Beckett: la estética del fracaso

Publicado el 17 abril 2016 por Ana Ana Fidalgo

Vladimir: ¡Qué! ¿Nos vamos?
Estragon: Sí, vámonos.
No se mueven.

Lo deseable es una voz que se vaya perdiendo.

Empequeñecer, desaparecer.

Romperse para no traicionar la propia insignificancia.

El desconcierto es el lenguaje que horada las tinieblas.

La inacción vence a la vanidad del arte.

Cada renuncia constata el triunfo del fracaso.