BBK Live: crónica de un sábado festivalero

Por Especialistamike

Servidor en la entrada del festival...

Sí, delante de los baños...

El sábado pasado (09-07-2011) me estrené en el festival BBK Live de Bilbao, un festival que se lleva celebrando en Kobetamendi desde el año 2006 y que en la edición de 2011 ha batido todos los récords, incluyendo el de asistencia, con un total de 103.083 personas repartidas en los tres días que ha durado el evento musical. Además, esos más de cien mil asistentes han dejado más de 16 millones de euros en caja. Si a eso le unimos lo atractivo de los grupos que suelen copar el cartel del festival y el hecho de que el festival haya sido premiado con el Green and Clean (un galardón otorgado por la asociación Yourope-The European Festival Association por su grado de responsabilidad y compromiso con el medio ambiente), no cabe duda de que hay BBK Live para rato, pues goza de una estupenda salud.

Show me the money!!!

Ya me hubiera gustado ir los tres días, pero con el curro actual es imposible y gracias a que ese sábado tuve turno de mañana, que si no, nada de nada. Llegamos al recinto sobre las siete de la tarde y el ambiente era realmente embriagador, propio de las grandes citas musicales: merchandising de todo tipo, música por doquier, gente por todos lados... Se respiraba cultura musical en el ambiente. Cuando llegamos estaban tocando Les Savy Fav, un grupo neoyorkino de punk rock que ofrecen un espectáculo realmente curioso articulado en torno a su cantante, Tim Harrington, un simpático gordito con poco pelo, barba y generosa tripa que no duda en salir disfrazado, quedarse en calzoncillos a la más mínima ocasión y que interactúa con el público de mil y un maneras diferentes, incluso cantando abajo, entre la multitud. La verdad es que me sorprendieron gratamente, disfruté como un enano kalimotxo en mano y me recordaron la cantidad de gente que hace buena música y no tiene el reconocimento que se merece. Con un sonido crudo y un directo enérgico se metieron al público en el bolsillo y desde entonces me declaro fan suyo y ya le estoy metiendo mano a su discografía. Si volvieran por estos lares repetiría sin dudarlo.

Dí "SI" al kalimotxo...

Después, a eso de las ocho y cuarto se subían al escenario 2 los murcianos M-Clan para dar un concierto basado, fundamentalmente, en sus dos últimos discos. A estas alturas ya nos habíamos provisto de comida (patatas fritas) y bebida (kalimotxo, of course!) y estábamos delante del escenario principal, preparados para el concierto de 30 Seconds to Mars y disfrutando del concierto de M-Clan en las pantallas situadas delante. La verdad es que Carlos Tarque y los suyos sonaban excepcionalmente bien, y eché de menos algún tema más de sus primeros discos, cuando sonaban realmente rockeros. Hubiera sido el aperitivo perfecto para el rock sureño que descargaron The Black Crowes horas después.
Con una puntualidad tremenda y después de escoger un sitio más o menos privilegiado, subieron al escenario 30 Seconds to Mars, más conocidos por el gran público como "el grupo de Jared Leto". Su legión de fans casi sectari@s, los llamados Echelon, ocupaban las primeras posiciones cercanas al escenario venidos desde todas partes de España e incluso el extranjero. El grupo fue desgranando poco a poco un repertorio basado en sus dos últimos discos, abriendo con A Beautiful Lie y cerrando con Kings and Queens (ésta última previa cover de la intro de "Cowboys from Hell" de Pantera... Leto, con los grandes no se juega...) subiendo al escenario a casi un centenar de enfervorecidos fans. Entre ambas, temas como Attack, This is War, The Kill o Closer to the Edge, que son los que más me llaman la atención del repertorio de los TSTM y las que más disfruté en el concierto, que sinceramente no estuvo mal en cuanto a espectáculo. Jared Leto es un cantante normalito, pero sabe paliar sus enormes carencias vocales animando al personal y manejando a la multitud a su antojo. Una hora y cuarto después estábamos exhaustos y yo incluso afónico después de meterme de lleno en el espectáculo y tararear varios temas.

Llegó el turno de un nuevo avituallamiento, que consistió esta vez en un kebab minúsculo a precio de oro y un Red Bull para ver si conseguía espabilar, pues los años no pasan en balde y después de madrugar a las cinco de la mañana y ocho horas de trabajo, mi cuerpo empezaba a pedirme un respiro. El hecho de que en el otro escenario hubiera comenzado su actuación Jack Johnson no ayudó demasiado a desperezarme, pues aunque el hawaiano llenó el recinto con su buen hacer y su música "buenrollista", no era lo mejor para preparar a la multitud para la descarga posterior. No me cabe duda de que es un gran artista, pero su música casi me sume en un letargo mortal.
Pero bueno, que al final conseguimos situarnos más o menos cerquita del escenario principal para ver a The Black Crowes, unos pesos pesados en esto de la música y maestros en lo que a rock sureño se refiere, pues ya hay quien los sitúa a la altura de Lynyrd Skynyrd y The Allman Brothers. No seré yo quién diga lo contrario. Abrieron fuego con Jealous Again (uno de los grandes temas de su carrera para empezar, como sólo los grandes se pueden permitir), para luego seguir con Hotel Illnes, Good Morning Captain y Soul Singing. Nosotros sólo pudimos disfrutar de estas primeras canciones, pues el cansancio y el fresco empezaba a hacernos mella y optamos por volver a casa (esta misma mañana he empezado a sufrir las consecuencias de estar en pantalón corto a las doce de la noche en el monte, con un oportuno dolor de garganta y algo de fiebre). Me fuí con la sensación de que The Black Crowes son grandes, y sólo la primera canción de su repertorio ya mereció la pena el dinero de la entrada.


En definitiva, una muy grata experiencia que pienso repetir el año que viene siempre y cuando el cartel de artistas acompañe. Me lo pasé genial, disfrutando como un enano de la música, una de mis grandes pasiones, en la mejor compañia (Perse y Ainara, hola!) y calentando motores para el 31 de julio, cuando vaya a ver a Judas Priest, Motorhead y Saxon al BEC, en Barakaldo...