BCNegra 2014: crónica sentimental

Publicado el 14 febrero 2014 por Revista PrÓtesis @RevistaPROTESIS
El Enviado Especial Claudio Cerdán nos regala una crónica sentimental (en negro): lectores y amigos en BCNegra 2014

Neblina de cervezas y viejos amigos...

Impresionante. Así se podría describir el festival BCNegra en su edición de 2014.Impresionante por la cantidad y calidad de invitados, por la afluencia masiva de público, por las múltiples charlas entre policías, escritores, detectives, periodistas y editores, por el cariño de los lectores, por la magnífica organización. Simplemente, de diez.Me quedo con los recuerdos, salpimentados por la neblinas de tantas cervezas, y con los viejos amigos con quienes me reencontré, así como los nuevos que me llevo.Fueron pocos días, pero bien aprovechados. Del 5 al 8 estuve por la Ciudad Condal. Lamentablemente, el miércoles llegué tarde, por lo que solo pude entrar y saludar al comisario Paco Camarasa, alma mater de todo el proyecto. Estaba en todas partes, montándolo todo, hablando con todo el mundo, y siempre con una sonrisa en la boca. Un librero de vocación que se deja la vida por la novela negra. Ese es Paco.
ya entrada la noche...Tras una serie de reuniones que tenía previstas por temas editoriales, llegó el jueves por la tarde. En la mesa de los debutantes tropecé con varios amigos. Primero me encontré con Alexis Ravelo. Este canario, además de ser uno de los mejores escritores de género que han surgido en los últimos años, tiene un calor humano sin igual. Con él te ríes sin parar. Una máquina. Conocía  al también isleño José Luis Correa y nos marchamos a tomar unas cervezas a una plaza cercana. Se nos unieron la misteriosa bloguera sin rostro que escribe en Leer Sin Prisa, el desde ya gran amigo Rubén y el periodista Juan Carlos Galindo, que dirige el blog de referencia Elemental para el diario El País. Porque los del gremio no sabemos juntarnos sin tomarnos unas cañas y BCNegra era una fiesta.Ya entrada la noche, con algunas bajas en nuestras filas, llegamos a La Capella, una de las bases donde se desarrollaba el festival. Allí se dispuso un ágape estupendo en mitad de un ambiente festivo. Por allí pasaron Xabi Borrell, del programa Todos Somos Sospechosos de RNE3, con quien nos reímos un rato largo. Conocí en persona a José Andrés Espelt, del blog especializado Cruce de Cables, y al jovial Félix Modroño, autor de La ciudad de los ojos grises. Con su energía característica apareció Cristina Fallarás buscando al culpable. Coincidí con Carlos Zanón, uno de los autores que más ganas tenía de conocer y que derrochaba buen rollo. Me reencontré con mi queridísimo Mariano Sánchez Soler, a quien tanto le debo, acompañado de David Hall. No se perdieron la fiesta los amigos de Getafe Negro, otro festival que destaca por su organización y la calidad de su propuesta. Me presentaron a Alberto Llamas y a Albert Gassull, que ya había visto en la mesa de debutantes. No podía faltar Andreu Martín, que andaba por allí regalando sonrisas, ni la familia Alrevés al completo, genios y figuras, con un impresionante libro de Pepe Rubianes bajo el brazo. A partir de ahí las cervezas evolucionaron en vasos de tubo y los recuerdos se vuelven difusos, así que perdonen si me dejo a alguien.

