A ello ha de contribuir, naturalmente, la curiosidad del personaje, capaz de dejarse llevar por ella y arrastrarse tras una espiral alucinatoria que le devolverá una vez más a Granada, acaso el lugar donde una vez intentó ser feliz y también donde empezó a gestarse el principio del fin. Más o menos al producirse ese nuevo viaje de Fran es cuando Luis Sánchez Martín le da un acelerón a su prosa y a la trama, y obliga al lector a seguirle en una carrera sin fin y repleta de sorpresas como las que nos proporcionan dos personajes esperpénticos como cierto enano y cierto transexual que desempeñarán un papel fundamental en los nuevos tiempos que padece Fran.
Una novela que bordea el tortuoso camino entre la realidad y la alucinación, pero con la sapiencia suficiente como para alimentar el misterio en el lector casi tanto como en el propio personaje. Podríamos decir que asistimos, desde el asiento de atrás, a una especie de “road movie” de la conciencia en la que las curvas a veces son anillos de Moebius que nos devuelven al punto de partida, aunque muy zarandeados y con el cerebro boca abajo. Una lectura ágil, una apuesta desafiante de ésas que vienen muy bien de vez en cuando en la literatura y cuyo final arrancará al lector más de una exclamación de asombro.
Bebop Café. Luis Sánchez Martín.Boria Ediciones. Murcia 2016. 172 págs. 14 euros.(LA VERDAD, "ABABOL", 25/2/2017)