En 2011, se creó un proyecto de arte interactivo conocido como "Before I die" ("Antes de morir"), donde Candy Chang, una artista pintó una pared de una casa abandonada de su vecindario con pintura de pizarra, que estaba acompañado del titular "Antes de morir quiero..." De esta manera, cualquiera que pasara por ese lado de la calle tenía la oportunidad de decir que es lo que le gustaría hacer antes de morir.
Lo que empezó como arte entre la gente, acabó convirtiéndose en un gran experimento socio-cultural. Curiosamente al día siguiente, la pared estaba llena de comentarios y mensajes relacionados con la temática propuesta. Habían mensajes de todo tipo: me gustaría "abrazarla una vez más", "ver a mi hija graduada", "abandonar todas mis inseguridades", "plantar un árbol"... Había respuestas tristes y respuestas graciosas, simpáticas y alegres. Mensajes aburridos, muy típicos, y otros muy originales. Esta acción hizo comprender a Candy que ella no estaba sola, que tenía puntos en común con la gente de su ciudad, y que habían otros como ella intentando darle sentido a la vida.
Viendo los resultados tan curiosos pero a la vez tan maravillosos, Candy decidió repetir el proyecto, en concreto 350 veces en 60 países y en 25 idiomas, lo que lo convirtió en un proyecto artístico global e interactivo para muchas partes del mundo.
Dada la relevancia que adquirió esta iniciativa, se ha publicado un libro, que se lanzará el próximo 5 de noviembre, donde se muestran las crónicas de la artista, de cómo llevó el proyecto a cabo y los resultados que obtuvo en otros lugares del mundo. Todo ello, se presentará lanzando también el "día Internacional de los Muros" ("International Day of Walls") como parte de un evento de lanzamiento.
En el libro se muestran en fotografías donde se ve cómo eran los muros "Before I Die", cuáles eran sus mensajes e incluso creemos que puede que se perciban las posibles diferencias culturales que hay entre países, en base al contenido y presentación de cada muro.
Sin duda, se trata de una acción muy creativa y que hace partícipe a la gente. Los mensajes se exponen de una forma íntima pero al mismo tiempo son expuestos a todo el mundo. Además, este tipo de acciones, cuya mecánica es similar a los muros online de las redes sociales, nos dan un alivio, un "descanso" de los muros online que protagonizan nuestro tiempo. Una vía de escape, donde somos desconocidos que comentan de forma anónima nuestros deseos e inquietudes.
Hemos visto este caso tan curioso aquí