Bebés a la piscina!!

Por Yahorapapas
La familia Patata seguimos intentando superar los calores estivales. Además de los que ya hemos hablado anteriormente hemos empezado a meter a la pequeña Patatita en la piscina.
Para mí, que soy de costa, es muy importante que mi pequeña se empiece a familiarizar tanto con el agua de la piscina como con el mar, así como hicieron mis padres conmigo cuando apenas era un bebé.
A la playa ya hemos ido algún fin de semana que hemos podido escaparnos y la verdad es que le ha gustado mucho jugar sobre la toalla mientras le daba la brisilla en la cara. Además ya ha tenido sus primero contactos con la arena y le ha hecho bastante gracia. En la orilla del mar también la hemos metido y no sabéis como le pegaba patadas a las algas!!
Esta semana tocaba avanzar un poco más: meternos en la piscina. No creáis que la cosa ha sido meterla al agua y ponerse a nadar como Phelps...
En el gimnasio al que íbamos antes (cuando teníamos tiempo...), tienen piscina y dan clases de natación, y ya habíamos preguntado a partir de qué meses se podía meter a los bebés en el agua. Allí nos comentaron que a partir de los 5 o 6 meses por dos razones: una es que al venir del vientre materno, rodeados del líquido amniótico, si se comienza muy temprano con ellos realmente no van a aprender nada. Y la segunda razón es que la temperatura del agua de las piscinas aunque sean climatizadas rondan los 32º y en bebés muy pequeños puede resultar demasiado fría.
Así que ya superados los 6 meses, y con el calor que nos ataca a la Patatita ya llevamos un tiempo bañándola con el agua por debajo de los 37º iniciales, de manera que ya está más acostumbrada a aguas un poco más frías.
Antes de aventurarnos en la piscina también hicimos acopio de pañales de esos que no se hinchan aunque los metas en el agua, y por supuesto cremita para el sol. Otra cosa que nos recomendaron, aunque ya para cuando hayamos acostumbrado un poco más a la peque al agua, son unos discos que se colocan en los bracitos de los bebés a modo de manguitos pero que no se pinchan, ni se decoloran con el sol ni el agua, ni se rompen tan fácil como las burbujitas que había en mi época. Aunque el coste es un poco elevado, son duraderos ya que sirven hasta los 60 kilos de peso ( vamos que hasta los puedo usar yo...). Se llaman manguitos Delphin Disc, y la verdad es que están fenomenal.
Una vez ya equipados, tocaba ir al agua Patatas!! Primero se metió papá Patata en la piscina, mientras que la Peque y yo nos sentamos en el borde y así se fuera familiarizando poco a poco. Al rato le empezamos a echar agua poco a poco, eso ya le molestó un poquillo pero rápidamente se volvió a aclimatar. Tocaba ya meterla en el agua, así que poco a poco se la fui pasando a Papá Patata, y este le fue metiendo los pies y despacito el resto del cuerpo. Al principio tampoco le hizo mucha gracia, pero entonces me metí yo y la cargué como si la llevara dando un paseo. Así ya fue cogiendo confianza mientras le iba dando paseos por la pisci.
Como apenas era una toma de contacto con el agua le quitamos los manguitos para que estuviera más cómoda, pero tan cómoda y relajada se quedó que se durmió.
En las siguientes visitas a la piscina iremos avanzando con otros ejercicios.
Buscando por internet he encontrado unas cuantas recomendaciones que veo bastante útiles:
  • No dejes nunca a tu bebé solo cerca del agua. Aunque los programas de natación para bebés pueden enseñarle a moverse en ella, tu bebé es demasiado pequeño para ser consciente del peligro que ello tiene.
  • Elige un horario en el que el niño normalmente no tenga que dormir o comer.
  • Nunca le des de comer minutos antes de la sesión de natación.
  • Después del baño hay que secar al niño inmediatamente.
  • Un niño enfermo no debe bajo ningún concepto bañarse. Tan pronto como advirtamos los primeros síntomas de alguna indisposición, dejaremos de llevarle a la piscina y no reanudaremos las clases hasta que el niño vuelva a estar perfectamente restablecido.
  • Lleva todo lo necesario para cambiar de pañal al niño.
  • No establezcas un determinado periodo de tiempo para lograr objetivos, cada niño aprenderá a su ritmo. Por lo tanto has de respetar el ritmo de desarrollo del bebé y nunca forzarle.
  • Ten presente que los aledaños del vaso están casi siempre mojados y puedes resbalar, especialmente cuando tienes al pequeño en tus brazos. Camina con mucho cuidado y utiliza zapatillas cuya suela no resbale.

Vosotros ya habéis llevado a vuestros peques a la piscina¿?