Una joven se ve obligada a tomarse unas vacaciones después de ser testigo de un intento de agresión y tras una serie de contratiempos en el trabajo. Cuando viaja a la isla Moo-Do, habitada por sólo nueve personas y donde vivían hace años sus abuelos, se volverá a encontrar con una amiga de la infancia, la cual se encuentra en una situación límite, siendo víctima de todo tipo de maltratos y vejaciones por parte del resto del pueblo.
Sigo con esta pequeña racha que llevo de degustar películas orientales (la primera y muy satisfactoria fue la nipona Confessions...), ahora es el turno de la coreana Bedevilled, el valiente debut en la dirección de Chul-soo Jang, que ha tenido la osadía de plantear en su ópera prima un tema tan polémico y escalofriante como la violencia de género, los abusos a menores y la explotación sexual y laboral de la mujer. Está claro que es una película dura que afronta temas escabrosos, pero no deja de ser una historia interesante y esclarecedora sobre lo que aún estoy seguro que sigue ocurriendo hoy en día en numerosos lugares del planeta. En ese sentido, cualquier forma de denunciar el problema es válida, y el cine no es una excepción.
La hechos narrados en este film tienen como protagonistas absolutas a dos mujeres cuyas vidas estuvieron ligeramente unidas en su infancia aunque la vida adulta las separó definitivamente, llevando a cada una de ellas por un sendero totalmente diferente. Seong-won Ji interpreta a Hae-won, la chica que vive en Seúl y que decide huir de sus problemas y del stress de la vida en la gran ciudad pasando un tiempo en la isla Moo-Do, donde una vez vivieron sus abuelos y donde pasó buenos momentos en su día junto a Kim Bok-nam, interpretada por una magistral Yeong-hie Seo. Esta última vive en un ambiente totalmente hostil hacia su persona, y es continuamente objeto de abusos y vejaciones por parte de los habitantes de la isla, que no dejan de ser sus propios familiares. El contraste entre dos estilos de vida antagónicos tendrá lugar cuando las dos amigas de juventud se reencuentren en un ambiente ciertamente explosivo.
La primera parte de la película es una perfecta narración dramática de la terrible situación de una mujer que tiene la desgracia de vivir en un trozo de Corea totalmente anclado en tradiciones absolutamente conservadoras y terriblemente machistas, más propias del medievo rural coreano e indignas para las alturas de siglo XXI en el que vivimos. Poco a poco la historia va desgranando detalles y sucesos de la vida de Kim Bok-nam, generando una terrible sensación de impotencia en el espectador que asiste a la desdicha de la joven coreana. Así, el clima de tensión va continuamente en aumento mientras somos testigos de la desgraciada vida en la isla, hasta que finalmente desemboca en un baño de sangre que se puede denominar como "venganza justificada y necesaria", y quizás la única salida después del cariz que toman los acontecimientos tras un punto clave en la narración. Esta última parte del film, cercano a los cánones de cualquier slasher que se precie, es la que ha llevado a confundir en ocasiones al espectador que se acercaba a esta historia esperando una historia más de terror y se sorprendía totalmente al darse de bruces con un excelente drama con sutiles toques de thriller y un desenlace bañado en sangre y con ciertas reminiscencias gore.
Una vez más, fue Perse la que me puso tras la pista de esta película, recomendándomela una vez que ella ya la había visto, y una vez más tengo que agradecerle la sugerencia. Bedevilled es un film que funciona a la perfección como drama, máxime teniendo en cuenta los terribles sucesos que denuncia y que, tristemente, hoy en día siguen estando a la orden del día. A mi me ha sorprendido bastante y sólo le puedo reprochar un pequeño exceso de metraje, con una serie de escenas alargadas ligeramente, en lo que ya se ha convertido en una característica más del cine asiático, pero que no empaña para nada la fuerza de una historia tan terrible, ni la ya mencionada enorme actuación de Yeong-hie Seo, a la que habrá que seguirle la pista desde ya.