he acostumbrado y me pica más la curiosidad por la historia que la posible lentitud con la que la lea.
Hoy, sobre el mediodía habrá una segunda entrada especial que puede que os interese. Estad atentos, y mientras tanto idme contando: ¿Qué lectura tenéis vosotros para el fin de semana?