Beata Isabel de Hungría, o de Töss, virgen dominica. 30 de mayo.
Isabel, con 12 años, es recriminada por
su madrastra de vestir austeramente.
Su madrastra se la llevó nuevamente a Viena, pues la beata Isabel era una herramienta valiosa para la sucesión del trono húngaro, herramienta que los Habsburgo planeaban utilizar. Sin embargo, tras el asesinato de Alberto I de Habsburgo, el padre de Inés, esta se recluyó en un convento en Köningsfelden en 1310, antes enviando a Isabel a las dominicas de Töss, Suiza, para darle un destino digno: ser religiosa, ya que quedaba lejos su posibilidad de gobernar, habiénsose roto su compromiso 5 años antes. Por el momento, porque unos años más tarde, siendo religiosa, la pretendió duque Enrique de Austria, sin que Isabel quisiera, ni la Iglesia diera la dispensa de votos.
En 1336 conoció al Beato Enrique Suso (23 de enero), también dominico y místico. Se hizo su discípula, adentrándose en el mundo de la ascesis, la contemplación y la meditación. Tuvieron una profunda amistad espiritual, se admiraban, aconsejaban y ayudaban mutuamente. La admiración que sentía Enrique por ella queda clara en estas palabras del religioso en su autobiografía:
"Por ese tiempo, tuvo el Siervo de la Sabiduría una hija espiritual, religiosa dominica, que vivía en un convento de clausura de cierta ciudad. Su nombre era Isabel Stegel, mujer de vida muy santa en lo exterior y de un espíritu angelical en lo interior. Su noble conversión, por la que su alma y su corazón se volcaron totalmente en Dios, fue tan fuerte, eficaz y vehemente, que inmediatamente dio la espalda a todas las cosas superfluas y a todas las vanidades, por las que muchos descuidan y malogran su propia salvación. Era tan intenso su deseo que ansiaba empaparse de enseñanzas espirituales con las que pudiera obtener una vida feliz y perfecta, único fin de sus desvelos. Por eso, anotaba diligentemente cualquier cosa que hubiese aprendido y que pudiera ayudar, tanto a ella misma como a otros, a adquirir las virtudes divinas. Imitaba a las laboriosas abejas, que recogen la dulce miel de toda clase de flores.
En aquel convento, donde vivía entre otras hermanas como espejo de todas las virtudes, a pesar de su débil salud, escribió un libro excelente que, entre otras cosas, trataba de la vida de las hermanas muertas de su santo y religioso modo conventual de vida, y de las maravillas que había hecho Dios en ellas. Estos escritos despiertan de un modo especial la piedad de los hombres de buen corazón".
Curiosamente, de su época monástica constan muchas religiosas como beatas: Adelaida Frauenberg, Ana Klingenau, Ana Mansaseller, Bárbara Liebenburg, Bárbara de Winterthur, Isabel Bächlin, Isabel Elgau, Isabel Metzi, Ida Sulz, Ida de Wetzikon, Juana de Schul, Catalina Blettlin, Lucía Schultheiss, Margarita Fink, Margarita de Hünikon, Margarita Willi, Margarita de Zúrich, Matilde de Klingenberg, Matilde Stans, y Eufemia de Münchwilen. Todas celebradas a 30 de mayo.
Fuentes:
- “Diccionario histórico de Suiza. Isabel de Hungría”. MARTINA WEHRLI-JOHNS.
-“Autobiografía espiritual”. ENRIQUE SUSO. Salamanca 2001.
.”Familia Dominicana. Vol. III: Estampas de místicos”. Salamanca, 1986.