Gracias a un reciente estudio enfocado en el tipo de dietas que siguen las mujeres embarazadas y la relación de las mismas con el peso que tendrá su niño al nacer, se ha podido comprobar que aquellas mujeres embarazadas que consumen grandes cantidades de grasas trans en golosinas, comida rápida y snacks entre otros alimentos poco saludables, tienen mayores posibilidades de lar luego a luz bebés con un peso mayor al momento de nacer en comparación a los niños de madres que siguieron una alimentación más sana.
La nueva investigación fue publicada en el American Journal of Clinical Nutrition y para obtener los datos se contó con la participación de unas 1400 mujeres embarazadas descubriendo que aquellas que más grasas trans consumían durante el segundo trimestre de embarazo, tienen mayores posibilidades de tener niños de mayor tamaño. Las grasas trans aumentan el colesterol LDL, también conocido como colesterol malo, y reduce el colesterol bueno, HDL. El estudio ha encontrado una relación más no una prueba de que las grasas trans impulsen el crecimiento fetal, sin definir tampoco cuanto daño podría representar ésto.
Los bebés con mayor peso hacia el final del embarazo pueden tener que nacer por cesaria y tienen mayores riesgos de padecer de enfermedades cardíacas o de diabetes durante su vida. Juliana Cohen, de la Escuela de Salud Pública de Harvard, en Boston, comenta:
“Es prudente limitar las grasas trans en la dieta de todas maneras. Además, las mujeres embarazadas deberían pensar en cómo (las grasas) podrían afectar el crecimiento fetal”.
Las mujeres deben saber entonces que las grasas trans se encuentran en todos los alimentos que tienen aceites parcialmente hidrogenados, incluyendo por ejemplo papitas y todo tipos de snacks, muchos tipos de galletas, y la comida rápida, sobre todo, además de golosinas. Durante el estudio se identificó a unas 1400 mujeres de la zona de Boston que tuvieron a sus bebés entre 1999 y 2002, cada una completó un cuestionario sobre su alimentación durante el primer y segundo trimestre de gestación.
Se encontró una relación concreta entre el consumo de grasas trans y el aumento del tamaño del bebé aún teniendo en cuenta factores como el peso corporal de las madres antes del embarazo, la educación, el ingreso y la ingesta calórica de cada una de las mujeres que participaron de la investigación. Se calculó entonces que por cada 1% de aumento de consumo de grasas trans como reemplazo de carbohidratos en la dieta de la mujer embarazada, aumentó el “registro Z” de crecimiento fetal, que contempla el peso del niño al nacer y la semana de gestación dentro de la cual nace.
Vía | El Universal
Foto | aiila
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Bebés con mayor peso producto del consumo de grasas trans en el embarazo