Belchite: El escenario de la Guerra Civil

Por Nosoloviajeros @nosoloviajeros

40 Kilómetros al sur de Zaragoza se encuentra el pueblo de Belchite, uno de los escenarios más importantes de la Guerra Civil Española. Aquí se desarrolló una de las batallas más sangrientas y despiadadas de la contienda, dejando al pueblo completamente devastado, tal y como podemos encontrárnoslo hoy en día. Tal fue su ensañamiento que incluso Franco quiso recompensar a sus ciudadanos construyendo, justo al lado, un nuevo Belchite. Se dice que el motivo por el que quiso conservar dichas ruinas era para que nadie se olvidase de su victoria en la guerra. Por ello, la parte antigua permanece exactamente igual que como la dejaron las bombas y la artillería, cuyas marcas aún se pueden observar en sus fachadas.

Entre los escombros, hay algunos edificios que mantienen algunas de su partes aún de pie, como es el caso de la Iglesia de San Martin de Tours, en cuya puerta permanece grabado “Pueblo viejo de Belchite / ya no te rondan zagales / ya no se oirán las jotas / que cantaban nuestros padres“; o el Convento de San Rafael, del que sólo se conserva la fachada y a penas algunas de las columnas interiores. Aquí también podremos encontrarnos con las ruinas de laTorre del Reloj, el Convento de San Agustín o el Arco de la Villa, que fue restaurado en 2008. Otros sitios de interés también son el museo etnológico, el refugio de fauna silvestre La Lomaza y la reserva ornitológica El Planerón.

La Guerra Civil le robó a Belchite todo su arte mudéjar, del que a penas se conservan recuerdos. Además de que, de 5.000 habitantes que había antes de la batalla, tras ésta sólo quedaron 2.000, por lo que no es de extrañar que se haya especulado sobre la existencia de fantasmas en el pueblo viejo. En el día de Todos los Santos, los familiares de las víctimas dejan flores sobre los escombros para rendirles homenaje. Los supervivientes, bajo las órdenes del caudillo, fueron trasladados a la nueva ciudad de Belchite, apenas 500 metros más allá. La parte antigua, aunque no fue acondicionada para el turismo, suele tener unas 10.000 visitas al año. La vieja Belchite ha servido de escenario a películas como Las aventuras del Barón Munchausen o El Laberinto del fauno.