Público entusiasta

Al día siguiente había quedado con Rafa Pons, cantautor de enorme talento y amigo desde hace años, para hablar de la vida, curiosear librerías de viejo y hablar sobre el estupendo libro de relatos que publicará en unos meses. No se lo pierdan o se arrepentirán.Desde el día anterior me hice la idea de que a Camilleri solo lo iba a ver en fotos, así que fui directamente a las charlas vespertinas de la Capella. Allí me di cuenta por primera vez de la gran afluencia de público entusiasta que tenía la BCNegra. Era un recinto de unas 500 personas de capacidad, y aún así se veía a gente de pie por los pasillos y al final. El propio Paco Camarasa tuvo que pedir que por favor no se sobrepasase el aforo por motivos de seguridad. El que aquí firma ha estado en presentaciones donde iban el autor y su perro, por lo que ver a tantos asistentes era como viajar a Eurodisney. De nuevo, un síntoma del buen hacer de la organización y de la buena salud del género.La primera charla llevaba por título Isla Negra, donde Alexis Ravelo y José Luis Correa charlaron con una comisaria de los Mossos de forma distendida. Después le tocó el turno a Rafael Guerrero y Francisco Marco, que moderados por Mariano Sánchez Soler disertaron sobre la figura del detective en la ficción respecto a la realidad. Como se dijo al principio, callaron muchas cosas, pero otras muchas salieron a la luz.Al terminar, nos fuimos de cervezas y de cena. Al grupo habitual se unieron Rosa Ribas, Julia Martínez y los amigos de Valencia Negra: Bernardo, Marina y Jordi. Marchamos a un bar cojonudo del que no recuerdo el nombre, donde hacían unos platos de un sabor brutal. Decidí retirarme pronto, ya que al día siguiente tenía mi bolo, y aunque los escritores nos ganemos la fama de bohemios, el sentido de la responsabilidad es superior. Por cierto, te debo una cena, Gori.Sábado por la mañana. Despedida y cierre. Siguiendo la tónica general de la BCNegra, la biblioteca de La Fraternitat estaba a reventar. Había gente de pie, gente sentada en el suelo e incluso en una escalera. Increíble.cosecha en castellano: ¡me lo pasé de lujo!La mesa redonda se titulaba Cosecha en castellano, donde participábamos algunos de los autores que habíamos publicado recientemente. Sentarte junto a cracks de la talla de Juan Bolea, Luis García Jambrina, Willy Uribe o Guillermo Orsi daba mucho miedo. Son autores de los que aprender tanto que me sentía un intruso. Luego todo fue bastante distendido, moderado por Carlos Zanón, del que me enteré que se acostaba conmigo desde hace dos días. Hablamos de los libros, de métodos de trabajo, de editores, de nuestros miedos como autores, etc… Me lo pasé de lujo y se me hizo corta la hora y media que nos concedieron. Después vino el mejor momento: el encuentro con los lectores. Primero en la propia biblioteca, donde continuaron las preguntas, felicitaciones y ánimos. Luego nos trasladamos a la mítica librería Negra y Criminal, donde bloqueamos la calle de la Sal. Éramos muchos autores y pocas sillas y tuvimos que hacer turnos. Tuve la suerte de que Rosa Ribas me prestara un bolígrafo, porque el aquí firmante estrenaba chaqueta y no tenía ninguno en los bolsillos. Los lectores se sucedían, y fue genial hablar con cada uno de ellos. Al final me dijeron que se habían agotado los ejemplares de mi novela y que la gente seguía pidiendo. ¿Os he hablado de aquella presentación a la que fue el autor y su perro? Lo dicho: BCNegra es única.Entre mejillones y vinos (y un ron que trajo Alexis de las islas) conocí a Nacho Cabanas, flamante ganador del LH Confidencial, con quien me habría gustado tomar unas cervezas tranquilamente. Otro con quien me habría encantado hablar más fue Rafa Guerrero: mi siguiente novela trata de un detective, así que no la leas. Firmé junto a Jussi Adler-Olsen, un tipo muy simpático que se interesó por mis obras y del que hice de traductor para sus lectores, aunque mi inglés era peor que el suyo.Al final me quité la máscara de autor y me puse la de fan para pedirle una firma a Willy Uribe y a Carlos Zanón. Tuve la suerte de mantener una charla con Andreu Martín en la que me abrió los ojos respecto a ciertos aspectos novelísticos. Cuando alguien de quien has leído tanto y admiras desde hace años se toma esas molestias, no puedes más que tartamudear unas torpes palabras de agradecimiento. Por cierto, como anécdota diré que la conversación terminó cuando interrumpieron a Andreu mientras decía: “Esto no es algo que suela decir, pero…”. El maestro del suspense, amigos. Luego me fui a comer junto a José Luis, Maluenda, Alexis, Andreu, Leer Sin Prisa y otros, pero me tuve que marchar corriendo antes del café.
En el tren de vuelta a casa apenas me podía concentrar en la lectura. Muchas sensaciones, muchas conversaciones, muchas risas. Impacto emocional de altura. Un éxito impresionante, como decía al principio. El año que viene se antoja demasiado lejano para repetir experiencia, pero lo que os aseguro es que me tomaré más días, porque BCNegra lo merece.Claudio Cerdán, autor de Cien años de perdón