Después de la muerte de su madre como ya no tenía que mantenerla, Federico dejó el clero secular y en 1163 fundó el célebre monasterio de Mariengaard, con el carisma premonstratense de San Norberto (6 de junio). En origen fue un monasterio mixto, pero pronto las monjas se trasladaron al monasterio de Belén, siendo igualmente Federico su superior. Igualmente colaboró con la fundación del monasterio premonstratense de Steinfeld. En Maariengard estableció un seminario para la formación de sacerdotes religiosos y seculares. Fue un religioso ejemplar y querido por los demás monjes. Murió con más de 100 años, el 3 de marzo de 1175, con la curiosa circunstancia que nunca se encorvó ni usó bastón, cosa tenida por milagrosa por sus hermanos. Su sepulcro pronto se vio rodeado de peregrinos y numerosos milagros se contabilizaron. En 1614 por los ataques de los herejes luteranos, sus reliquias y las de su sucesor, San Siard (14 de noviembre) fueron trasladadas a la abadía de Tongerlo, Bélgica. Durante la Revolución Francesa fueron llevadas a Vellereille y en 1938 finalmente descansaron en Dinant. En 1728 Benedicto XIII aprobó su culto.
Fuente:
https://norbertinevocations.wordpress.com
A 3 de marzo además se celebra al Beato Jacobino de Canepaciis, carmelita.