La modelo, cuyas fotografías ilustran la entrada de hoy, es natural de Namibia y cuenta 25 años de edad, habiendo alcanzado la fama a través de Victoria’s Secret, de cuyos “angeles” forma parte. En un acto patrocinado por Tomy Hilfiger al que acudió la susodicha, y pese a lucir un vestido no excesivamente corto, el viento le jugó la mala pasada que un fotógrafo oportunista inmortalizó con su cámara. La verdad es que no luce mucho más allá de lo que suele ser habitual en numerosas instantáneas de la modelo, pero el morbo de la situación hizo que las fotografías diesen la vuelta al mundo. Por cierto, y como se puede ver más arriba, la sonrisa de la muchacha es tan encantadora como escuálida su silueta. Sin defender desde este espacio la obesidad ni el sobrepeso, pertenece la muchacha a este grupo numeroso de modelos que parecen excesivamente delgadas, especialmente si consideramos la estatura de la señorita, que anda en el metro ochenta con la constitución de sus extremidades y una cintura poco marcada en el contexto de un peso límite para dicha altura.
De todos modos, la expresión risueña que nos regala en la segunda imagen lo paga todo y para el resto, como diríamos aquí en Asturias, nada que no se pueda arreglar con dos o tres fabadas.